Las empresas estudian el impacto de la nueva cepa Covid-19 en sus vacunas y no descartan desarrollar una específica

Las 'pharma' destacan en el Congreso la rapidez del ARN al adaptar vacunas
Comisión de la gestión de vacunas


30 nov. 2021 17:50H
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Frente a la obligación de adaptar las vacunas actuales a la nueva variante Ómicron, compañías como Pfizer o Janssen han decidido ir un paso más allá y explorar el desarrollo de una vacuna específica contra esta mutación del SARS-CoV-2. 

Ambas farmacéuticas se encuentran analizando en estos momentos los efectos de la variante sudafricana de Covid-19 en sus productos para averiguar "si hay pérdida de efectividad o no" aunque no descartan la creación de un fármaco nuevo "si fuera necesario".

"Estamos explorando el desarrollo de una vacuna específica", afirmaba el director general de Janssen en España y Portugal, Luis Díaz-Rubio Amate, durante su exposición en la  la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación del Congreso de los Diputados.

Pfizer incluso se compromete a desarrollar este nuevo fármaco "en un periodo de 100 días", el tiempo máximo que dan los contratos a las compañías para adaptar los compuestos de sus vacunas a las nuevas variantes si lo solicita la Agencia Europea del Medicamento (EMA). 

La tecnología de ARN mensajero (ARNm) que utiliza su tratamiento "permitiría en un período relativamente corto empezar a desarrollar y producir una vacuna que pueda ser efectiva contra esta variante", ha aclarado el presidente y director general de Pfizer España, Sergio Rodríguez Márquez. No obstante, "si realmente la vacuna actual no sea eficaz contra Ómicron, va a haber una nueva en un período aproximadamente de 100 días", ha insistido.

Del mismo modo, Astrazeneca asegura estar "muy pendiente" de esta nueva mutación B.1.1.529 aunque habrá que esperar para conocer "más datos" sobre cómo afecta a su vacuna Vaxzeria. Esta, ha mostrado efectividad demostrada contra el resto de variantes de preocupación (Alfa, Gamma, Beta y Delta), adelantaba Marta Moreno Mínguez, Corporate Affairs & Market Access Head de la compañía.  

A la hora de fijar plazos, la directora de la EMA, Emer Cooke, ha señalado este martes que la agencia cuenta con planes para acelerar la adaptación de las vacunas a la nueva variante "si fuera necesario", un proceso que ha estimado que llevará entre tres y cuatro meses. Aún así, en una intervención en el Parlamento Europeo, Cooke ha insistido en que todavía se desconocen muchos elementos de la nueva variante para determinar la necesidad de adaptarla. 


Efectividad superior al 80% en hospitalización y muerte 



Aunque utilizan tecnologías diferente, ARN mensajero en el caso de Comirnaty y adenovirus en Vaxzeria y Janssen, la eficacia de todas ellas en este punto de la pandemia es similar, superando el 80 por ciento frente a casos graves de la enfermedad, hospitalización y mortalidad. 

En cuanto a los efectos adversos, una vez recopilados los datos de "millones de vacunados" Astrazeneca asegura que los acontecimientos detectados, 2,3 eventos por millón de habitantes después de la segunda dosis y 8,1 después de la primera, entran "dentro de lo esperado". Se trata, según Moreno, de episodios "extremadamente extraós", hasta un 800 por cien más frecuentes en personas ingfectadas y con tasas de incidencia "similares" a las demostradas por las vacunas de ARNm en diferentes estudios. 

A la hora de crearlas, el objetivo también era el mismo: encontrar una vacuna pandémica en "la mayor brevedad posible", que fuera "fácilmente transportable" y "accesible a todo el mundo". Esto exigía adaptar los procesos existentes, especialmente en casos como el de Astrazeneca, en los que la vacunación no se encontraba entre sus áreas de trabajo prioritarias. Janssen hizo acopio del bagage científico en el que había trabajado en los últimos años, como la tecnología AD26, utilizada en la vacuna del ébola. 

En todo caso, los acuerdos alcanzados con diversas compañías han permitido a las farmacéuticas amplificar su capacidad de producción. En el caso de Pfizer, las mejoras progresivas han conseguido también acortar el período de producción de 110 a 90 días. 

Díaz-Rubio subrayaba asimismo el papel "clave" que ha representado España en la fase de ensayos clínicos con la participación de hasta doce hospitales españoles y más de 3.200 voluntarios. 

El reto que plantean ahora las vacunas es la accesibilidad en la vacunación mundial. Algo en lo que ya trabaja Pfizer, de manera que la logística no sea un problema. En total, las farmacéuticas se comprometen a suministrar en todo el mundo 3.000 millones de dosis para finales de año. Hasta el momento se han distribuido la mayoría, más de 2.000, "parte de ellas a través del mecanismo Covax". De los 4.000 millones de dosis comprometidos para 2022, la mitad, 2.000 van a ir destinados "a países de bajos ingresos", ha comentado el dirigente.  
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