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25 sept. 2020 12:23H
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LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 25 (EUROPA PRESS)

Alrededor de un 10 por ciento de pacientes, algunos jóvenes y previamente sanos, que desarrollan el Covid-19 de forma grave, se debe a que tienen anticuerpos "erróneos" que atacan al propio sistema inmunológico, mientras que al menos un 3,5 por ciento son portadores de mutaciones genéticas que afectan a su respuesta inmunológica, según se desprende de las conclusiones de dos artículos publicados en la revista internacional Science en el que han participado profesionales del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín y del Hospital de La Candelaria, en Tenerife.

Al respecto, indican que en ambos grupos el resultado "es básicamente el mismo", es decir, los pacientes presentan un defecto de la inmunidad mediada por los interferones tipo I, un grupo de 17 proteínas "cruciales" para la protección de las células frente a las infecciones virales, según informó el Ejecutivo regional en nota de prensa.

Estos datos ayudan a conocer por qué el virus es "mucho más grave" en unas personas que en otras de la misma edad (incluyendo, por ejemplo, individuos entre 20 y 30 años previamente sanos que requieren ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos). Además sirven para "comprender, por primera vez, las bases moleculares" que explicarían la razón por lo que la mortalidad es mayor en hombres que en mujeres.

Estos son los primeros resultados obtenidos por investigadores del consorcio internacional Covid Human Genetic Effort, un proyecto codirigido por Jean Laurent Casanova, de la Universidad Rockefeller de Nueva York e investigador del Instituto Médico Howard Hughes, y Helen Su, del Instituto de Alergia y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., en el que participan alrededor de 50 centros de secuenciación.

En estos 50 centro está incluido el Servicio Canario de la Salud coordinado por Carlos Rodríguez Gallego (responsable del servicio de Inmunología del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín) en colaboración con Carlos Flores (Unidad de Investigación del Hospital Nuestra Señora de Candelaria e Instituto Tecnológico y de Energías Renovables del Cabildo Insular de Tenerife) y Rebeca Pérez de Diego (Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz).

En cuanto a la recogida de muestras y de datos clínicos han participado cientos de investigadores de numerosos países, entre ellos del Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, del Complejo Hospitalario Materno Infantil-Insular de Las Palmas de Gran Canaria, del Centro de Salud de Schamann y del Centro de Salud de Guanarteme, ambos situados en Las Palmas de Gran Canaria.

REPERCUSIÓN EN EL TRATAMIENTO DE PACIENTES

Al respecto, el coordinador del Registro Español de Inmunodeficiencias Primarias, Carlos Rodríguez-Gallego, indicó que los resultados obtenidos "probablemente tendrán repercusiones en el manejo y tratamiento de los pacientes con estas alteraciones, ya que permiten identificar a personas con riesgo de sufrir una infección grave y abren la vía para adaptar los tratamientos a los pacientes en función del defecto genético o molecular detectado", lo que dijo es "un ejemplo de medicina personalizada y de precisión".

Por su parte, Carlos Flores expuso que si bien es sabido que la edad, el sexo y la existencia de algunas patologías previas o inmunosupresión, son factores de riesgo para el Covid-19 grave, si bien hay individuos jóvenes, previamente sanos, que desarrollan una infección grave.

En este sentido, apuntó que el estudio del exoma completo con técnicas de secuenciación masiva "ha permitido agilizar enormemente la identificación de las causas genéticas que explican la gravedad de esos pacientes, de ahí que sea cada vez más frecuentemente considerada como un apoyo al diagnóstico en muchos ámbitos médicos".

Así, Carlos Rodríguez y Rebeca Pérez de Diego señalan que en los últimos años las investigaciones sobre inmunodeficiencias han expuesto que la susceptibilidad inusual a ciertas infecciones "es debida a mutaciones genéticas que afectan a la respuesta inmunológica".

En cuanto a las muestras recogidas para estos estudios se han extraído de pacientes de todo el mundo, analizando en el primer estudio más de 650 muestras de pacientes hospitalizados con neumonía grave que requirieron ingreso en UCI (14% de los cuales habían fallecido) y se analizaron también muestras de 530 individuos que tuvieron una infección asintomática o leve. Aquí analizaron en ambos grupos 13 genes que se sabe son críticos para la defensa frente al virus de la gripe y gobiernan la inmunidad mediada por los interferones tipo I.

Los interferones tipo I son parte de la inmunidad innata e intrínseca, los componentes del sistema inmunológico que actúan inmediatamente para combatir y frenar la infección antes de que la inmunidad adquirida o adaptativa comience a desarrollar sus mecanismos efectores de defensa, como la producción de anticuerpos, que tarda varios días en desarrollarse.

En concreto, los interferones tipo I son unas moléculas del grupo de las citocinas producidos por varios tipos de células, especialmente por células del sistema inmunológico, a las pocas horas tras una infección viral. Los interferones secretados son reconocidos por receptores que se encuentran en prácticamente todos los tipos celulares de nuestro organismo y desencadenan una potente actividad frente al virus.

VARIANTES "RARAS"

En este sentido, los estudios han permitido observar que había pacientes graves que tenían variantes "raras" en estos 13 genes y más del 3 por ciento de los pacientes graves tenían mutaciones que afectaban profundamente a alguno de los genes estudiados. Posteriormente se comprobó que las células inmunológicas de estos pacientes no producían interferones tipo I en respuesta al SARS-CoV-2.

Además la Universidad Rockefeller mostró que las células humanas portadoras de esas mutaciones eran más vulnerables al virus, morían en mayor cantidad y más rápidamente que las células sin esas mutaciones.

Finalmente, indican que se conocen al menos tres tipos de enfermedades infecciosas que, además de ser causadas por mutaciones que afectan a determinadas proteínas implicadas en la inmunidad frente a esos microorganismos, pueden ser también la consecuencia de la existencia de anticuerpos producidos "erróneamente" (auto-anticuerpos) frente a esas proteínas.

El estudio también observó 987 pacientes con neumonía grave por SARS-CoV-2, comprobando que más del 10 por ciento de los mismos tenían auto-anticuerpos que se unían y neutralizaban la actividad de interferones tipo I. En algunos casos esos auto-anticuerpos se encontraban presentes en sueros de pacientes obtenidos antes de que los pacientes fueran infectados por el SARS-CoV-2; mientras que en otros fueron detectados en muestras obtenidas al inicio de la infección, antes de que, en caso de ser desencadenados por el virus, el sistema inmunológico pudiera desarrollar la producción de esos anticuerpos.

Los auto-anticuerpos no fueron detectados en 663 individuos con infección por Covid-19 asintomática o leve. Asimismo, al analizar muestras de 1.227 individuos sanos, obtenidas antes de la pandemia de la Covid-19, cuatro individuos (uno de cada 300) tenían estos auto-anticuerpos.

Carlos Rodríguez subraya que los datos obtenidos indican que esos auto-anticuerpos "son la causa de la infección grave y no una consecuencia de la infección", agregando Carlos Flores que el que la mayoría de pacientes con Covid-19 grave con estos autoanticuerpos sean varones (95%) supone que "su producción podría estar relacionada con el sexo".

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