Una de cal y una de arena. Fujitsu acaba de anunciar la prórroga de su contrato con el Servicio Andaluz de Salud (SAS), un acuerdo valorado en 16 millones de euros firmado cuando la Junta quiso aunar en un único contrato toda la gestión de infraestructuras informáticas y de telecomunicaciones de sus centros de procesos y la compañía nipona que en España dirige María Ángeles Delgado fue la adjudicataria. La otra cara de la moneda es más amarga, ya que se ha hecho público que la multinacional prepara un ERE para 191 empleados, un 12 por ciento de su masa laboral, que afectará principalmente a la sede madrileña, aunque también en menor medida a otras como Sevilla o Málaga. Un ERE argumentado por el retroceso de la venta tradicional de Fujitsu y la necesidad de adaptarse a nuevos modelos de negocio...