La OCDE aboga por mejorar las políticas de fiscalización para que la fidelización de marca no influya en los precios

Análisis del gasto en biosimilares, según la OCDE
Mathias Cormann, director general de la OCDE.


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Un informe de OCDE deja a España en buen lugar en dos aspectos ligados a la promoción de medicamentos biosimilares. Tomando como referencia datos de 2023, en el documento se destaca, por un lado, que los biosimilares representan más del 30 por ciento del mercado farmacéutico español accesible, por encima del 22 por ciento de media en los países de la OCDE. Además, en lo que se refiere a transparencia de los pagos o beneficios que las empresas farmacéuticas otorgan a profesionales y organizaciones médicas en cuestiones promocionales, España no sólo aprobó, sino que obtuvo un sobresaliente.

En el documento, la OCDE valora que la inversión en medicamentos biosimilares represente un porcentaje cada vez mayor del gasto farmacéutico, lo cual hace que el “uso eficiente” de este tipo de fármacos “sea crucial para ampliar el acceso de los pacientes y generar ahorros en los sistemas de salud”. Sin embargo, se advierte de que ese impulso varía “considerablemente” entre los países de la OCDE. “Las empresas a menudo fomentan la fidelidad a la marca, lo que afecta a la sensibilidad del precio entre prescriptores y pacientes, y genera inquietud sobre si la regulación de la promoción influye en la competencia con los biosimilares”.

Según el informe, en 2023, los biosimilares representaron más del 30 por ciento del mercado farmacéutico accesible en áreas terapéuticas seleccionadas de Italia, España y Suecia, frente a menos del 10 por ciento en Suiza, Eslovenia y Hungría. La media de la OCDE fue del 22 por ciento. España está muy cerca de la previsión de gasto en medicamentos biológicos para 2027, que será del 35 por ciento a nivel mundial, de acuerdo a la OCDE.

Transparencia en el gasto en publicidad farmacéutica


En el documento también se resalta, de forma paralela, que, en 2022, el gasto mundial en publicidad farmacéutica creció hasta los 53.200 millones de dólares, un 10,8 por ciento más respecto a 2021, según una encuesta de Iqvia. La OCDE indica que muchos países han implementado “leyes de transparencia” para arrojar luz sobre la relación entre las compañías farmacéuticos y los agentes implicados en la promoción de sus medicamentos, incluidos los profesionales sanitarios.

En todo caso, “existen disparidades significativas en el cumplimiento de las regulaciones de transparencia y en la integridad de las bases de datos entre países”. En el informe se cita un estudio que, partiendo de la base de datos Euros for Docs del periodo 2017-2019, reveló que sólo el 19 por ciento de los pagos y beneficios declarados por la industria farmacéutica incluía el nombre de la organización o el profesional destinatario. En España, el porcentaje fue del cien por cien, frente al 79 por ciento de Suecia, el 73 por ciento de Suiza, el 67 por ciento de Italia, el 60 por ciento de Reino Unido y el 59 por ciento de Irlanda.

Recomendaciones de la OCDE sobre biosimilares


En sus conclusiones, la OCDE lamenta que, aunque los efectos de las políticas sobre biosimilares en gasto y acceso están cada vez mejor documentados, el contexto regulatorio de la promoción farmacéutica ha recibido “relativamente” poca atención sistemática. “La promoción afecta a las políticas de precios, reembolso, adquisición y prescripción de formas que pueden influir tanto en la competencia como en el comportamiento de prescripción. Si no se tiene en cuenta esta dimensión, las políticas sobre biosimilares pueden pasar por alto dinámicas importantes del mercado”, reza el informe.

Por ello, se recomienda impulsar políticas que afiancen la regulación de la promoción de biosimilares. No obstante, al mismo tiempo se advierte de que centrarse únicamente en “la rigurosidad normativa” ofrecería “una visión limitada de la magnitud de los esfuerzos de la industria por promover productos y generar fidelidad a la marca”. Ante esa circunstancia, se plantea que los gobiernos apuesten por contar con “información más sistemática sobre los canales y los gastos de marketing, incluidas las tácticas no convencionales”.

“En algunos casos, esto podría implicar la divulgación de las relaciones financieras entre las empresas, los prescriptores y los pagadores. Vincular dichos datos con los patrones de prescripción y uso podría ayudar a identificar en qué casos la actividad promocional corre el riesgo de influir en las decisiones clínicas o de reducir la eficiencia en la prescripción”, según la OCDE. Finalmente, se indica que incorporar al debate político de manera más completa las consideraciones sobre eficiencia del gasto ligadas al acceso a biosimilares “podría ayudar a los países a alinear incentivos, mejorar la transparencia y reforzar la competencia”.
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