El SAS basa su estrategia de compra pública de innovación en cuatro ejes

La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha publicado su Programa de Compra Pública de Innovación en Salud con el objetivo de potenciar y generar el desarrollo de soluciones innovadoras desde el lado de la demanda, a través del instrumento de la contratación pública. Un plan que se fundamenta en cuatro líneas estratégicas.

La Medicina de Precisión es la primera de ellas. Desde la Consejería de Salud se considera prioritario el desarrollo de nuevos biomarcadores, herramientas diagnósticas y predictivas y soluciones tecnológicas basadas en la Ciencia de Datos y la Inteligencia Artificial; la integración de tecnologías ómicas (genómica, epigenómica, metabolómica, etc.), la apuesta por las terapias avanzadas y “la actuación en cáncer, enfermedades raras, infecciosos, o Salud Mental, entre otras”, según el documento, al que ha tenido acceso Redacción Médica.

La segunda de las líneas estratégicas tiene que ver con la Ingeniería Biomédica y las nuevas técnicas diagnósticas basadas en imagen y radiómica, así como una apuesta por la farmacología, farmacogenómica y farmacodinámica. En este apartado, también se da prioridad a aspectos como el d, la producción de biomateriales aplicables a salud, el desarrollo de nanotecnología, o el refuerzo del diagnóstico y terapias génicas.

La Consejería de Salud también considera imprescindible la transformación digital del Servicio Andaluz de Salud (SAS) con nuevos servicios digitales de salud (Salud Digital), la integración y gestión de datos en salud para fines de prevención de enfermedades, asistencia sanitaria personalizada e investigación, aplicación de la robótica a las diferentes áreas clínicas, con desarrollos sinérgicos a los avances en digitalización e Inteligencia Artificial, o la Innovación organizativa y de gestión.

Por último, como cuarto eje, destaca la relación entre el medioambiente y la salud. En este sentido, mediante la compra pública de innovación se pretende “reforzar el control de enfermedades emergentes y reemergentes causadas por microorganismos y efectos microambientales”, la puesta en marcha de nuevas vacunas con la generación de tejido industrial público privado de fabricación, la vigilancia inmunológica o incidir en la resistencia antimicrobiana.

El desarrollo de este programa desarrollo irá dirigido a cubrir las necesidades y prioridades de promoción y atención a la salud que están enfocadas en la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación de las patologías más frecuentes, “muchas de ellas enfermedades crónicas;” así como de forma simultánea a enfermedades de baja prevalencia y ultra-raras cuyas posibilidades diagnósticas y terapéuticas que “exigen nuevos programas de generación y gestión del conocimiento”.

Con este plan, también se espera consolidar la compra pública de innovación como instrumento de fomento de la innovación desde la demanda del SSPA estableciendo las bases para su desarrollo, capaz de motivar el incremento de la inversión en investigación y desarrollo y, todo ello, contribuyendo “a la actividad innovadora en el tejido empresarial andaluz y a la generación de empleo”.

Andalucía cuenta con el mayor sistema sanitario de Europa, con una extensión mayor que 30 países europeos y con más de 100.000 profesionales susceptibles de generar I+D+i. La investigación e innovación se han convertido "en uno de los ejes prioritarios que permiten la transformación del sistema hacia un modelo productivo basado en el conocimiento y la innovación, estableciendose como objetivo fundamental y potenciando específicamente la investigación clínica y la innovación tecnológica y organizativa".

La compra pública de innovación, según la consejería, "es un buen instrumento para poder articular la gran capacidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA) y de potenciar y generar el desarrollo de soluciones innovadoras desde el lado de la demanda, a través del instrumento de la contratación pública".

La innovación es un factor crucial para la competitividad, lo cual no solo se ve reflejado en los niveles de desarrollo económico de los países que realizan mayores volúmenes de inversión en I+i, sino que también se refleja en los índices relacionados con la calidad de vida y el bienestar de la población. En términos de salud, "la innovación es fundamental para el sistema sanitario y para la sociedad, como requisito para el mantenimiento sostenible del modelo (universal, gratuito en el punto de uso, equitativo, eficiente y de calidad) y como oportunidad para el desarrollo económico y social de la comunidad, dentro del contexto general de España y Europa".