Ante el diagnóstico ambiguo, el papel del facultativo es clave para evitar un coladero de Incapacidades Temporales

Barrera "clínica" del médico para controlar las bajas por longcovid
Alfonso Apellaniz y Pilar Rodríguez Ledo.


21 sept. 2022 16:00H
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Los síntomas asociados al covid persistente o longcovid en muchas ocasiones llegan a ser incapacitantes e impiden a los afectados desarrollar con normalidad sus trabajos. Un reconocimiento que una parte del colectivo médico está luchando para que se traduzcan en Incapacidades Temporales (IT). Sin embargo, desde Medicina del Trabajo alertan que la ambigüedad de los síntomas y su duración en algunos casos puede hacer que la enfermedad se convierta en un 'coladero' de bajas laborales para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Una mala praxis médica que, según aseguran desde la Red Española de Investigación en Covid Persistente (REiCOP), podría controlarse aplicando un buen "examen clínico". 

Para Alfonso Apellaniz, vocal de la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (Semts), el principal riesgo es que tiene un diagnóstico "muy poco concreto". "No hay sintomatología clara y reconocida y, como el diagnóstico es dificultoso, y eso es una realidad, se crea una certidumbre en el diagnóstico; el médico de cabecera o de empresa se enfrenta a síntomas que muchas veces son difíciles de acotar". 


Síntomas "difíciles de determinar"


En ese sentido, Apellaniz, entiende que el paciente cuenta sus síntomas, que pueden ser astenia, o malestar general, entre otros, pero estos son "difícil de determinar". Por ello, asegura que, en el escenario de las bajas por longcovid, hay casos en los que "efectivamente se están prolongando en el tiempo". 

Una opinión que contrasta con la expuesta por la presidenta de REiCOP, Pilar Rodríguez Ledo, quien considera que la IT por covid persistente hay que abordarla con seriedad, con justificación clínica y con respeto al paciente. "No puede ser un coladero, pero tampoco puede dejarse de reconocer a aquel que tiene una enfermedad que le imposibilita para su trabajo", reivindica la facultativa. 

Por ello, Ledo considera que "con sentido común y con cabeza, un trabajo clínico bien hecho supone una prescripción de una incapacidad temporal adecuada que respete la situación funcional del paciente a la hora de desempeñar su trabajo. Además, también se debe reconocer la enfermedad. Si las cosas se hacen con seriedad y bien, no tiene por qué ser un coladero". 

La decisión correcta, en manos del sanitario


Para abordar el problema, el vocal de la Semts explica que "el primer paso es definir claramente lo que es la enfermedad", aunque reconoce que es difícil. "Se tiene que llegar a una especie de acuerdo para definir el diagnóstico: qué enfermedad es, cuáles son sus síntomas y de qué manera debemos diagnosticarla", dice y añade que "este proceso es complejo", porque muchas veces los síntomas son sensaciones muy difíciles de demostrar. 

Esta falta de definición diagnóstica, según la presidenta de REiCOP, no debe ser un "escusa" para evitar que se den IT que sean reales. "La principal herramienta que tiene el médico es la valoración clínica del paciente. ¿Cómo se hace un diagnóstico de una lumbalgia? Con una exploración física. Hay muchas que no tienen una traducción en una hernia u otro problema, lo que se valora es la incapacidad funcional. Aquí es lo mismo, no podemos escudarnos en la dificultad que tiene una valoración clínica no basada en hechos objetivos para dejar de reconocer que un paciente tiene una enfermedad que le produce una discapacidad funcional que le dificulta para su trabajo", reivindica Ledo. 

Para la facultativa, los médicos deben ser clínicos en el covid persistente, al igual que en el resto de las enfermedades. "Cuando una enfermedad se mide con parámetros objetivos no requiere de mucha ciencia, se hace la prueba y esta da el resultado. Cuando esto no es así, es cuando se pone a prueba al sanitario. Tenemos que ser clínicos y estar comprometidos con el sistema y el paciente", concluye la presidenta de REiCOP. 

Cabe recordar que hace unos meses, REiCOP empezó el desarrollo de un proyecto para ampliar el conocimiento de esta enfermedad y, de esta manera, mejorar su diagnóstico y tratamiento. Uno de los puntos más relevantes del proyecto es que entienden la afección como una enfermedad laboral

Por otro lado, el Gobierno ha abierto la puerta recientemente a la posibilidad de que los profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS) puedan adquirir la condición de incapacidad absoluta a consecuencia del covid persistente. La Seguridad Social ha reconocido ya los primeros casos en Guipúzcoa, lo que supone un punto de inflexión en la batalla personal de estos trabajadores que asisten al final de la inhabilitación temporal que se les concedió por síntomas del virus que aún arrastran.
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