El Departamento de Sanidad publica todos los detalles de este proceso para atraer y retener profesionales sanitarios

Las ventajas de ocupar una plaza de médico de difícil cobertura en Aragón
Centro de salud Huesca rural.


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El Gobierno de Aragón desgrana las ventajas de permanecer en una plaza de médico de difícil cobertura durante tres años. La semana pasada, el Ejecutivo autonómico aprobó un Decreto-ley que establece un sistema extraordinario de provisión de puestos de difícil cobertura en el ámbito sanitario.

Los facultativos que hayan trabajado durante tres años en un puesto de difícil cobertura tendrán una mayor puntuación en traslados o procesos futuros, como una de sus ventajas. Además, cuando asuman esta plaza tendrán acceso preferente a cursos y programas específicos, así como hasta cuatro jornadas al mes dedicadas a formación, siempre que se garantice la asistencia.

Otro de los aspectos positivos es que se facilita su inclusión en programas piloto o líneas de innovación. Una vez hayan transcurrido los tres años, estos médicos tendrán derecho a acceso a plaza fija por concurso de méritos, es decir, sin oposición. Esta experiencia también se bonificará en futuras convocatorias del Servicio Aragonés de Salud.

Atracción y retención de médicos


El Gobierno de Aragón toma esta decisión ante la creciente dificultad para atraer y retener personal médico en gran parte del territorio de la comunidad autónoma. Las plazas consideradas de difícil cobertura afectan sobre todo al medio rural y a los hospitales periféricos. Corresponden a puestos de los sectores sanitarios de Alcañiz, Barbastro, Calatayud, Huesca, Teruel y Zaragoza III, tanto del área de Atención Primaria como de Hospitalaria.

El Departamento de Sanidad, que dirige José Luis Bancalero, apunta que en las zonas donde hay escasez de profesionales se precisa la puesta en marcha de medidas urgentes para garantizar la atención sanitaria a la población tanto en el área de Atención Primaria como en el de los hospitales periféricos.

La norma exige que esta difícil cobertura debe acreditarse con criterios objetivos, como el desfase entre la plantilla orgánica de un centro y los efectivos reales; las circunstancias demográficas y poblacionales de los ámbitos citados; la falta de cobertura en concursos de traslados previos; la falta de aspirantes inscritos en bolsas de trabajo temporal; el tiempo que los puestos hayan permanecidos sin ser cubiertos; la no disponibilidad de profesionales en el ámbito laboral o cualquier otra circunstancia que refleje, de una forma objetiva, los impedimentos que existen para la cobertura efectiva de los puestos.
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