Estudiantes durante un examen.
Los
futuros médicos se encuentran a las puertas de la elección de
Universidad. Y es que el mes de junio es una fecha clave para todos ellos. Se enfrentan a la
PAU, a la publicación de las notas y, por último, a una decisión clave: el centro en el que estudiarán el
Grado de Medicina. Un dilema al que tendrán que hacer frente con su nota de corte, que en el caso de la rama sanitaria se encuentra entre las más altas, y que puede derivar a que muchos de ellos opten por un
centro universitario privado. O que, por una simple decisión personal, escojan la privada. Aunque este tipo de universidades también tienen sus propios
filtros.
O bien a la entrada de verano o bien en los meses previos a la
Prueba de Acceso a la Universidad (PAU),
las universidades privadas comienzan con su ‘criba’. Unos exámenes que son distintos dependiendo del centro, tal y como han confirmado fuentes de los centros a este periódico.
La prueba teórica para entrar a Medicina en la privada
Por un lado, unos centros priman más aquellos contenidos relacionados con el conocimiento
más teórico. Es decir, desde pruebas similares a los exámenes de segundo de bachillerato de ciencias. Este es el caso, por ejemplo, de la
Universidad de Navarra, que pone a disposición de los alumnos una prueba dividida en tres bloques: Biología, Química y Física.
Este examen, al que ha tenido acceso
Redacción Medica, tiene
preguntas de la talla del nombre que recibe el cociente entre el vector desplazamiento entre dos posiciones y el intervalo de tiempo transcurrido; la cantidad de gramos de glucosa se requieren para preparar 1000 ml de una disolución acuosa 0.1 M; la identificación de los grupos funcionales de un compuesto; o la definición de lisogenia.
Asimismo, la ponderación de cada uno de los bloques difiere en el caso de la Universidad de Navarra. Así,
Biología tiene 50 preguntas que cuentan un 30 por ciento;
Química otras 50 con otro 30 por ciento; y
Física, con 50 preguntas que cuentan un 25 por ciento. A todo ello se suma una prueba de
comprensión lectora sobre un artículo científico que tiene 30 preguntas test y que pondera un 15 por ciento para la nota final.
Desde la
Universidad de Navarra también explican a este periódico que cada año son cerca de
1.500 los aspirantes que se postulan para entrar a una de las 200 plazas disponibles.
Otra de las universidades privadas que también cuenta con este tipo de examen teórico es la
CEU San Pablo. En este caso, como confirman desde el propio centro, las pruebas se hacen conjuntamente entre el Departamento de Admisión y la Facultad de Medicina.
“Se lleva a cabo un
riguroso proceso de selección”, explican las fuentes consultadas por este periódico. Primero, apuntan que se valora el
expediente académico de primero de Bachillerato, cuya nota media “representa un 60 por ciento de la puntuación total”. Es aquí donde también inciden en que “los estudiantes deben presentarse, al menos, a una de las convocatorias de examen interno de la Universidad”.
En lo referente a la prueba, los futuros médicos contarán con dos horas y media para responden a 130 preguntas tipo test. Estas, confirman desde la
Universidad CEU San Pablo, están distribuidas en Biología (40 preguntas), Química (30 preguntas) e inglés (60
preguntas).
Otro de los datos que destaca el centro es el hecho de que las
respuestas incorrectas no penalizan. Además, la prueba supone el 40 por ciento de la valoración total (a la que hay que sumar ese 60 por ciento de primero de Bachillerato). Así, el peso por bloques es un “35 por ciento para Biología y Química, y un 54% para Inglés”.
“Aproximadamente
el 85 por ciento de los candidatos supera las pruebas cada año”, confían desde la Universidad CEU San Pablo. No obstante, matizan que las calificaciones obtenidas en cada fase determinan la posición de cada estudiante en el proceso de admisión. Es decir, “cuanto más alta sea la nota, mayores serán las opciones de obtener la plaza deseada”.
Una prueba de habilidades para estudiar Medicina
La prueba teórica no es el único filtro que utilizan las universidades privadas para ‘captar’ a los futuros estudiantes de
Medicina. Otros centros como la
Universidad Francisco de Vitoria centran su examen en priorizar “el perfil de
habilidades y competencias que pueda tener los alumnos, realizando test psicotécnicos y entrevistas personales”.
Así lo explica Lucía González, orientadora de la
Universidad Francisco de Vitoria, quien desengrana las claves de este tipo de pruebas de acceso a Medicina. “Los conocimientos ya los tenemos en cuenta solicitando calificaciones y, por tanto, lo que nos interesa es
conocer su capacidad cognitiva y compatibilidad con el Grado a nivel de habilidades y competencias personales”, incide al respecto. Y remata: “Para nosotros es muy importante saber cómo es el alumno y no solamente cuánto sabe”.
Sobre los resultados de esta prueba, desde el centro universitario revelan que “no existen aprobados o suspensos”. Es decir, miden a través de un ranking en el que los candidatos tienen mejor o peor posición “atendiendo a la
ponderación del test psicotécnico y su expediente académico”. Tampoco hacen referencia al número de admitidos cada año, tan solo comentan que el número depende del número de plazas ofertadas en cada curso.
En este marco,
Redacción Médica ha intentado acceder a uno de los exámenes de centros privados como la Universidad Francisco de Vitoria. Desde el propio espacio no distribuyen este tipo de pruebas ya que, según ellos, lo que más se valora es la
“espontaneidad del candidato”. “No son pruebas de contenidos y por tanto, no es necesaria una preparación previa. Si facilitáramos ejemplos de test, los resultados no nos aportarían tanta información”, rematan al respecto.
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