La presidenta de ASPE desgrana la actualidad de la sanidad privada en una entrevista para Redacción Médica

Contel: "Promover la sanidad privada no implica atacar a la pública"
Cristina Contel.


15 jun. 2018 9:00H
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POR PABLO RODRÍGUEZ
La sanidad privada española se enfrenta en la actualidad a retos de muy diversa índole. A los asuntos puramente sanitarios se unen otros de cariz económico, ideológico o legal que dificultan la misión de estas empresas, que no es otra que la de cuidar de la salud de sus pacientes. Todos estos contratiempos los conoce de cerca Cristina Contel, presidenta de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), quien los afronta con el optimismo de quien sabe que ninguna marca es imposible de batir. Ella es, probablemente, el mejor ejemplo, puesto que aúna bajo su persona tanto la presidencia de la patronal de la sanidad privada española como la vicepresidencia de la Unión Europea de Hospitales Privados (UEHP), así como la gestión de su propia clínica en el Vendrell, cargos que asume desde la responsabilidad y la humildad tal y como ha explicado a Redacción Médica.

"Se está demonizando a las entidades sanitarias con ánimo de lucro".

Presidenta de ASPE, vicepresidenta de la patronal europea (UEHP) y gestora de su propia clínica, ¿cómo es capaz de compaginar todas estas obligaciones?

Bueno, pues ciertamente bastante difícil poder compaginar los distintos niveles de representación, hay veces que me da la sensación de que hago muchas cosas y que no llego a todo. Al final, cuando veo que van saliendo pues creo que el sacrificio vale la pena y, en cualquier caso, si puedo compaginarlo es porque hay una gran generosidad por parte tanto de mi familia como del equipo de Policlínica Comarcal del Vendrell, porque de hecho es mi sustento real y ellos me permiten disponer de tiempo para dedicarlo a ASPE y a la UEHP.

Tras llegar a la presidencia de ASPE y a la vicepresidencia de la patronal europea, ¿a qué más aspira?

Sinceramente, nunca estuvo en mis aspiraciones el ostentar estos cargos. Me he encontrado en ellos y en esto sí que tengo que ser muy agradecida a todas las personas que han depositado su confianza en mí.

¿Y se presentará a la reelección de ambos?

Pues en esto tengo que decirte que soy una persona muy de presente y creo en aquello que decía Shakespeare de que "el destino baraja las cartas pero nosotros las jugamos", con lo cual tendré, llegado el momento, que valorar las circunstancias concurrentes y una vez analizadas tomaré una decisión.

Pasando a aspectos más institucionales, uno de los temas que más preocupa actualmente a los gestores sanitarios es la entrada en vigor de la nueva Ley de Protección de datos, ¿cómo la están afrontando las clínicas privadas de España?

Sí, el tema del reglamento europeo, tal y como dices, es un tema muy importante si tenemos en cuenta pues que en el sector sanitario privado español hay 7,8 millones de asegurados y alrededor de 451 hospitales, lo que nos está dando a gestionar pues alrededor de cincuenta y pico mil camas. Esto nos da un poco la medida del ingente volumen de datos que tratamos, siendo datos de especial sensibilidad, porque no dejan de ser datos relativos a la salud y personales; es un tema que nos preocupa mucho.

Desde ASPE organizamos unas jornadas que realmente estuvieron muy concurridas, y es precisamente porque el tema de los datos es especialmente conflictivo en la medida en que hay muchos agentes que forman parte del mismo, los datos circulan por distintos departamentos de cada hospital y esos datos son titularidad del paciente, no lo olvidemos. Nuestra responsabilidad recae en que de ellos se haga un buen uso.

"Hay que despolitizar la sanidad y crear un gran pacto de Estado para ella".

