El Congreso asiático de la ESMO aborda a relación entre cáncer y depresión

La depresión modula la tolerancia a la quimioterapia
Cuatro de cada cinco supervivientes de cáncer presentan signos de ansiedad y depresión.


19 dic. 2016 11:20H
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La relación entre cáncer y depresión está siendo una de las principales protagonistas de la reunión asiática de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), que se celebra en Singapur. Se ha abordado cómo afecta a la quimioterapia y qué supone para los supervivientes de la enfermedad.

Los pacientes de cáncer que sufren depresión tienen menos cantidad del factor neurotófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés) en su sangre. Estos bajos niveles hacen que las personas respondan menos a los fármacos contra el cáncer y sean menos tolerantes a sus efectos secundarios.

El autor principal, Yufeng Wu, jefe de Oncología del Departamento de Medicina Interna del Hospital de Cáncer Henan, afiliado de la Universidad de Zhengzhou, en China, subraya: "Es crucial que los médicos presten más atención al estado emocional y sentimental de los pacientes. La depresión puede reducir los efectos de la quimioterapia y BDNF juega un papel importante en este proceso".

El estado de ánimo bajo es común entre los pacientes con cáncer, especialmente los enfermos terminales. BDNF es esencial para una función cerebral sana y bajos niveles ya se han relacionado con la patología mental. Este estudio tuvo como objetivo descubrir cómo la depresión influía en los resultados de las personas con cáncer de pulmón avanzado.

Aquellas cuyo cáncer se había diseminado a otros órganos eran las más deprimidos y esto redujo drásticamente su tolerancia a la quimioterapia. Se asoció con vómitos, reducción en los glóbulos blancos y estancias prolongadas en el hospital. El impacto de la depresión severa fue aún mayor, reduciéndose el tiempo que los pacientes vivían con la enfermedad sin que empeorara.

Ansiedad y depresión en supervivientes

Por otra parte, los resultados de una investigación realizada en Malasia sobre 1.362 pacientes revelaron que más de cuatro de cada cinco sobrevivientes sufrían de ansiedad y un número similar presentaba depresión un año después del diagnóstico.

La doctora Shridevi Subramaniam, investigadora del Centro Nacional de Investigación Clínica del Ministerio de Salud de Malasia, en Kuala Lumpur, Malasia, dice: "Necesitamos urgentemente nuevas formas de apoyar a los supervivientes de cáncer y abordar aspectos más amplios del bienestar. En lugar de centrarse sólo en el resultado clínico, los médicos deben centrarse igualmente en la calidad de vida de los pacientes con cáncer, especialmente psicológica, financiera y social".

Los investigadores incluyeron a pacientes malasios del estudio ‘Action’ (Asean Cost in Oncology Study) y casi un tercio (33 por ciento) tenían cáncer de mama. Realizaron cuestionarios a los participantes para evaluar la calidad de vida relacionada con la salud (HRQoL, por sus siglas en inglés), incluyendo los niveles de ansiedad y depresión en la encuesta. El bienestar mental y físico de los pacientes era bajo en general 12 meses después del diagnóstico y, cuanto más avanzado es el cáncer, menor es la calidad de vida relacionada con la salud.

El tipo de cáncer también fue un factor influyente porque la gravedad de la enfermedad difiere. Las mujeres con cánceres del sistema reproductivo, por ejemplo, tenían puntuaciones más altas de bienestar que los pacientes con linfoma, lo que podría explicarse por el hecho de que el linfoma es a menudo agresivo y progresa rápidamente, mientras que los cánceres del sistema reproductivo, como el cervical, se pueden propagar lentamente durante varios años.

Impacto en los jóvenes

Además, el cáncer tiene un impacto significativo en la vida y el bienestar de adolescentes y adultos jóvenes, como se informa en otro trabajo independiente en curso. Sus autores se propusieron identificar el alcance de los problemas de bienestar y otros problemas en este grupo, que no sólo están en momentos importantes en sus vidas, sino que no se esperan desarrollar la enfermedad.

El estudio incluyó a personas que fueron diagnosticadas recientemente con cáncer y con una edad promedio de 28 años. Los resultados mostraron que un 37 por ciento estaban sufriendo angustia por el diagnóstico de cáncer. Casi la mitad de los pacientes analizados identificó como causa principal las decisiones sobre el tratamiento, seguidas de problemas de salud familiar, sueño y preocupación.
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