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30 sept. 2019 14:54H
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MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

Un equipo de científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) ha detectado un aumento, desde el año 2013, de la presencia de metales nocivos en el vapor de los cigarrillos electrónicos estilo 'tanque', es decir, aquellos con baterías más potentes y depósitos con mayor capacidad para almacenar líquido de recarga.

"Estos cigarrillos electrónicos tipo 'tanque' funcionan a mayor voltaje y potencia, lo que provoca mayores concentraciones de metales, como plomo, níquel, hierro y cobre, en sus aerosoles. La mayoría de los metales en los aerosoles de cigarrillos electrónicos probablemente provengan del alambre de nicromo, las uniones de soldadura de estaño, abrazaderas de latón, fundas aislantes y mechas y componentes de la unidad atomizadora", han dicho los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en 'Scientific Reports'.

En concreto, los investigadores han examinado seis cigarrillos electrónicos estilo 'tanque', descubriendo que todos los aerosoles tenían metales que parecían originarse en los atomizadores. Además, observaron que el modelo con menos piezas de metal en su atomizador tenía la menor cantidad de metales en su aerosol.

De los 19 metales que seleccionaron, el aluminio, calcio, cromo, cobre, hierro, plomo, magnesio, níquel, silicio, estaño y zinc provenían de componentes en las unidades de atomización. "Las concentraciones de los metales, como el plomo, en los aerosoles aumentaron con más voltaje y fueron lo suficientemente altas como para ser un problema de salud", han dicho los expertos.

Y es que, encontraron que las concentraciones de cromo, cobre, plomo, níquel y zinc excedieron el límite de exposición permisible propuesto por la Seguridad Ocupacional y Administración de Salud. Se ha demostrado que la exposición prolongada al cromo podría causar efectos gastrointestinales, cáncer nasal y pulmonar, irritación respiratoria y deterioro de la función pulmonar.

Asimismo, la exposición prolongada al plomo puede producir vómitos, diarrea, efectos cardiovasculares y cáncer de pulmón; mientras que la inhalación de níquel podría causar enfermedad pulmonar, daño a la cavidad nasal, irritación pulmonar, inflamación pulmonar, hiperplasia en las células pulmonares y fibrosis.

"Cuando se usan baterías con más potencia en estos cigarrillos electrónicos tipo tanque, sus unidades de atomización pueden calentarse a temperaturas superiores a 300 grados centígrados, lo que podría producir subproductos dañinos. La presencia de metales pesados, incluidos algunos carcinógenos conocidos, en los aerosoles de los cigarrillos electrónicos es preocupante porque con una exposición prolongada podrían causar efectos adversos para la salud", han zanjado.

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