Y lo que sí creo que ha conllevado este reglamento europeo es un cambio de paradigma. La legislación anterior asumía una responsabilidad, tener tratamiento de los datos, pero de carácter pasivo. El nuevo reglamento europeo comporta una disposición activa de responsabilidad con actuaciones de prevención y actuaciones proactivas. Y aquí precisamente es donde juega un papel relevante esta nueva pieza del delegado de protección de datos, es un nuevo elemento, un nuevo agente al que se le atribuyen unas funciones muy muy detalladas, porque lo que se pretende es que sea realmente el que controle en cada organización la adecuación de los sistemas organizativos a su cumplimiento, el hecho de cómo se están tratando, si se están de alguna manera cerrando bien estos circuitos y también asesorando a las personas que están en la organización, transmitiéndoles el contenido de este reglamento para su cumplimiento.

Este reglamento europeo no da unas normas precisas de cumplimiento, sino que deja que cada institución evalúe sus propios riesgos y a partir de ahí desarrolle una serie de medidas. Desde Aspe, al aglutinar clínicas de la sanidad privada, con riesgos parecidos en cuanto a la protección de datos, ¿hay alguna medida concreta tanto para hacer una evaluación común de estos datos como para aglutinar a clínicas pequeñas que puedan contar con un solo delegado de protección de datos?

Sí, efectivamente, desde ASPE y, concretamente, desde la Fundación Global Salud, con la ayuda de expertos en este campo, estamos trabajando para hacer una especie de guía de código en el que se sistematicen los riesgos que son más complejos de prevenir y las medidas con los que se puedan evitar, para minimizar todas las reclamaciones de incidentes en este ámbito.

Y, en cuanto al delegado, existía cierta preocupación por parte de los centros más pequeños por el coste que podría derivarse la contratación de un nuevo empleado con este fin específico. Desde la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), sin embargo, han explicado que serán flexibles en este sentido y que varias clínicas podrían contar con un solo delegado. En ASPE, al aglutinar a muchos centros sanitarios privados, ¿se ha pensado en coordinar este tipo de acciones?

Yo creo que facilitarnos esta medida, por ejemplo, de intentar que un experto en la materia pueda asesorar a varios centros, me parece una forma facilitadora para cumplir. Pensemos que cuando la Ley de Protección de Datos entró en vigor dijimos: "¡Bueno, pero esto es casi de imposible cumplimiento!" Entonces, bueno, dentro de esta imposibilidad lo que intentamos es blindar y minimizar los riesgos.

Es verdad hay varios centros que ya han incorporado esta figura y están trabajando con ella. A los otros, los que están en ello, sí que es verdad que estamos intentando que formen a la gente haciendo una serie de sesiones para instruir e informar al personal no todos los centros, ni mucho menos, pueden fichar a un experto en esta materia.


"El IVA sanitario está ralentizando las inversiones, e incluso paralizándolas, en equipos, material y tecnología"


En caso de incumplimiento, desde la AEPD han tranquilizado al sector explicando que las sanciones económicas se ejecutarán en última instancia, aunque éstas, de darse, serán cuantiosas, ¿qué os han transmitido desde la Agencia en este sentido?

Sí, las multas han sido una de las cosas que nos han puesto más alerta, porque son multas muy cuantiosas e, incluso, el nuevo reglamento está previendo multas que sean exponenciales y en función de la facturación de cada centro. Eso realmente es algo peligroso e importante para cada entidad. Yo creo que la Agencia de Protección de Datos será lo suficientemente cuidadosa como para darnos margen en este proceso de adaptación a un sistema nuevo.

Otro aspecto importante para la sanidad privada en estos momentos es el del IVA, ¿cómo afecta este impuesto a los productos sanitarios?

El tema del IVA, desde que entró en vigor en enero de 2015 con la aplicación del 21 por ciento en nuestro ámbito, supuso una ralentización muy importante de las inversiones, incluso en algunos ámbitos, una paralización de inversiones programadas. Tenemos que tener en cuenta que las organizaciones que representamos necesitan alrededor de un programa de inversión del 70 por ciento para, periódicamente, ir renovando equipos, material, tecnología y demás.

Nosotros continuamos, tanto a nivel nacional como en Europa, batallando para que, de alguna manera, esa discriminación que está existiendo entre distintos Estados miembros no se produzca. Creemos que todo lo que es un tema de curación y tratamiento tiene que  ser un derecho fundamental, debe ser considerado un bien de primera necesidad y, en este ámbito no hablo ya de una exención total, que en algunos Estados miembros sí la encontramos,  sino de la aplicación de un IVA súper reducido.

