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La profesional aboga por mantener medidas higiénicas antiCovid después de la pandemia

Covid-19 | Los 3 deseos de una bióloga para cuando "todo esto pase"


9 abr. 2021 15:20H
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Si algo ha conseguido la pandemia provocada por el Covid-19 es trastocar por completo nuestras rutinas diarias. El gel hidroalcohólico y la mascarilla han pasado a ser compañeros inseparables y, según los expertos en Salud, lo ideal es que lo sigan siendo durante mucho más tiempo, incluso "cuando todo esto acabe". 

En ello se basan precisamente los 3 deseos de esta bióloga, a favor de mantener gran parte de las medidas higiénicas de forma indefinida en una sociedad post-pandémica. En concreto, la profesional ve positivo que "siga habiendo dispensadores de gel hidroalcohólico en transporte público y supermercados" y recomienda "no perder "la bonita costumbre de lavarnos las manos nada más llegar a casa". Las autoridades sanitarias, de hecho, llevan años haciendo hincapié en la importancia de este hábito para eliminar bacterias y evitar infecciones de cualquier tipo a través de esta vía.




De forma complementaria, la profesional también ve conveniente que "quien se resfríe o coja una gripe" siga utilizando mascarilla de forma habitual para evitar contagios, igual que sucede con el Covid-19. Una idea que avalan desde el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, partidarios de normalizar el uso de la mascarilla tras el Covid-19. Tanto la ministra Carolina Darias como la consejera de Sanidad de Castilla y León Verónica Casado aseguraron que este tipo de protección "ha llegado para quedarse".

Mascarilla obligatoria, ¿hasta cuándo?


La vacunación y la inmunidad adquirida entre la población serán dos factores esenciales a la hora de determinar su posible retirada, según la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). Para suavizar su uso generalizado deberá alcanzarse una inmunidad de grupo o inmunidad colectiva, para lo cual será necesario haber vacunado como mínimo al 70 por ciento de la población, evitando así la transmisión del virus. 

Su efectividad para luchar contra los contagios, unido a la ventilación, el lavado de manos y la distancia de seguridad, ha hecho obligatoria su utilización en la vía pública, en los espacios cerrados públicos, en el transporte y en bares y restaurantes, tanto terraza como en el interior de estos establecimientos. 

Solo están exentos de cumplir esta norma los menores de 6 años, las personas que padezcan enfermedades respiratorias y personas con discapacidad o dependencia que no tengan autonomía o presenten alteraciones de conducta. También se excusa su uso a la hora de hacer deporte al aire libre o en causas de fuerza mayor o situación de necesidad. En el resto de supuestos, no llevar este tipo de protección se considera infracción leve y puede conllevar multas de hasta 100 euros.  

En el caso de las playas, el ministerio de Sanidad ha decidido flexibilizar su uso e imponerla solo para pasear o cuando no se pueda respetar la distancia de seguridad, tras las quejas planteadas por varios gobiernos autónomicos a la normativa vigente.  

Dejar de saludar con dos besos 


Su utilización junto con el resto de medidas anticovid está tan interiorizado entre la población española que casi el 80 por ciento de los españoles afirma que mantendrá a futuro el uso de productos como geles desinfectantes o mascarillas, según la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp). 

Como prueba, cientos de usuarios respaldaban la propuesta de la bióloga con más de 17.600 'Me Gusta'. Al uso obligatorio de la mascarilla en lugares como "centros de salud o dentro del transporte público", se sumaba la petición común de eliminar los dos besos como forma de saludo o la apuesta por el teletrabajo cuando el empleado se encuentre enfermo, por ejemplo de gripe. 

"Pues a mi me preocupa la de alergias nuevas que vamos a tener y la poca resistencia que van a tener los sistemas inmunitarios de los niños con los ambientes tan asépticos por culpa de la pandemia", planteaba una de las tuiteras. Sin embargo, esta profesional no cree que "garantizar que nuestras manos están limpias y que una persona con un infección (en el caso de la gripe con una mortalidad considerable) proteja a los demás de sí misma sea un incremento de la asepsia siquiera considerable". 









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