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16 jun. 2020 14:35H
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MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

Científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, pueden haber encontrado una causa para la aparición repentina del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en algunos niños.

Los trastornos neuropsiquiátricos autoinmunes pediátricos (PANDAS, por sus siglas en inglés) se propusieron por primera vez en la década de 1990. Se cree que se desencadenan por infecciones estreptocócicas, y son responsables de una porción desconocida de los casos de TOC en jóvenes. Pero la biología que sustenta este trastorno ha desconcertado a los científicos.

Esta nueva investigación, publicada en la revista 'American Journal of Psychiatry', identifica como explicación los anticuerpos que se unen a determinadas células cerebrales llamadas interneuronas.

"Es realmente un TOC plus. Estos niños tienen un TOC, pero también pueden tener una severa ansiedad de separación, síntomas motores sutiles y mostrar una necesidad frecuente de orinar. Muchos se niegan a comer", explica el autor principal del trabajo, Christopher Pittenger.

Mientras que del 1 al 3 pro ciento de los niños serán diagnosticados con TOC a la edad de 17 años, la fracción de los casos de TOC que puede ser atribuida a PANDAS es desconocida. Algunos doctores señalan que no hay suficiente evidencia para apoyar el PANDAS como un diagnóstico distinto del TOC. Otros, incluidos muchos padres de niños con el síndrome, sostienen que puede representar un gran subconjunto de niños con TOC.

Pittenger y su equipo decidieron explorar la biología de la enfermedad en una serie de experimentos en los que participaron 27 niños que cumplían los criterios más estrictos para un diagnóstico PANDAS y 23 sujetos de control. Muchos niños con un diagnóstico de PANDAS poseen altos niveles de un anticuerpo que puede atacar interneuronas específicas, neuronas que modifican la señalización de otras células cercanas. Estos anticuerpos se concentran en el estriado, un área del cerebro que está asociada con el control motor voluntario, entre otras funciones, y se sabe que está involucrada en el TOC. Cuando el anticuerpo se une a estas neuronas, reduce su actividad.

Los adultos con el síndrome de Tourette, un síndrome relacionado caracterizado por tics vocales y motores, carecen de las mismas interneuronas estriatales específicas, lo que sugiere que los problemas con estas células pueden desempeñar un papel en varias condiciones. Su laboratorio tiene como objetivo explorar esta biología en otros niños con TOC y síndrome de Tourette para ver cuán extendidos están los anticuerpos que se unen a la neurona en este grupo de condiciones relacionadas.

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