Y, dentro de este IVA súper reducido, una homologación de impactos del gravamen porque nos encontramos que muchos  para el mismo uso de un equipo médico, en las mismas condiciones, se aplican impuestos diferentes en función del país dentro de la propia UE, y eso crea distintas velocidades a la hora de abordar los procesos asistenciales.

Contel fue reelegida vicepresidneta de la UEHP en marzo de 2017.

Un tema de rabiosa actualidad para el ámbito sanitario es el de la implantación de la receta electrónica, ¿cómo está evolucionando y en qué comunidades se ha aprobado ya el proyecto?

Pues en el ámbito privado esperamos que, para finales de este ejercicio o principios del que viene, pueda estar ya diseminada con carácter nacional. Hay una prueba piloto que se está llevando a cabo aquí, en Madrid, con tres grupos hospitalarios y esta prueba nos va a servir para analizar la viabilidad y la factibilidad de esa receta. Creo que es un proyecto importante, porque de alguna manera lo que está haciendo es, desde el prescriptor de la receta hasta el dispensador, crear o vehiculizar un documento en el que se aúnan denominadores comunes, que es la trazabilidad de la receta, la seguridad del paciente y el hecho de que esos datos de carácter personal se mantengan realmente en un ámbito de privacidad.

En cuanto a Cataluña, con la situación de inestabilidad en la que vive la comunidad autónoma, ¿en qué situación se encuentra el ámbito sanitario?

En Cataluña hemos estado viviendo un periodo de hibernación, pues se han mantenido las acciones que estaban y se han ido cumpliendo durante esta sustitución de funciones. Con lo cual, las cosas se han quedado tal y como estaban. Nos hemos encontrado varios casos en los que las acciones nuevas que se habían concretado no se habían firmado, porque no hay recursos para hacerse cargo de las mismas. Con lo cual, hay entidades que están trabajando desde enero nuevas acciones concertadas y que no las cobran, porque estamos en esta situación de parálisis. Esperemos y confiemos en que el diálogo se imponga y que esa división de la población y ese sufrimiento, tanto por parte de Cataluña como de España, encuentre una vía de solución.

Pasando de una comunidad a otra, y a un ámbito más puramente sanitario, ¿cómo valoran desde ASPE la reversión del Hospital de La Ribera por parte de la Generalitat de Valencia?

Valencia está llevando a cabo una política muy agresiva, pese a que están en su derecho de revertir la concesión. Ahora, en mi opinión eso no legitima que se pueda revertir a cualquier precio. La reversión debe tener un fundamento jurídico, un sustrato fáctico que lo avale porque la simple posibilidad de hacerlo no es suficiente. Hemos asistido a una valoración por parte de los ciudadanos de Valencia, y ha sido muy positiva para con este modelo. Los resultados económicos lo han avalado.

Por lo tanto, lo que parece realmente un poco absurdo es que teniendo un modelo que hasta ahora ha evidenciado su viabilidad, y con el que la población estaba contenta,  se tome una decisión política muy ideológica en la que realmente no se tenga en cuenta primero el bienestar de los pacientes, y, después, de los profesionales. Pensemos que este modelo Alzira es un modelo que hemos exportado a nivel mundial y que se estudia en universidades tan reputadas como las de Harvard y Berkeley como un ejemplo. Entonces, entendemos que no hay motivos objetivos para esta reversión.

Sin salir del tema de la colaboración público-privada, ¿qué papel puede jugar la sanidad privada para resolver el problema de las listas de espera?

Desde ASPE hemos promovido y ofrecido muchísimas veces esa colaboración conjunta con la sanidad pública para poder aligerar estas listas de espera. Creemos realmente que en los territorios donde existen sinergias de colaboración público-privado las listas de espera se reducen, se aligera muchísimo la presión asistencial, se agilizan los procesos de recuperación y tratamiento y, de alguna manera, se recibe una prestación asistencial más rápida, más ágil y de mayor calidad y seguridad.

