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18 mar. 2019 17:52H
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MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

Investigadores de la Universidad Federal de Kazan (Rusia) pretenden regenerar el tejido nervioso en lesiones de la médula espinal con medicamentos genéticos, tras comprobar en ratas que el uso de medicación con dos genes recupera las funciones motoras, tras varios meses de tratamiento. Los roedores pudieron usar extremidades previamente paralizadas.

Uno de los problemas con las lesiones de la médula espinal es que después de que ocurren, se forma una cicatriz del tejido conectivo a su alrededor. Esto evita un mayor crecimiento de los axones. Los investigadores, que están buscando inversiones en ensayos preclínicos, quieren disminuir la velocidad de crecimiento de la cicatriz y estimular la regeneración de los axones.

Los dos genes en cuestión son VEGF y FGF2. Se ha comprobado que el primero normaliza el flujo sanguíneo después de los traumas, apoya la capacidad de supervivencia de las neuronas y estimula el crecimiento de los vasos y los axones. El segundo es un factor de crecimiento con actividad neurotrófica, es decir, uno que ayuda a desarrollar fibras nerviosas.

El jefe del laboratorio de tecnologías genéticas y celulares de la Universidad de Kazan, Albert Rizvanov, señala que "no se producen cambios en el ADN humano" Según explica, "estos dos genes ya están presentes en los humanos. Simplemente inyectamos copias adicionales de genes activos en el organismo, con inyecciones dirigidas arriba y debajo de la ubicación de la lesión. Por lo tanto, modificamos una parte de las células nerviosas y las 'programamos' para aumentar el crecimiento y la regeneración".

En cuanto a las pruebas en animales, las ratas se lesionaron en un lugar específico de la médula espinal para que perdieran sensibilidad en las extremidades inferiores. Después de eso, el compuesto del gen se probó en un grupo y el otro grupo se dejó recuperar sin intervención.

Los representantes del grupo de control se recuperaron un poco después de dos meses: pudieron doblar las articulaciones. Sin embargo, no podían moverse libremente ni soportar el peso corporal. El grupo de prueba, a la inversa, pudo pararse en todas las extremidades, caminar y controlar los movimientos de las cuatro extremidades.

La investigadora principal asociada del mismo laboratorio, Yana Mukhamedshina, ha señalado que, "además de este medicamento genético, han probado las células madre mesenquimales para tratar las lesiones de la médula espinal. "Ambos resultados son prometedores y muestran que podemos recuperar las espinas dorsales lesionadas en animales grandes, como los cerdos , y más allá en los humanos también", ha explicado.

No obstante, aunque los genes están presentes en los seres humanos, todavía hay algún elemento de riesgo. "Esta construcción genética usa elementos reguladores que están ausentes en el organismo humano. Su influencia en los humanos es impredecible. Es por eso que se necesitan ensayos clínicos para probar la seguridad de este medicamento", ha señalado el director del Instituto de Medicina Molecular de la Universidad de Sechenov, Andrey Zamyatnin.

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