Los médicos avalan el texto al mismo tiempo que reclaman mayor protagonismo en las recomendaciones nutricionales

La 'dieta saludable' de Consumo no llega al SNS: "Nadie ha leído la guía"
Pablo Pérez Martinez.


29 sept. 2022 17:50H
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POR IVÁN FERNÁNDEZ
Las nuevas recomendaciones alimentarias de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Consumo que lidera Alberto Garzón, han sido bien recibidas por los médicos. El sector sanitario avala todas las recomendaciones y al mismo tiempo lamentan que no hayan contado con ellos para su elaboración y posterior difusión.

“Suscribo el documento, es bastante razonable y, además, me gusta que incluyan el efecto medioambiental y la sostenibilidad porque hay que concienciar a la población”, detalla Pablo Pérez Martínez, internista, director científico del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y uno de los impulsores del estudio Cordioprev, que ha demostrado las bondades de la dieta mediterránea.

Un aval médico que se produce desde la distancia, ya que no se ha contado con ningún referente en nutrición clínica para la elaboración de la guía. "En la guía dietética de Consumo no hay ningún líder médico de este campo, son sobre todo académicos y expertos en la tecnología de los alimentos. Las recomendaciones que se hagan, que van dirigidas a personas mayores o enfermos para reducir enfermedades cardiovasculares y metabólicas, se tienen que basar en una generación de conocimiento, y ya que lo hemos generado se deberían contar con nosotros", reclama el especialista. 

Esta falta de coordinación con la parte sanitaria también se traduce en un bajo impacto de la guía entre los sanitarios. “Esta guía no la hay leído nadie. En el ordenador de todos los médicos debería salir un resumen de este documento, sin embargo, casi ningún médico se ha enterado de esta guía más allá de lo visto en prensa. Al final cada uno sigue las recomendaciones de su sociedad científica y hay que recordar que son los médicos quienes transmiten las recomendaciones a sus pacientes”, reivindica Martínez.  

Aval al menor consumo de carne


Una de las partes más polémicas de esta guía es la reducción, en comparación con las anteriores recomendaciones, del consumo de carne. En esta última actualización de la dieta idea por Consumo se recomienda reducir el consumo de carne a tres días frente a los cuatro de la guía anterior. Además, el Ministerio de Consumo pide priorizar la carne de aves y conejos sobre la de ternera, buey y cerdo y minimizar al máximo el consumo de carne procesada (salchichas, embutidos...).

“Estoy de acuerdo con limitar el consumo de carne. Hemos demostrado en Cordioprev que es beneficioso reducir su consumo. Además, en lo relativo al tipo de carne, estamos alineados con ellos. Nosotros entendemos que hay que priorizar la carne blanca frente a la carne roja. Lo único que sí diferenciaría es que el cerdo es más sano que la ternera o el buey, pero no es carne blanca”.

¿Consumo de pescado y huevo?


Los factores medioambientales que llevan a Consumo a reducir el consumo de carne recomendado, según resalta Martínez, también afectan al pescado. “Está demostrado que el pescado de piscifactoría y pesca de arrastre tiene un mayor impacto en los gases invernadero que el resto de los sistemas de pescas. Consumo recomienda tres raciones a la semana y es razonable siempre que nos centremos en el pescado azul y aquellos con menor aspecto medioambiental”, explica el internista.

En cuanto al pescado, Martínez también aclara el conflicto con aquellos que tienen un alto contenido en mercurio como, por ejemplo, el atún. “Está prohibido para las embarazadas y para el resto, si hay dudas, siempre es mejor consumir pescado que carne, incluso si tiene mercurio el beneficio es mayor que el perjuicio”, resalta el especialista.

Otro de los aspectos en los que difiere ligeramente Martínez es el consumo de huevos. Desde Consumo han tenido en cuenta su alto valor nutricional, que es un alimento asequible y que su impacto ambiental es relativamente bajo, para recomendar un consumo de hasta cuatro huevos a la semana.

“Estoy muy de acuerdo con la guía, pero sí que el consumo del huevo sería recomendable uno a la semana y no cuatro, aunque es razonable en base a los estudios. El huevo no es malo, pero la forma en la que se cocina es mala. Por eso, hay una discordancia entre los estudios americanos y los que hacen los mediterráneos. El colesterol del huevo no se absorbe y lo que sube no es el colesterol malo”, detalla Martínez.
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