La portavoz sanitaria del PNV, Josune Gorospe, afirma que los datos Covid no avalan levantar el estado de alarma

"La compra de vacunas por las comunidades no aceleraría la vacunación"
Josune Gorospe.


26 abr. 2021 9:20H
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El PNV se mantiene reacio a levantar el estado de alarma el 9 de mayo. En declaraciones a Redacción Médica, Su portavoz sanitaria en el Congreso, Josune Gorospe, insiste en que la situación epidemiológica no avala esta decisión, que, advierte, impide a las autonomías trabajar con “garantías jurídicas”. 

Gorospe, sobre el fin del estado de alarma

Cumplido un año de pandemia, ¿cómo valora la gestión de los Gobiernos central y vasco en esta crisis?

Todos sabemos que esta es la situación más compleja que a cualquier gobernante del ámbito sanitario le ha tocado gestionar durante décadas, y desde nuestro grupo parlamentario siempre hemos dicho que vamos a contribuir. Nuestra actitud es de lealtad institucional, es lo que nos está exigiendo la sociedad. Desde ese punto de vista, pocas críticas escuchará desde el Partido Nacionalista Vasco en ánimo de horadar a los gobernantes. No tenemos ninguna duda de que desde el Gobierno vasco, los ayuntamientos, las diputaciones forales y el Gobierno del Estado se está poniendo toda la carne en el asador para poder salir de esta situación. Criticamos, pero desde luego no estamos para desgastar a ningún Gobierno en esta crisis. Ya habrá ocasiones.

El estado de alarma finalizará, a priori, el 9 de mayo. ¿Qué propone el PNV para que en el futuro no sea necesario actuar mediante esta fórmula para gestionar una crisis entre el Gobierno central y los autonómicos?

El primer estado de alarma venía acompañado del mando único y nosotros fuimos muy críticos con esa fórmula, porque quienes estaban más preparadas para responder eran y son las autoridades sanitarias competentes, que son las autonómicas. Pero el estado de alarma ha facilitado muchas cuestiones, muchas medidas preventivas que son determinantes. Lo que decimos es que si después de verano estábamos en una situación de estado de alarma y seis meses después aún no hemos logrado la inmunidad colectiva, no se dan los elementos para levantarlo. ¿Ha habido alguna variación en la situación epidemiológica que lo justifique? ¿Estamos mejor epidemiológicamente? No tenemos más que ir a los datos para ver que la situación sigue siendo muy complicada. Desde luego, si quieren levantar el estado de alarma tienen que desarrollar otros instrumentos jurídicos. Ya se verá en qué ámbitos. Los juristas tendrán que hacer un análisis para ver cuáles son las leyes que se deben modificar para que las autoridades sanitarias competentes puedan hacer su trabajo con garantías jurídicas.

Los obstáculos que han surgido en la campaña de vacunación, especialmente con los fármacos de Astrazeneca y Janssen, ¿ponen en riesgo el objetivo de ese 70 % de inmunización para verano? ¿Se precipitan las autoridades sanitarias a la hora de suspender de forma temporal algunas vacunas?

Hay tres claves para que la campaña de vacunación tenga éxito. La primera, que haya dosis. La segunda, que las autoridades sanitarias competentes tengan toda la estructura de logística bien organizada. Y la tercera, el compromiso de la sociedad de que se va a vacunar. Por tanto, los problemas que están surgiendo con determinadas vacunas condicionan al menos dos de estos aspectos estratégicos. Además, empieza a haber un problema de credibilidad en la sociedad, y necesitamos que la gente confíe en las autoridades sanitarias y en que no se va a inocular ninguna vacuna que no tenga todas las garantías. No creo que debamos hacer un análisis de esta situación banalizando las medidas que se adoptan, pero es indudable que es muy importante la comunicación que se hace. Si hemos dicho, en el caso de Astrazeneca, que para la campaña de vacunación vamos a seguir un marco común europeo, lo razonable es que si la Agencia Europea del Medicamento dice que se puede seguir vacunando con esta, no empiecen los Gobiernos de los Estados a adoptar medidas cada una en un sentido contrario, porque entramos en una incoherencia y eso la sociedad lo detecta.

¿Considera que la campaña de vacunación se podría haber acelerado en el caso de que hubieran sido las comunidades las que hubieran hecho sus propias compras de vacunas?

La respuesta es no. No creo que la campaña de vacunación se hubiera acelerado si las comunidades hubiéramos hecho nuestras compras de vacunas. Tampoco si lo hubieran hecho los Estados. Creo que es un acierto que haya habido una estrategia conjunta de la Unión Europea. No se nos puede olvidar el mercado salvaje que se dio en marzo. ¿Recuerdan cuánto costaban las mascarillas? ¿Recuerdan que había gobiernos que robaban material? ¿Que había remesas de pedidos de China que Turquía nos cogía, que llegaban a aeropuertos determinados y se quedaban allí? El mercado se rompe si cada uno de nosotros accede a comprar, por capacidad sí que tendríamos, pero es que no se nos puede olvidar que en este caso la respuesta acertada de la Unión Europea tiene aspectos comunes.

