Shirley Pérez, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital Reina Sofía de Murcia.
¿Cuál es el calzado más adecuado para los profesionales sanitarios que trabajan en hospitales y centros de salud? ¿Qué prácticas son incorrectas en su uso? Shirley Pérez, especialista en
Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital Reina Sofía de Murcia, responde a estas cuestiones y explica cuáles son las consecuencias negativas que puede conllevar una falta de higiene en esta parte de la indumentaria de un médico.
"En zonas como el quirófano se recomienda el uso de zuecos de plástico, porque es uno de los lugares donde más se puede generar
un elevado número de secreciones en el calzado", admite Pérez a
Redacción Médica. "Ese calzado, como cualquier otro expuesto a una fuente de contaminación, se tiene que lavar posteriormente", añade, señalando que "son zuecos también diseñados para ello".
Además, sobre el
uso de calcetines en este tipo de zapatos, la facultativa señala que es imprescindible llevarlos. "Hay que llevar el zueco y un calcetín limpio, que posteriormente deberá ser lavado cuanto antes", afirma, añadiendo que también "debería incluirse al circuito de lavado con el resto de ropa que pueda contener una posible fuente de contaminación". De hecho, sobre esta cuestión, cada vez son más los pacientes y profesionales que inundan las redes sociales calificando esa práctica como
"desagradable, no higiénica y poco profesional".
Suciedad en el calzado de sanitarios: "Es incoherente"
Pero, fuera de las áreas donde se concentran más secreciones, ¿cuál es el calzado más indicado? Pérez explica a este periódico que "lo adecuado, al igual que se utiliza ropa de trabajo, los zapatos también lo sean". "Hay que evitar el calzado con el que se sale de casa y cuando se trabaja en otras zonas no quirúrgicas, el más adecuado es
el botín con velcro", afirma.
Sin embargo, Pérez también admite que se trata de
un tema "muy individual". "El calzado de los sanitarios necesita una limpieza sistemática, es entendible que igual en algunas áreas esa limpieza pueda alargarse más días, pero es una práctica de sentido común y responsabilidad de cada uno". Además, la facultativa señala que hay que tener siempre en cuenta que "la manipulación sin una posterior medida de correción puede conllevar a un
riesgo de trasmisión cruzada".
"Si tu deber es brindar salud,
no va en consonancia el hecho de que
no cumplas unas normas de higiene"
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"Obviamente hay siempre una probabilidad de error en cada acción y si en tus zuecos hay cierta cantidad de suciedad y, posteriormente, tocas el zapato y no te limpas las manos,
eres una fuente constante de contagio", explica Pérez, poniendo también el siguiente ejemplo. "Si hay obras en un hospital y entras a quirófano es lógico tener partículas en el calzado, por tanto, si no te limpias los zuecos, al moverte dentro de ese espacio esas partículas pueden flotar en un ambiente donde es peligroso que eso suceda", señala.
Por último, Pérez hace especial hincapié en que estas situaciones no solo son un peligro para la salud, sino "la mala imagen que esas prácticas proyectan al resto de ese profesional sanitario".
"Ser sanitario y llevar el calzado lleno de suciedad es incoherente", admite, antes de concluir que "cuando tu deber es brindar salud, no va en consonancia el hecho de que no cumplas unas normas de higiene". "No provocas confianza en el paciente y pierdes credibilidad", afirma.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.