El Ministerio de Sanidad ha manifestado su interés en el proyecto galo para este ámbito

 Stéphane Vojetta, diputado de la Asamblea Nacional de Francia, da las claves de la Ley de Publicidad.
Stéphane Vojetta, diputado de la Asamblea Nacional de Francia.


10 mar. 2024 14:15H
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A la ‘influencer’ francesa Popuette Kenza le salió cara la campaña publicitaria que protagonizó recientemente en favor de una marca de blanqueadores dentales. La administración gala la multó con 50.000 euros al amparo de su Ley de protección de consumidores, que ha estrechado el cerco sobre los personajes que se sirven de su fama para hacer propaganda de productos ‘fraudulentos’. En el espejo de Francia se mira ahora el Gobierno español, que próximamente aprobará una nueva norma para reforzar la transparencia y la honestidad de la publicidad sanitaria. Una estrategia que en el país vecino aplauden, aunque consideran que su alcance es demasiado limitado.

“Tenemos que quitar las trampas que nos ponemos en Europa”, enfatiza Stéphane Vojetta, diputado de la Asamblea Nacional de Francia e impulsor de esta ley que regula la actividad de los llamados creadores de contenido. En declaraciones a Redacción Médica, el mandatario de Renaissance (partido que fundó Emmanuel Macron, presidente de la República) pone en valor los efectos de una norma que ha reducido la difusión de mensajes fraudulentos sobre servicios o productos de naturaleza sanitaria, como pueden ser los tratamientos dentales o los dermoestéticos.

Multas de hasta 300.000 euros por publicidad engañosa


“Nos dimos cuenta de que ciertos ‘influencers’ hacen promociones de productos que conllevan riesgos financieros o de salud para las personas y que estaban causando víctimas”, recalca el dirigente socioliberal. En este escenario, la Asamblea Nacional gala ratificó el pasado mayo una nueva normativa que contempla multas de hasta 300.000 euros por la promoción de apuestas o cirugías estéticas, entre otros servicios; o bien por la difusión de imágenes o informaciones exageradas de productos (no se logró restringir la publicidad de medicamentos tradicionales). Dicha estrategia, añade Vojetta, vino acompañada de una campaña de sensibilización ciudadana con advertencias en redes sociales sobre los peligros que conlleva este tipo de publicidad.


"Francia no puede actuar contra influencers que emiten en España u otros Estados, la UE tiene que tomar las riendas" 



El ‘radar’ del Ejecutivo francés no solo capta a los creadores de contenido que emiten desde el país vecino, sino también a los que lo hacen desde puntos como Dubai, considerada ‘la Meca del lujo’ y destino frecuente de ‘influencers’ afamados. Si uno de ellos emite publicidad engañosa desde los Emiratos Árabes se expone a ser sancionado por las autoridades francesas. Sin embargo, no ocurre lo mismo cuando los mensajes proceden de España, Italia, Alemania o cualquier otro país del entorno comunitario. “La Unión Europea no lo quiere porque no encaja con su manera de funcionar, ya que entiende que hay que atenerse a la Ley de origen; por eso estamos interesados en que se apliquen medidas en otros Estados y la UE tiene que tomar las riendas”, concluye.

Medidas de la Ley española de Publicidad Sanitaria


Recientemente, el Ministerio de Sanidad español dio el penúltimo paso para la aprobación de su Ley de Publicidad Sanitaria, que también establece límites a las campañas protagonizadas por ‘influencers’ o ‘bloguers’, así como por los profesionales sanitarios, que “no podrán involucrarse activamente en actividades de promoción ni publicidad al público”.

De esta forma, los publicistas no podrán sugerir que los beneficios de un fármaco o producto se deben al carácter natural de su composición, ni tampoco referirse “de forma exagerada o engañosa” a testimonios de personas o pacientes reales o ficticios cuyo uso del producto haya sido beneficioso”.

En palabras de Vojetta, la norma española “se parece en muchos aspectos a la francesa”, aunque existe una diferencia notable en lo que respecta al umbral de aplicación de la misma. En concreto, el mandatario galo lamenta que estas reglas no vayan a afectar a los creadores de contenido con ingresos inferiores a los 500.000 euros o con menos de dos millones de seguidores.

He hablado con ministros españoles de que es peligroso, porque va a provocar que pocos ‘influencers’ se vean afectados y se crea un incentivo para que las empresas escojan creadores de contenido más pequeños”, advierte.
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