Las listas de espera es un tema recurrente, creemos que realmente aquí es una de las vías donde esa colaboración puede evidenciarse de forma más clara y bueno, continuamos en la brecha y pensando que esa colaboración público-privada tiene que pasar por utilizar todos los recursos existentes, sean de origen público o de origen privado.

Muchas veces, en temas como el de las listas de espera, se tiende dar argumentos más emocionales que racionales para cargar contra la colaboración público-privada, ¿perciben desde ASPE que existe una demonización de la sanidad privada que no atiende a criterios objetivos como, por ejemplo, la eficiencia?

Pues sí, lamentablemente ya no es una percepción, sino una realidad. Yo creo que se está criminalizando o demonizando, como muy bien decías, todo lo que tiene que ver con entidades sanitarias con ánimo de lucro. Y lo único que estamos haciendo, al fin y al cabo, es invertir en un servicio público como es la sanidad, y muchos de los que nos cuelgan el estigma y dicen que no se puede hacer negocio con la sanidad invierten en otros ámbitos que no son precisamente servicios públicos.


"Hay derechos fundamentales, como es el de la salud, que deberían estar muy por encima de partidos e ideologías"


Promover la sanidad privada no significa atacar a la pública, son vasos comunicantes, las dos tienen su espacio y tienen que encontrar la simbiosis para hacer el sistema sostenible. Lo que no puede ser, como hablábamos en la Comunidad Valenciana, que se plantee una cruzada a todos los niveles contra la privada. Cada comunidad autónoma, en función de su signo político, actúa en este ámbito de una manera o de otra. Podríamos hablar de comunidades como el País Vasco, Canarias o Baleares, en las que encontramos unas buenas sinergias de colaboración público-privado y, en cambio, hay otras donde el ánimo de lucro despierta realmente una resistencia muy emocional, en la que nos olvidamos que el sector sanitario privado es un motor de economía.

Nuestras entidades pagan en concepto de impuestos importantes cantidades económicas, es un generador de empleo, hay más de doscientos sesenta y pico mil profesionales de nuestro sector, crea riqueza para sectores transversales con el turismo de salud.

Por lo tanto, ¿cree usted que la política sanitaria está politizada en España? ¿Debería hacerse un plan estatal que asegure una línea de actuación clara y sostenida en el tiempo sin que importe quién gobierne?

Creo que hay derechos fundamentales, como puede ser el derecho a la salud, que debería de estar muy por encima de los partidos y de las ideologías políticas. Tenemos que tener una visión de conjunto y a medio-largo plazo, y estamos instaurados en una miopía y en una política absolutamente falta de programación y de estrategia sanitaria en la que, cada cuatro años o en función del territorio, van cambiando las políticas sanitarias. Echamos de menos un marco que trascienda el ámbito político y homogeneice las bases, porque si no cada uno dice una cosa distinta.

Es importante crear una seguridad jurídica en el sector, unas bases que den estabilidad y un programa con una estrategia de inversiones, con una estrategia de profesionales en la que se vea cómo se van a cubrir plazas, los MIR que se necesitan, tener una estrategia y una visión, como digo, de conjunto.

Y ya, por último, ¿cuáles son los principales retos que a día de hoy tiene la sanidad privada por delante en España?

Empecemos por despolitizar la sanidad. Eso nos va a dar mucho menos dolores de cabeza y nos permitirá focalizarnos en lo que realmente es importante, que es la salud de la ciudadanía. Recojamos también algo tan básico como el derecho de elección del paciente, pues le damos toda la autonomía y decimos que está en el centro del sistema pero, en cambio, no le dejamos elegir. En temas de interoperabilidad, intentemos que el paciente se haga con una historia clínica, pero una historia clínica única donde estén todos sus datos, no los públicos o los privados, los datos del paciente, es igual de donde provengan. Aprovechemos todos los recursos que haya, porque el paciente cuando va a un hospital lo último que le interesa es la titularidad del centro, lo que quieren es que le atiendan bien.

Cristina Contel durante un momento de la entrevista en la sede de ASPE.


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