Los trabajadores vaticinan que el proceso de reversión "va a ser un completo desastre"

"Jefes de Servicio de prestigio internacional van a abandonar La Ribera"
El Hospital Universitario de La Ribera.


10 ene. 2018 18:10H
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POR REDACCIÓN
Un documento "vago y que deja muchas cosas en el aire". Esa es la valoración que hacen fuentes del entorno laboral de La Ribera del proyecto de decreto del Consell que regula los efectos de la extinción del contrato en materia de personal. Hacen énfasis en un punto: el de la asunción del decreto de incompatibilidades de la Generalitat en las Administraciones Públicas, o más bien, el de la no asunción del mismo, que vaticinan que derivará en que "Jefes de Servicio de prestigio internacional van a abandonar La Ribera".

Estos jefes de servicio, según los empleados, fueron ‘fichados’ por La Ribera para que aportaran un salto de calidad al centro y, por tanto, se les permite compatibilizar sus tareas en Alzira con otras que les permiten mantener este reconocimiento. Algo que no seguirá ocurriendo con la reversión. Otro retroceso para los empleados será la adaptación a las tablas salariales de Sanidad, porque aunque en principio los salarios se mantendrán respetando el convenio laboral en vigor, este expira a finales de este año. Después, lo previsible, es que los salarios de los trabajadores se ajusten a las tablas de Sanidad, “algo que los rebajaría considerablemente”.

El documento también confirma que el personal va a adoptar la fórmula de "personal a extinguir", una figura con la que los trabajadores muestran una satisfacción contenida porque al menos, por el momento, “se respetarán los puestos de trabajo”. Lo que no les satisface tanto es la frase del documento que reza que los empleados mantendrán su puesto "hasta la extinción del contrato de trabajo por cualquiera de las causas legalmente previstas". Esto supone, según las fuentes consultadas, que “una simple reorganización” del personal podría acabar con los trabajadores en la calle.

Aumento de las listas de espera

También hay cierta preocupación con la organización del funcionamiento diario de los departamentos. Parte del prestigio de La Ribera radica en que sus listas de espera son menores que las de otros hospitales públicos. Esto es gracias al esfuerzo de los profesionales que organizan sus turnos y realizan horas extra que permiten mantener una alta disponibilidad de los servicios. Estas horas extra son pagadas, lógicamente, pero en la memoria de los trabajadores quedan las palabras del antiguo comisionado, José Sanfeliú, que el mismo día en el que pronunció aquellas desafortunadas declaraciones sobre un supuesto enchufismo, aseguró, según fuentes laborales, que “ningún médico iba a cobrar más por tener abiertos los quirófanos los sábados”. Esto plantea dos alternativas y ninguna de ellas atractiva: que los profesionales dejen de cobrar las horas extra; o que se presten menos servicios, con lo cual, aumentarán las listas de espera y se pondrán al nivel de saturación del resto de hospitales de la región.

No solo hay preocupación al respecto de los Jefes de Servicio. Entre los cargos intermedios también cunde la incertidumbre. Estos empleados son cargos de confianza para los cuáles, el documento elaborado por Sanidad no aporta ninguna luz al respecto de su futuro. “Tenemos muy claro que el proceso de reversión va a ser un desastre”, concluyen las fuentes consultadas.
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