Iñañi Ereño, consejero delegado de Sanitas.                                            
                                        
                                        
                                            La 
digitalización ha irrumpido en el sector de la salud para modificar las 
fórmulas tradicionales de la 
Medicina, desde el tratamiento hasta la relación con el paciente. Como parte de esta disrupción, las 
videoconsultas se presentan como
 una de las soluciones digitales con mayor proyección en el ámbito asistencial y así lo 
evidencia la evolución observada por Sanitas en los últimos años. A cierre de 2018, la compañía registró un 
ocho por ciento de consultas digitales, una cifra que se ha 
multiplicado por cinco con respecto al año anterior y que supone
 alrededor de 2.000 citas virtuales al mes.
"Para proveer de la mejor atención médica también a través de estos nuevos canales,
 más de 160 médicos de la compañía han elaborado un documento que establece en qué situaciones el desarrollo de una videoconsulta se considera de utilidad o adecuado por especialidad", establece la aseguradora en un comunicado.
	"El paciente que prueba la videoconsulta repite"
	
		
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					"El 70% de las consultas no requieren que el médico toque al paciente para realizar un diagnóstico"  
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Según los datos de Sanitas, la mayoría de las videoconsultas se producen por 
teléfono y tienen una media de duración de 
ocho minutos. De acuerdo a un artículo publicado en 
The New England Journal of Medicine, los pacientes prefieren este canal de comunicación con su propio médico, que ya les trata (en el 70 por ciento de los casos, las videoconsultas tuvieron lugar con el médico habitual); además, tienen un 
altísimo índice de fidelidad, y es que nueve de cada diez pacientes que prueban la videoconsulta la repetirían.
“El paciente que prueba la videoconsulta, repite”, comenta 
Iñaki Ereño, consejero delegado de Sanitas. En este sentido, las videoconsultas crecen a un ritmo exponencial en la compañía que se ha marcado como objetivo alcanzar un 25 por ciento de consultas por vídeo a finales de 2020. “Pensamos que es necesario que el doctor nos ausculte para identificar la dolencia, pero la realidad es que en el 70 por ciento de las consultas que realizamos en Sanitas
 no es necesario que el médico toque al paciente para realizar un diagnóstico”, afirma 
Domingo Marzal, director de Innovación y Estrategia Médica Digital de Sanitas.
Se calcula que de media se emplean 
tres horas para realizar una visita al médico tradicional, mientras que la mayoría de las videoconsultas
 se resuelven en 10 minutos desde cualquier dispositivo digital, como un smartphone, una tablet o un ordenador. 
Medicina general, Obstetricia y 
Ginecología, 
Psicología, 
Dermatología y 
Endocrinología, son las especialidades médicas que mayor número de consultas han registrado en los últimos años, junto a las 
Urgencias generales y pediátricas. “La videoconsulta es un servicio de gran utilidad que
 optimiza la visita al médico, ahorrando tiempo y desplazamientos, reduce las listas de espera y puede ofrecer nuevas posibilidades a personas que viven en zonas rurales o de difícil acceso a un centro hospitalario tradicional”, añade Ereño.
                                        
 
                                        
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