Félix Espoz. Madrid
Según reconoce, aún no conocen las cifras exactas de personas que pueden verse afectadas por esta medida, “pero es cierto que será un número importante, más en algunas ciudades que en otras”. Asegura que son personas con necesidades de salud que eran cubiertas en Atención Primaria, consultas externas, etc., “ahora sólo les queda un sitio, Urgencias”.
Argumenta que el acceso a Urgencias no tiene ninguna limitación, ya que es la propia persona la que determina cuándo “una cosa es urgente o no”, motivo por el cual considera que “va a aumentar la frecuentación y la sobrecarga. Y, sobre todo, va a aumentar la conflictividad, porque los servicios de Urgencias no están habilitados para dar algunas prestaciones. Además, algunas personas pueden llegar a exagerar sus síntomas para completar la asistencia”. Explica que los problemas se presentarán cuando un profesional evalúe a un paciente y no considere que se trate de un tema urgente y le quiera dar de alta. “Si el paciente no está conforme va a exigir que se le ingrese, que se le dé medicación o que se le haga pruebas diagnósticas”. Sobre si aumentarán los tiempos de espera, el presidente de Semes afirma que “hay mecanismos para evitar que las esperas no afecten a los pacientes más graves”, pero “si va a haber más gente, y a esto se le suma recortes en personal de las plantillas de Urgencias, aumentarán los tiempos y el gasto. Cuando se trabaja en malas condiciones hay un coste añadido que posiblemente puede anular el potencial ahorro que se pretende generar con estos pacientes”. |