La calcificación coronaria se ha convertido en uno de los principales desafíos de la cardiología intervencionista y exige cada vez más precisión, planificación y tecnología. En este contexto, Felipe Hernández, cardiólogo intervencionista del Hospital La Luz de Madrid, y patrono de la Fundación Epic, analiza por qué estas lesiones siguen siendo especialmente complejas, cómo están transformando su abordaje las nuevas herramientas y qué aporta la tercera edición del curso Focus Epic ICP para mejorar los resultados en la práctica clínica.
¿Podría explicarnos brevemente por qué la calcificación coronaria representa actualmente uno de los desafíos más relevantes en la cardiología intervencionista?
Las lesiones coronarias calcificadas suponen un reto para conseguir un buen resultado en el tratamiento de las estenosis de las arterias coronarias. La técnica habitual (dilatación con balones) es muchas veces ineficaz para romper las placas de calcio y aumentar la luz de la arteria, y se requieren materiales y técnicas específicas para obtener un resultado eficaz de manera inmediata y que persista a largo plazo. De forma histórica, en muchos estudios los pacientes con lesiones calcificadas de forma severa sufrían más eventos en el seguimiento, pues el resultado no era tan bueno como en las lesiones no calcificadas.
¿Cuál es la novedad o el valor añadido de esta tercera edición del curso Focus Epic ICP compleja en lesiones calcificadas respecto a las anteriores realizadas en Asturias y Madrid?
El programa incluye no sólo los dispositivos y las técnicas que se utilizan para tratar la calcificación coronaria, también se insiste en la valoración específica del calcio (grosor, longitud, porcentaje circunferencial) por técnicas de imagen invasivas (ultrasonidos, tomografía de coherencia óptica) y no invasivas (TAC coronario). Esto permite planificar la mejor estrategia para obtener un buen resultado y disminuir las complicaciones durante el procedimiento. También se ha ampliado la asistencia, incluyendo cardiólogos en formación en intervencionismo coronario y residentes de Cardiología.
El programa incluye técnicas como la rotablación, la litotricia intravascular, los balones de corte, los balones liberadores y otras tecnologías emergentes. ¿Podría comentarnos cómo están cambiando estas herramientas el abordaje de las lesiones calcificadas y cuál sigue siendo el mayor reto?
El desarrollo de estas tecnologías permite abordar lesiones que antes era muy difícil tratar de forma adecuada, si no imposible. Esto suponía derivar pacientes a cirugía cardíaca, o requerir nuevos procedimientos durante el seguimiento. La decisión de utilizar un protocolo basado inicialmente en la imagen y después avanzar combinando varios dispositivos y/o técnicas permite obtener mejores resultados y disminuir tanto complicaciones inmediatas como la necesidad de reintervenciones.
En su opinión, ¿qué papel juega el intercambio de conocimientos entre cardiólogos intervencionistas y la discusión de casos reales para mejorar la práctica clínica, y cómo se promueve ese intercambio en una reunión como esta?
La interacción que surge en reuniones monográficas centradas en temas específicos y con asistencia reducida permite una transmisión de información muy valiosa, sobre todo para las nuevas generaciones de cardiólogos intervencionistas, que necesitan adquirir experiencia. El formato centrado en casos reales del día a día, incluyendo complicaciones, resulta muy atractivo y permite hacer sugerencias, plantear diferentes opciones terapéuticas e implementar luego el aprendizaje en la práctica clínica habitual.
Mirando hacia los próximos años, ¿cuáles cree que serán las líneas de desarrollo más prometedoras en el manejo de la calcificación coronaria y cómo pueden contribuir foros como este a su implantación en la práctica clínica?
Por un lado, la detección precoz y precisa del calcio coronario mediante las nuevas técnicas de imagen como el TAC Photon Counting, que incrementa tremendamente la definición de la placa y su repercusión en la estenosis de las arterias. En el aspecto del intervencionismo, el desarrollo de nuevos sistemas para fracturar y reducir de forma controlada las placas calcificadas (ultrasonidos, láser) y los dispositivos diseñados para atravesar las lesiones incruzables. La organización de este tipo de reuniones permite difundir la situación actual de la técnica, consolidar las evidencias científicas y avanzar los desarrollos futuros, con el objetivo de mejorar los resultados de los procedimientos, incluso en casos de muy alta complejidad.
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