María del Mar Rodríguez Vázquez, vicepresidenta de Especialidades de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
El Ministerio de Sanidad continúa la tramitación de
las dos primeras Áreas de Capacitación Específica (ACE) del Sistema Nacional de Salud (SNS), Cardiología Intervencionista y Neonatología, esta última con el respaldo de 7 comunidades autónomas y
sin oposición de ninguna región. Aún así, según explica María del Mar Rodríguez Vázquez, vicepresidenta de Especialidades de la Asociación Española de Pediatría (AEP), a
Redacción Médica,
todavía es complicado hablar de plazos puesto que "es la primera vez que se recorrre este camino y a cada paso que se da van surgiendo
obstáculos".
"No seria realista fijar un plazo", afirma Rodríguez Vázquez. Y es, hace varias semanas, el Ministerio de Sanidad pidió a Cardiología y Pediatría la elaboración de
un documento conjunto que sirviera de base para la creación de las primeras ACE en estas dos especialidades y que, a su vez, "sirviera como base
estructurada para cualquier subespecialidad, garantizando la homogeneidad en la presentación de solicitudes y facilitando su evaluación". Dicho documento, según confirma la vicepresidenta de la AEP, ya ha sido presentado a la Dirección General de Ordenación Profesional" y se encuentra a la espera de valoración por parte del departamento liderado por Mónica García.
Sea como sea, el SNS deberá esperar más de lo previsto para ver materializadas estas dos ACE. En este sentido, la vicepresidenta reconoce que
la previsión inicial de aprobar las
dos primeras ACE en 2025 ya no es realista, puesto que "aunque hay intención de reconocerlas", son muchos los desafíos que han ido apareciendo en el recorrido.
Solo para pediatras
Y es que, aunque la ACE de Neonatología
"no cuenta con el rechazo de ninguna comunidad autónoma" y su tramitación podría ser más sencilla al estar dirigida exclusivamente a pediatras y no chocar con otras especialidades, como en el caso de las
nuevas terapias, lo cierto es que
todavía quedan varios escalones pendientes antes de aprobar su entrada en nuestro sistema sanitario. Y es que, cada una de estás áreas formativas necesita contar con el visto bueno de la Comisión de Recursos Humanos, el
Ministerio de Universidades, la Comisión Permanente del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (Cnecs) y las sociedades científicas, antes de someterse al proceso de audiencia pública.
En un enfoque similar al que planteaba la especialidad de Cardiología en este diario, desde Pediatría también defienden que este tipo de formación "ha de tener
un cuerpo competencial definido en área específica que no se consiga
en grado suficiente con la
formación en la especialidad desde la que procede".
La ACE más avanzada desde 2024
Ya a finales de 2024, la ACE de Neonatología había avanzado notablemente: logró el aval de siete comunidades autónomas y superó el filtro del Grupo de Trabajo de Recursos Humanos, quedando pendiente del informe del Ministerio de Universidades. Se estimaba que su formación se desarrollaría en unidades docentes acreditadas a través del sistema de residencia y que el diploma tendría carácter oficial y validez en todo el territorio nacional.
Además, se proyectaba que pudiera ofrecer unas 15‑20 plazas al año, mientras que la de Medicina Intensiva Pediátrica se planteaba con unas 5 a 10 plazas al año. Estos avances confirmaron entonces que existían posibilidades reales de que se convirtiera en la primera ACE pediátrica en España, consolidándose como un paso histórico hacia la subespecialización pediátrica y la homologación europea de la formación neonatal y pediátrica.
Así, la Asociación Española de Pediatría consideraba que la ACE no sería solo un reconocimiento formal, sino la creación de un programa formativo reglado que garantizaría que los profesionales que atiendan a los recién nacidos contaran con un mínimo de requisitos de formación y calidad en la atención.
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