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22 abr. 2020 18:31H
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MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

La ketamina alivia los síntomas depresivos en cuestión de horas, y el cambio más significativo se observa típicamente un día después de su administración. Sin embargo, los síntomas suelen reaparecer en una semana. Según investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia), las conexiones neuronales fortalecidas por el tratamiento de los antidepresivos rápidos se consolidan en el cerebro durante los períodos de sueño profundo de la noche siguiente.

Se ha demostrado que la depresión y el estrés a largo plazo provocan cambios en el cerebro que ofrecen una explicación parcial de los estados de ánimo depresivos, la apatía, las dificultades de memoria y otros síntomas comúnmente asociados con la depresión. Los círculos ininterrumpidos de pensamientos negativos también suelen ser un aspecto distintivo del estado mental de los pacientes deprimidos. Esto se debe a una función cerebral muy activa y selectiva.

"A su vez, esto refuerza las conexiones neuronales asociadas precisamente a este tipo de pensamiento. Las conexiones menos activas y las redes neuronales que apoyan la función normal del cerebro se debilitan debido a la falta de uso, lo que completa el círculo de la negatividad. El resultado es un desequilibrio de la actividad de las redes neuronales y una depresión clínica", explica Tomi Rantamäki, autor principal del trabajo, que se ha publicado en la revista 'Pharmacological Reviews'.

El círculo vicioso podría romperse guiando al cerebro hacia un modo de acción más completo. Esa orientación puede ser impulsada por medio de la psicoterapia, pero los efectos se manifiestan lentamente. En los últimos años se han investigado modos de tratamiento de la depresión de acción rápida, que podrían ofrecer enfoques totalmente novedosos. El último producto nuevo es un aerosol nasal que contiene esketamina, al que se acaba de conceder una autorización de comercialización en Europa.

"Lo que tienen en común la ketamina, la terapia electroconvulsiva psiquiátrica, el óxido nitroso y algunas otras terapias que ya se utilizan o que se están probando actualmente es el hecho de que aumentan la actividad de amplias zonas corticales y refuerzan las conexiones sinápticas. En el mejor de los casos, obligan a las amplias redes neuronales de la corteza cerebral a un tipo de interacción totalmente nuevo, que permite debilitar el desequilibrio anterior", señala otro de los responsables del trabajo, Samuel Kohtala.

Sin embargo, este rápido alivio es sólo temporal, a menos que se utilicen los mecanismos de plasticidad endógenos del sistema nervioso. Según los estudios, los mecanismos moleculares implicados en la plasticidad neuronal se activan especialmente durante los períodos de actividad de ondas lentas. Por lo tanto, las respuestas de onda lenta podrían ser una medida útil para determinar la eficacia del tratamiento y desarrollar nuevos tratamientos.

Los investigadores señalan que, impulsada por mecanismos similares, la función cerebral podría descarrilar de nuevo durante los períodos de sueño subsiguientes, a menos que las redes neuronales que impulsan la depresión estén suficientemente controladas, por ejemplo, mediante la psicoterapia.

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