También sirve para fabricar plásticos flexibles y magnéticos



13 jul. 2015 19:22H
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Redacción. Madrid
El grafeno constituye un material en auge por las diversas aplicaciones que se le atribuyen en el campo de la nanotecnología. La última en darse a conocer estriba en la posibilidad de sintetizar con él tejidos y plásticos flexibles y magnéticos, según ha revelado el científico Juan José Palacios, coorganizador de la XXII Escuela Internacional Nicolás Cabrera, organizada con la colaboración de la Fundación BBVA y cuyo título este año es Nuevas direcciones en espintrónica y nanomagnetismo.

“Es difícil predecir ahora las aplicaciones concretas, pero desde luego un plástico magnético suena muy interesante”, ha subrayado.

Otra posibilidad, según Palacios, consistiría en manipular el magnetismo de cada átomo, de forma que cada uno de los átomos de un material funcionara de forma independiente, aunque se ensamblara dentro de una misma estructura.

Entre las ventajas que esto podría aportar figura la posibilidad de "multiplicar enormemente" la capacidad de almacenamiento de datos, dado que cada átomo constituiría una unidad de información. Sin embargo, ha precisado que “está por ver” que sea posible “escribir, borrar y reescribir” información sobre un sistema de estas características y, aún más, si “se puede hacer y es útil”.

Tratamiento del cáncer con nanopartículas

En cuanto a las posibles aplicaciones para tratar el cáncer, los responsables del encuentro han señalado el proyecto Multifun, que precisamente emplea nanopartículas magnéticas para diagnosticar y atacar únicamente las células afectadas por la enfermedad.

“Las nanopartículas funcionan como vehículos para transportar el fármaco a las células tumorales, y además gracias a sus propiedades magnéticas pueden ser calentadas para tratar de quemar el tumor”, han explicado.

En todo caso, los expertos han señalado que el “reto” en el empleo de partículas nanométricas con aplicaciones similares consiste en controlarlas mediante una red eléctrica en lugar de un campo magnético, dado que, según han indicado, “es mucho más sencilla de generar y controlar”.

Los responsables del encuentro, que se ha celebrado en Miraflores de la Sierra (Madrid), han indicado que, en efecto, uno de los “temas estrella” de la edición de este año aborda la posibilidad de fabricar dispositivos de almacenamiento de datos con materiales distintos a los habituales que no solamente sean más baratos sino, sobre todo, que sean más sostenibles y que eviten la utilización “tierras raras”, un grupo de materiales que “ha dado lugar a conflictos geopolíticos y cuya extracción requiere técnicas contaminantes”.

El grafeno es un material basado en el carbono

“Entre estos materiales alternativos están los basados en carbono, como el grafeno. El grafeno no es magnético de forma natural, pero se ha conseguido que lo sea”, han explicado. Precisamente, la nanoespintrónica es la disciplina que investiga la manipulación de los materiales a nivel nanométrico, mediante la ordenación del espín de los electrones del material.

“El espín es una propiedad de los electrones que se encuentran en todos los materiales –han explicado los responsables del encuentro–; el magnetismo que presentan algunos materiales tiene su origen en el espín, más concretamente en el acuerdo al que llegan los electrones en dichos materiales para orientarse apuntando en la misma dirección”, han explicado.
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