Fernando Moro, jefe de Sanidad de la UME.
El pasado 12 de agosto comenzó la
fase de preemergencia en varios territorios españoles. Entre ellos,
León y Ourense. Fue en ese momento cuando comenzó uno de los acontecimientos más duros de todo el verano. Pueblos arrasados por el fuego, hectáreas quemadas y muchos afectados. Pero no solo ciudadanos de a pie, sino también
profesionales y voluntarios que arriesgaron sus vidas por el bien común.
Y ahí estuvo una vez más la
Unidad Militar de Emergencia (UME), creada en 2005 con el objetivo de
intervenir en situaciones de emergencia y/o catástrofes naturales. Un cuerpo que, dentro de los profesionales que lo componen, cuenta con una sección sanitaria, liderada por
Fernando Moro.
Se trata de "una sanidad muy operativa, encaminada a ser proyectada sobre el terreno". El equipo que dirige el jefe de Sanidad de la UME está conformado por
médicos, enfermeros, farmacéuticos, psicólogos e incluso veterinarios. "Apoyamos con carácter preventivo a todas las unidades que se despliegan", apunta a
Redacción Médica Moro.
El corazón de los incendios forestales
Y es que "cualquier elemento de intervención siempre lleva agregado un elemento sanitario". Ejemplo de ello es lo ocurrido en Valencia con la DANA, pero también lo que tuvo lugar hace dos semanas en ciertos montes, bosques y pueblos de este país. Acompañan, por ejemplo al
Equipo Contra Incendios Forestales (ECIF) de la UME, otros de los verdaderos protagonistas de esta batalla.
Entre los recursos que emplea la UME, según Moro, destacan las
ambulancias de soporte vital avanzado, aunque, en casos de gran importancia, se pueden llegar a desplegar puestos sanitarios avanzados o, en casos menos urgentes,
puestos de socorro. Eso sí, no vale cualquiera para realizar este tipo de intervenciones.
Actuación de la UME durante un incendio.
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Formación sanitaria en la UME
Los profesionales sanitarios de la UME están especializados en catástrofes y llevan adquirida una
formación específica en incidentes con múltiples víctimas o en pacientes traumatológicos: "Son los que más solemos ver en nuestras intevenciones". Algo similar a la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, que
llega por primera vez a la convocatoria MIR de 2026, aunque no es lo mismo. "Yo llevo siendo especialista militar en Urgencias desde hace siete u ocho años. Al final, es el perfil que buscamos. Los médicos y enfermeros tienen que tener esa formación", explica. Y es que "la sanidad militar, en ese sentido, va por delante de la sanidad civil".
"La sanidad militar, respecto a la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, va por delante de la civil"
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Aparte de ello, Moro afirma que todos los componentes de la UME han tenido experiencia en
misiones internacionales, por lo que se trata de personas que llevan mucho tiempo trabajando en urgencias: "Tenemos una capacidad de resiliencia importante".
Una ambulancia detrás de un incendio forestal.
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Recursos y planificación, claves para la UME
"En total, la UME cuenta con siete médicos,
31 enfermeros y unos 50 técnicos sanitarios propios de la Unidad", incide. Pero no solo eso, ya que disponen de 25 ambulancias de soporte vital avanzado. De todas formas, siempre hay que contabilizar el resto de recursos que se ponen a disposicion de la UME, tanto personales como materiales, en situaciones de riesgo, aunque tienen que ser solicitados por el propio organismo.
Hay que tener en cuenta que estos profesionales se enfrentan a mucha presión en su día a día. Incendios, inundaciones, emergencias... Unas situaciones que requieren de "una planificación importante". "Hay que saber dimensionar un poco los apoyos sanitarios. En la UME debemos tener una sanidad muy cohesionada y muy escalonada, es decir,
debemos apoyarnos mucho entre nosotros porque, aunque algunos no sean sanitarios, todos tenemos una formación muy importante para actuar en un primer momento", profundiza.
"Muchas veces las zonas son muy hostiles, por lo que aparte de los militares, tenemos que atender a los propios habitantes"
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Así, entre todos, consiguen atender
tanto al personal militar como a la población civil. "Muchas veces las zonas son muy hostiles, por lo que tenemos que atender a los propios habitantes", anota.
Actuación militar en la DANA
Sin duda, para Moro, lo sucedido hace dos semanas "es
una de las campañas más exigentes desde 2006, tanto por el número de incendios como por el tiempo tan limitado en el que tuvieron lugar". Eso sí, a nivel sanitario, la DANA sobrepasó fronteras. "Hubo poco tiempo, se colapsó una zona muy grande con muchos habitantes, no había centros de salud y los facultativos no daban llegado a atender a la gente", explica. Y es que, por su parte, en los incendios "la atención civil es menor".
De esta forma, el equipo de Moro se enfrenta a las grandes emergencias que padece nuestro país. Con un personal "escalonado" y cohesionado con un objetivo:
protegernos y protegerlos.
Fernando Moro y una de las ambulancias de soporte vital avanzado de la UME
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