El sector puntualiza que esta prejubilación no debería repercutir en la pensión de aquellos que la soliciten

Precariedad lleva a los técnicos sanitarios a la prejubilación
José Joaquín Durán, Paco Moreno y Yolanda Blanca Fernández.


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Los sanitarios todavía no saben si podrán acogerse a la jubilación anticipada por peligrosidad o penosidad. Y es que el Real Decreto aprobado hace unas semanas en Consejo de Ministros no señala si las plantillas del Sistema Nacional de Salud (SNS) tendrán la opción de solicitarla. No obstante, algunos de los criterios a valorar para adelantar la edad de retiro encuadran con algunas de las características que lastran su día a día. Uno de los colectivos afectados es el integrado por los técnicos superiores, desde el que acelerar el final de la vida laboral para determinados casos no está mal visto. 

Y es que muchos de los tenientes de un título de Formación Profesional (FP) del campo de la salud llegan a los 52 años -edad máxima planteada por el Ministerio de Seguridad Social para adelantar la jubilación- con un estado de salud deteriorado por la exigencia de sus labores diarias. Motivo por el que los representantes de este sector abogan por ser incluidos en este retiro anticipado. "Tenemos cargas de trabajo complejas a nivel físico y psicológico, por lo que esta opción puede ayudar a aliviar la sensación de hartazgo existente en la profesión", ha compartido el presidente de la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (Setss), José Joaquín Durán, a Redacción Médica

Eso sí, baja su opinión, esta prejubilación no debe ir unida a la reducción de la pensión tras la retirada laboral. "No creo que sea justo después de la presión que soportamos en nuestra rutina", ha puntualizado. Precisamente, esta posible disminución retributiva limitaría el interés en solicitarla. 


"No creo que sea justo reducir las retribuciones después de la presión que soportamos en nuestra rutina", ha puntualizado Durán



Una opinión que comparten con otros profesionales de FP de la infraestructura sanitaria: los técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE). Los representantes sindicales han señalado que la jubilación anticipada no debe ir acompañada de una menor pensión, especialmente al tratarse de una retirada por patología y el bajo sueldo de estos sanitarios, lo que suele traducirse en una menor cotización. Motivo por el que creen que pocos integrantes del colectivo optarán por esta vía.


Consecuencias en la salud de los técnicos


Los egresados de los ciclos superiores de FP en el campo de la salud padecen condiciones adversas en su día a día. Un peligro que viene provocado por la ingente cantidad de agentes perjudiciales que rodean a este perfil sanitario, según han señalado el secretario general del Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios (Sietess), Paco Moreno, y la secretaria de salud laboral de esta misma entidad, Yolanda Blanca Fernández. Desde el laboratorio clínico, en el que existe "riesgo biológico", debido a la manipulación de muestras de pacientes, hasta los Servicios de Radiología, donde los profesionales están expuestos a radiación ionizante. "No es extraño desarrollar cáncer ocupacional, especialmente de tipo hematológico", ha puntualizado Fernández.


"No es extraño desarrollar cáncer ocupacional en determinados servicios", ha alertado Fernández



Una serie de razones por la que se cree que estos profesionales podrían entrar en los criterios demandados por las Administraciones, sobre todo, aquellos relacionados con toxicidad. Asimismo, los técnicos sanitarios también se ven sometidos a los vaivenes laborales que suelen acompañar a los profesionales de la salud, como el alto índice de rotación entre servicios o la prevalencia de los contratos temporales. 


Pasos para solicitar la jubilación anticipada


El texto legal en el que se fundamenta esta 'prejubilación' revela que se podrán pedirla aquellos profesionales que vean afectada su salud o esperanza de vida por la profesión que llevan a cabo. Esta situación deberá demostrarse a través de indicadores como mortalidad, siniestralidad, o proporción de bajas en relación con el puesto de trabajo. También se tendrán en cuenta la rotación, la parcialidad, la edad, el sexo, el tamaño de la empresa o la distribución geográfica.

A su vez, el empleado deberá haber cotizado un mínimo de 15 años y no tener la opción de reubicación en una ocupación relacionada y menos dañina para su bienestar que la que ejercía anteriormente. Una serie de factores que analizará la Dirección de Ordenación Profesional de la Seguridad Social, que debe dar una respuesta en un plazo de seis meses máximo, aunque con la ayuda de un informe técnico del Instituto Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo. Si es positiva, se aplicará el coeficiente reductor. En cambio, si es negativa, no podrá volver a solicitarla hasta dentro de cuatro años.
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