En los últimos meses, Euskadi ha acelerado notablemente el ritmo de la vacunación. Ya se han administrado más del 80 % de las vacunas recibidas. Sin embargo, no hace tanto tiempo era una de las comunidades autónomas que menos vacunaban, ¿qué ha pasado en este tiempo?

Yo creo que otro de los errores comunicativos es plantear esta cuestión como si fuera una competición. Hay muchos elementos que inciden en la vacunación y no se puede plantear esto como un ranking de quién va primero y quién va después. Quien fue antes el último, ahora puede ser el primero. El objetivo es común, aquí lo que importa es que todo el mundo se vacune.

¿Tienen estimaciones de cuándo tendrá Euskadi una lista de reserva de material sanitario?

En Euskadi se hicieron, y de hecho existe un almacén donde hay unas reservas estratégicas con una previsión de duración de seis meses que se van renovando continuamente. Consideramos que es uno de los éxitos, al igual que he puesto en valor esa capacidad de poder llegar a un acuerdo con la vacunación.

El PNV abandera la Comisión de Sanidad una iniciativa para legalizar el cannabis para su uso terapéutico, ¿en qué punto se encuentra su tramitación?

El colectivo de los pacientes crónicos que utilizaban derivados del cannabis para paliar los efectos de ciertos síntomas nos estaba diciendo que tenían problemas. Nosotros formulamos una pregunta por escrito al Ministerio como consecuencia de esa interlocución que tuvimos con algunos agentes y el Gobierno nos respondió que no había suficiente evidencia científica para poder avanzar. Portugal lo tiene en marcha, Alemania lo tiene en marcha, Italia lo tiene en marcha, Italia lo ha regulado. Si en otros lugares tan próximos de la Unión Europea se puede, ¿cómo es posible que en el Estado se diga que no? Vamos a hacer nosotros una propuesta para que el Congreso se abra la posibilidad de escuchar la evidencia científica, voces de científicos y profesionales sanitarios para hacer una reflexión conjunta con los grupos parlamentarios y sacar unas conclusiones para remitir al Gobierno. Nos parece que debe incluirse en la agenda sanitaria. Espero que seamos capaces esta legislatura de hacer ese análisis sensato, prudente y desde el respeto. Hay gente que lo cuestiona, y creo que el problema es la estigmatización del concepto cannabis, ese es el problema. Yo creo que hay miedo, es la única explicación que le puedo dar. Nuestro ánimo es que el debate se aborde desde la máxima seguridad posible.

Sindicatos como Satse han criticado la alta temporalidad a nivel general estatal pero también concretamente en el caso de Euskadi. Precisamente el PNV fue uno de los partidos que se puso en contra de una Proposición No de Ley para instar al Gobierno a reducir esa temporalidad, ¿qué fórmulas deben utilizarse para solucionar este problema?

Lo que no se pueden olvidar es que esta alta temporalidad es consecuencia de la tasa de reposición que se impuso hace algunos años por el Gobierno del Estado a todas las administraciones competentes, no ya solo del ámbito sanitario. Era imposible sacar ofertas públicas de empleo porque no se permitía por ley. ¿A qué llevó eso? Si tú tienes una plantilla bien dotada, con mucha gente para hacer sustituciones, cubrir bajas o jubilaciones, necesitas recurrir a la contratación temporal si no puedes hacer ofertas públicas de empleo. Nuestro grupo en Madrid ha pedido una y 1.000 veces que eso se resuelva. 

Campaña de vacunación común


¿Son partidarios de que el euskera sea un elemento a tener en cuenta en las ofertas públicas de empleo en la sanidad vasca o considera que pueden generar una falta de profesionales?

Somos partidarios de que lo sea en toda la administración pública vasca, el euskera es lengua oficial de Euskadi y, por tanto, todas las administraciones tienen la obligación de poder ofrecer ese servicio en euskera, que lo único que hace es capacitar a los profesionales para poder atender al paciente en el idioma que buenamente elija. En el ámbito de la atención a las personas enfermas, la empatía es fundamental y el hablar en el idioma que mejor se desenvuelven tiene un vínculo humano que es muy importante. En cuanto a que pueda reducir las posibilidades de que haya profesionales, sería tanto como decir cómo hablan las enfermeras del Estado que trabajan en Irlanda. Pues hablan en inglés. En Euskadi hay personas que no saben euskera y que pueden acceder porque los perfiles no están en todos los puestos. 

Josune Gorospe, durante la entrevista a Redacción Médica




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