Bárbara Hernando, Geoff Macintyre y Joe Sneath Thompson / Comunicación CNIO.
Los tumores se diferencian entre sí por sus alteraciones en el número de cromosomas y cómo se ordenan, lo que se conoce como firmas de inestabilidad cromosómica. Con estos biomarcadores, es decir, datos genéticos que aportan información sobre el estado de la enfermedad de cada persona, el
Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha elaborado un test de secuenciación que permite clasificar a los pacientes de cáncer y "predecir a qué quimioterapia no van a responder" en función de los patrones de comportamiento que tienen sus células tumorales, lo cual, según explica Bárbara Hernando, investigadora del CNIO y colaboradora de este estudio, evitaría los efectos secundarios ligados a este tipo de tratamientos oncológicos y, en un futuro, ayudaría a ajustar, aún más, las terapias dirigidas.
Y es que "las quimioterapias no son efectivas en todos los casos", afirma Geoff Macintyre, jefe del Grupo de Oncología Computacional del CNIO. "
Entre un 20 y un 50 por ciento de los enfermos de cáncer no responden" a los fármacos de las quimoterapias.
Entonces, los biomarcadores van a indicar
qué pacientes no van a responder a tres tipos de
quimioterapia, explica Hernando. De forma que, con este avance, "
miles de pacientes podrán ahorrarse esas terapias que no les van a funcionar, sin beneficio, y no sufrirán efectos secundarios innecesarios". Esto, además, contribuye al sistema de salud en general: se reduce el gasto en terapias ineficaces y en tratar complicaciones relacionadas con esos efectos secundarios.
Resultados en 2026
El CNIO puso a prueba su estudio a través de un ensayo enulado, con datos existentes de
840 pacientes con diferentes tipos de cáncer. Aunque ahora su métdodo tiene que ser validado en un hospitales. Para ello, Hernando cuenta que el CNIO ya ha recibido financiación del Ministerio de Transformación Digital y de Función Pública y realizarán un "ensayo piloto" en el Hospital 12 de Octubre, donde analizarán los datos de
pacientes que han recibido tratamientos con diferentes tipos de quimioterapia.
El proyecto está planteado para acabarse a
principios de 2026. A partir de entonces, el estudio ya habría sido testado en un entorno hospitalario y el siguiente paso sería un "ensayo clínico prospectivo". Después, el objetivo, dice Hernando, es "extenderlo a las terapias dirigidas para testearlo en datos reales de pacientes".
Apto para cualquier tipo de tumor
"El test puede aplicarse a cualquier tipo de tumor", ya que la característica común de todos ellos es la inestabilidad cromosómica. Aunque
el estudio se ha validado en cáncer de ovario, mama, sarcoma y próstata, Hernando señala también que lo están extendiendo a otros "como el de púlmón, páncreas y vejiga".
La investigadora asegura que este método es muy interesante para tratar a aquellos pacientes que ya tienen
tumores muy avanzados y a los que solo les queda una única
línea de tratamiento, ya que los oncólogos podrían directamente aplicar otro tipo de quimioterapia que sí fuera efectiva.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.