Las autonomías consideran que su labor es clave para acotar la transmisión ante la relajación de las restricciones

Megabrotes, desescalada y verano 'resucitan' la figura del rastreador Covid


30 jun. 2021 9:00H
SE LEE EN 4 minutos
POR IVÁN FERNÁNDEZ | JESÚS MEDIAVILLA
Mantener la labor de rastreo y a los rastreadores todo el tiempo que sea necesario. Esa es la premisa que rige la estrategia de actuación de todas las comunidades autónomas para detectar los nuevos casos de Covid-19 que se den en su territorio.

Una labor que fue clave en los momentos más duros de la pandemia, pero que, según ha podido saber Redacción Médica por fuentes autonómicas, ahora se mantiene para controlar los megabrotes de Covid-19 como el surgido en los viajes de estudiantes a Mallorca.

Hay comunidades que han decidido conservar la plantilla al completo como Extremadura, que conserva los 300 rastreadores que habilitó al principio de la pandemia, Castilla y León, que aún tiene contratados los 660 que designó al inicio. Mientras que otras como Castilla-La Mancha (834) y Andalucía (953) han bajado ligeramente el número de efectivos aunque se mantienen en un nivel similar y los complementan "adicionalmente" con los profesionales de los centros de Atención Primaria.

Un rastreo centrado en detectar brotes complejos 


Un claro ejemplo de la nueva labor de los rastreadores es Cataluña, donde tras vencer el contrato con Ferrovial y asumir directamente la labor de rastreo mantiene el número de rastreadores por encima de 1.000 y ha modificado su labor para centrarse en la detección de brotes. “Actualmente, a las llamadas de seguimiento que ya se hacían los días 0, 7 y 10 después del contagio, ahora se ha añadido un sistema informático mucho más integrado en el conjunto del sistema sanitario”, explican fuentes autonómicas.

A través de este nuevo proceso pueden derivar los casos complejos, hacer traducciones de llamadas, programar directamente las pruebas a los Equipos de Atención Primaria correspondiente, programar visitas con el médico o enfermera en caso de tener síntomas, detectar necesidades sociales o de vivienda y proponer albergues donde pueden pasar la cuarentena así como tramitar una eventual baja laboral o apoyo psicológico si es necesario.

“Todos estos servicios funcionan de manera territorializada en coordinación con los Servicios de Vigilancia, la cual permite un control mucho más efectivo de los brotes complejos al poder redireccionar recursos a los lugares concretos que más lo necesitan”, aseguran desde el Govern, quien en total cuenta con 1.101 profesionales.

Los rastreadores militares cesan su labor en varias comunidades


Por el contrario, algunas comunidades autónomas han decido mantener a los trabajadores que dependen directamente del servicio de salud y cesar la labor de los militares que el Ministerio de Defensa a ofrecido para ayudar en los momentos más duros de la pandemia. 

“En Aragón el rastreo se ha hecho por parte del personal de Enfermería (se realizaron alrededor de cien contratos nuevos), trabajadores sociales (se contrataron 80) y personal del Ministerio de Defensa. Este lunes se ha realizado una despedida a estos últimos por no ser ya necesarios”, comenta fuentes aragonesas.

Una tónica que se repite también Baleares, donde el número de rastreadores militares ha pasado de 100 a 32, mientras que mantienen al completo los 109 rastreadores que forman parte de la central de coordinación Covid. En la misma línea se sitúa Cantabria, quien ha ‘despedido’ a los 150 rastreadores militares y mantiene los 1450 contratados directamente por la consejería de Sanidad.

¿Hasta cuándo están contratados?


A lo largo de la pandemia los contratos de los rastreadores han estado ligados a las estimaciones de mejora o empeoramiento de la situación epidemiológica. A principios de año se apuntó al verano como la fecha donde la situación mejoraría drásticamente y en base a ello varias comunidades autónomas alargaron los contratos hasta la época estival. Es el caso de Murcia, cuyos 450 rastreadores terminan su contrato el 31 de julio. Sin embargo, según afirman fuentes de la consejería, se prevé la posibilidad de prórroga en función de las necesidades que detecte el Servicio de Epidemiología. 

Una flexibilidad que también marca la relación contractual de los 103 rastreadores de La Rioja. “Sus contratos varían. Se extinguen o amplían dependiendo de la situación”, afirman fuentes autonómica, quienes aseguran que el número de efectivos siempre se ha ajustado a la evolución de la pandemia. “Se ha incrementado en lo peor de algunas olas y luego ha descendido, como ahora”, explican.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.