Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía.
La
gestión de la sanidad en Andalucía pasa por su momento más álgido luego que se desatara una
crisis por la falta de seguimiento en los
cribados de cáncer de mama. Aunque este puede parecer el momento más contundente, la realidad es que la situación sanitaria era una preocupación de los andaluces desde antes, tal es así que hasta se le consideraba uno de los principales problemas en la región.
De hecho, para el
21,6 por ciento de los andaluces, la sanidad es la
dificultad que más les afecta, dejando en segundo lugar con más de 9 puntos de diferencia a la falta de trabajo (12,2 por ciento), y en tercera posición al acceso y precio de la vivienda (10 por ciento), según los resultados del tercer barómetro trimestral del Centro de Estudios Andaluces.
Estas preocupaciones no distan de la percepción que tienen de los principales problemas existentes en la región, en donde
la sanidad ocupa el segundo lugar con un
17,4 por ciento, solo por detrás de la falta de trabajo (23,3 por ciento), y por encima del acceso y precio de la vivienda (17 por ciento).
Estos resultados fueron recogidos en un trabajo de campo realizado entre el
15 de septiembre y el 1 de octubre de 2025, antes de la
dimisión de la entonces consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández. Hacia el 2 de octubre, era precisamente Hernández quien detallaba que el Servicio Andaluz de Salud
(SAS) había comenzado a llamar, una por una, a todas las mujeres con
pruebas no concluyentes del programa de cribado de cáncer de mama. Solo 6 días después, dimitió al cargo. Ahora, quien asume esa responsabilidad es
Antonio Sanz.
Situación política en Andalucía
Ya para ese entonces, la situación política era calificada como '
mala' por el
30,8 por ciento de los andaluces y como 'muy mala' por el
14,5 por ciento. El 'ni buena ni mala' obtenía un 26,5 por ciento; el 'buena' un 24,9 por ciento y el 'muy buena' apenas un 2,7 por ciento.
Estos resultados, sin embargo, contrastan con los obtenidos a la pregunta sobre quién debería ser presidente o presidenta de la Junta de Andalucía, en donde
Moreno Bonilla se mantiene en el liderazgo con un 38,8 por ciento. El segundo lugar lo ocupa la ministra de Hacienda y vicepresidenta primera,
María Jesús Montero, con un 20 por ciento.
En cuanto a la conformación del Parlamento, el Partido Popular podría perder la mayoría absoluta de la que goza en la actualidad, de cara a las
elecciones autonómicas de 2026, pasando de los 58 escaños a una horquilla de entre
54-56, lo que les pondría en un escenario en el que requerirían del apoyo de Vox para sacar adelante las iniciativas parlamentarias.
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