Víricö

La muerte de la menor por el sufrimiento grave que padecía posiciona a favor o en contra de la eutanasia y sus límites

Debate profesional ante la "eutanasia" de la joven violada y con anorexia
La joven con su libro, "Ganar o aprender".


5 jun. 2019 18:00H
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El domingo fallecía en su casa la joven holandesa de 17 años Noa Pothoven después de años de lucha contra su sufrimiento grave tras haber sido víctima de violaciones cuando tenía 11, 12 y 14 años, respectivamente, unos hechos que acarrearon estrés postraumático, depresión y anorexia nerviosa. Su historia ha saltado a los medios de comunicación de todo el mundo porque va acompañada de la palabra eutanasia, que Holanda tiene legalizada y que muchos países, España entre ellos, están en vías de aprobar, con su consiguiente legislación específica. Sin embargo, el proceso no responde realmente a la aplicación de una eutanasia puesto que fue rechazada su petición por su juventud.  

La muerte de Noa ha puesto de nuevo bajo los focos el debate, salpicando especialmente a los profesionales sanitarios, que han llamado a la reflexión por los condicionantes de la situación. Así lo han manifestado en redes sociales, donde defensores y detractores de la medida han intercambiado argumentos. "Esto se parece mucho a una pendiente resbaladiza bioética. Algunos puede que no sepan que la libertad requiere tener al menos dos opciones. No hay autonomía sin capacidad. ¿No hubo otra alternativa a la eutanasia para una menor de 17 años con enfermedad mental?", se pregunta Mercedes Navío, psiquiatra en gestión clínica. 

"¿No hubo otra alternativa a la eutanasia para una menor de 17 años con enfermedad mental?"



Precisamente han sido muchos los psiquiatras y psicólogos que se han hecho eco de la información publicada. "Escribió una autobiografía llamada "Ganar o aprender" sobre sus batallas contra las enfermedades mentales", recuerda el psiquiatra Pablo Malo. Otros, como Joaquín Mateu-Mollá, doctor en psicología, buscan palpar la opinión de los usuarios con una encuesta: "en Holanda, se ha practicado la #eutanasia a una menor de edad que sufrió violencia sexual y padecía #depresión, #estrés postraumático y #anorexia nerviosa. ¿Estás de acuerdo en que se aplique este procedimiento en casos como el suyo (problemas severos de salud mental)?", cuestionaba. 

El debate también ha llegado a otras profesiones sanitarias, como refleja el comentario en Twitter de la médica de Familia Aina Perelló, que a raíz de la noticia pregunta si "se cumplen los preceptos de la eutanasia" o si "es ético practicar la eutanasia a una persona deprimida". También sobre la polémica se ha manifestado el enfermero Manuel Moreno, que escribe sobre la "impresionante historia que invita a la reflexión; sobretodo los que minimizan los efectos de una violación", en referencia al caso de Pothoven. 

En esta línea, la experta en redes sociales Eva Añón recuerda que la definición de Eutanasia es la terminación de la vida previa petición voluntaria y bien informada de un paciente, por lo que "el suicidio con asistencia médica entra en esta definición", y deriva al concepto según el Colegio de Médicos holandés

No es una eutanasia


La polémica, sin embargo, tiene un matiz importante que también se ha compartido en esta red social y que viene de la mano de la periodista irlandesa Naomi O' Leary, que ha explicado que la joven de 17 años Noa Pothoven no ha recibido la eutanasia en Holanda, pese a que los medios de todo el mundo hayan difundido que así fue, un error que "solo le ha costado 10 minutos contrastar con el periodista que escribió la historia original holandesa. 

"Comenzó a rechazar todos los líquidos y alimentos, y sus padres y médicos acordaron no obligarla a alimentarse"



Según explica, efectivamente Noa había solicitado la eutanasia (los menores a partir de los 16 años pueden hacerlo sin necesidad de autorización o consentimiento paterno), pero le fue denegada. Tras varios ingresos con intentos de suicidio en los últimos meses, sus padres habrían recurrido a terapia de electro shock pero también fue denegada por su corta edad. Tras este rechazo, Noa "insistió en que no quería más tratamientos y se instaló una cama de hospital en su casa al cuidado de sus padres. A principios de junio comenzó a rechazar todos los líquidos y alimentos, y sus padres y médicos acordaron no obligarla a alimentarse", escribe. 

Ella misma dinfundió que se "dejaría ir"


Como la periodista recuerda, "la decisión de pasar a los cuidados paliativos y no forzar la alimentación a petición del paciente no es eutanasia". De hecho, los medios holandeses no lo recogieron bajo este sustantivo. El caso habría generado enorme revuelo en Holanda si una joven de 17 años hubiera muerto por eutanasia, como ella explica. Fue la propia Noa quien expuso en su perfil en Instagram su decisión de "dejarse ir", algo que sería cuestión de días. 

En la línea de O' Leary se manifestaba también otro estudiante de Medicina, que recuerda que no se trata de un caso de eutanasia "sino de rechazo de alimentación y paso a cuidados paliativos. Si lo repito tanto es porque ya he visto suficiente gente usar este caso como forma (falsa) de legitimar sus ideas. Esto es dañino para ambos lados del debate; quien esté a favor se tendrá que pasar años rebatiendo un bulo que ya ha calado, y para quien esté en contra, ¿no se puede discutir sobre el tema sin tener que recurrir a noticias falsas?", sentencia. 

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