Los participantes que fueron a destinos urbanos sufrieron más ansiedades y frustraciones

Los efectos psicológicos de irte de vacaciones sin Instagram ni Google Maps
Quienes participaron se relacionaron más con otros viajeros.


14 ago. 2019 1:00H
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Una nueva investigación realizada por las universidad de East Anglia (UEA), Greenwich y la Universidad Tecnológica de Auckland (AUT), en Australia, revela el viaje emocional que los turistas realizan cuando se desconectan de la tecnología y las redes sociales mientras viajan.

El estudio, publicado en el 'Journal of Travel Research', investigó cómo la participación en el turismo libre de dispositivos digitales afectó a las experiencias de vacaciones de los viajeros. Implicó perder el acceso a tecnologías como teléfonos móviles, ordenadores portátiles, tabletas, internet, redes sociales y herramientas de navegación.

Los investigadores, que también participaron en el estudio, examinaron las emociones de los participantes antes de desconectarse, durante su desconexión y después de volver a conectarse.

Después de un tiempo sintieron liberación


Los hallazgos muestran que hubo ansiedad inicial, frustración y síntomas de abstinencia entre muchos de los viajeros, pero luego crecieron los niveles de aceptación, disfrute e incluso liberación.


"Muchas personas se están cansando cada vez más de la conexión constante a través de las tecnologías"


Esta circunstancia justifica que la demanda de las llamadas vacaciones de 'desintoxicación digital' esté en aumento. El autor principal, Wenjie Cai, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Greenwich, señala que, "en el mundo actual, siempre conectado, las personas están acostumbradas al acceso constante a la información y a los diversos servicios proporcionados por diferentes aplicaciones".

"Sin embargo -prosigue-, muchas personas se están cansando cada vez más de la conexión constante a través de las tecnologías y hay una tendencia creciente para el turismo digital libre, por lo que es útil ver el viaje emocional que están experimentando estos viajeros".

"Nuestros participantes -añade- informaron que no solo se relacionaron más con otros viajeros y locales durante sus viajes desconectados, sino que también pasaron más tiempo con sus compañeros de viaje".

Pérdida y ganancia de oportunidades tecnológicas


Además de fijarse en las emociones, Cai, en colaboración con Brad McKenna, de la Norwich Business School de la UEA, y Lena Waizenegger, de la AUT, utilizó la teoría de la capacidad de pago para comprender la pérdida o ganancia de oportunidades tecnológicas mientras los viajeros se dedican al turismo digital libre. Por ejemplo, Google Maps permite la navegación y, cuando se les quita, los participantes pierden la capacidad de navegar, lo que causó ansiedad en algunos de ellos.

McKenna explica que los hallazgos tienen implicaciones valiosas para los operadores turísticos y las organizaciones de gestión de destinos para obtener una mejor comprensión de las emociones de los viajeros al desarrollar paquetes 'fuera de la red' o productos turísticos conocedores de la tecnología.

"Comprender lo que desencadena las emociones negativas y positivas de los consumidores puede ayudar a los proveedores de servicios a mejorar los productos y las estrategias de marketing -apunta McKenna--. Los viajes que realizaron nuestros viajeros variaron en términos de duración y tipos de destinos, lo que proporciona información útil sobre diversos factores que influyen en las emociones".

"Descubrimos que algunos participantes aceptaron y disfrutaron de la experiencia desconectada inmediatamente o después de luchar inicialmente, mientras que para otros tomó un poco más de tiempo aceptar la experiencia desconectada -detalla-. Muchos también señalaron que estaban mucho más atentos y centrados en su entorno mientras estaban desconectados, en lugar de distraerse con los mensajes entrantes, notificaciones o alertas de sus aplicaciones móviles".

Lo más destacado: lo que no estaba en las webs


En total, 24 participantes de siete países viajaron a 17 países y regiones durante el estudio. La mayoría se desconectó durante más de 24 horas y los datos se recopilaron a través de diarios y entrevistas.


"Descubrimos que algunos participantes disfrutaron la experiencia conectada"


Al hablar con otros viajeros, especialmente los locales, muchos informaron que se les dio excelentes consejos y aprendieron más sobre lugares de interés turístico y las playas que no estaban en ningún sitio web o en las guías turísticas, pero fueron lo más destacado de sus viajes.

Una vez que se volvieron a conectar, muchos participantes aseguraron que se sintieron molestos y abrumados en cuanto vieron todos los mensajes entrantes y notificaciones que recibieron durante los días que estuvieron desconectados. Sin embargo, después de haber disfrutado el compromiso con los locales y el entorno físico durante la desconexión, algunos decidieron tener otra desintoxicación digital en el futuro.

Varios factores afectaron la forma en que los viajeros percibieron la experiencia del turismo digital libre. Los participantes sufrieron ansiedades y frustraciones más en los destinos urbanos debido a la necesidad de navegación, acceso instantáneo a la información y búsqueda de recomendaciones digitales de boca en boca. Los de destinos rurales y naturales tienden a tener síntomas de abstinencia relacionados con la necesidad de matar el tiempo.

Más facilidad entre los que viajan en compañía 


Los participantes que viajaban en pareja o en grupo tendían a tener más confianza para desconectarse que los viajeros solos. Informaron que sufrieron menos o incluso no tuvieron síntomas negativos de abstinencia cuando viajaban con compañeros conectados; mientras que los viajeros solos tienden a sentirse vulnerables sin asistencia tecnológica para amortiguar las diferencias culturales, como un idioma desconocido.

A nivel personal, los síntomas de abstinencia tendieron a ser más fuertes para los viajeros que participaron en el turismo sin medios digitales con muchos compromisos sociales y profesionales. También eran más propensos a tener experiencias negativas desconectadas.

Algunos participantes lo intentaron, pero no pudieron desconectarse durante sus viajes, ya sea porque no se sentían seguros y pensaban que se perderían, o porque tenían compromisos privados que no les permitían no estar disponibles.
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