El Gobierno plantea una Estrategia a cuatro años donde los nuevos perfiles se sumen a los médicos

Sanidad diseña una renovación de la Salud Pública con ingenieros y Big Data
Ministerio de Sanidad.


3 oct. 2019 18:00H
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POR JUANMA FERNÁNDEZ | JESÚS MEDIAVILLA
La Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad está desarrollando una Estrategia de Vigilancia en Salud. El objetivo es desarrollar “sistemas de vigilancia modernos y homogéneos” que analicen cuál es la situación de salud y los elementos que influyen en ella para obtener información relevante. Posteriormente, en los casos necesarios, llevar a cabo medidas de salud pública “para mejorar la salud de la población de manera ágil y eficaz”, según un documento al que ha tenido acceso Redacción Médica y que se maneja en el seno del Consejo Interterritorial.

La principal novedad en este proceso de modernización de la Salud Pública es la inclusión de nuevos perfiles profesionales. Entre ellos, se encuentran los profesionales cualificados para la ingeniera de sistemas, el manejo de Big Data, estadística e informática. Del mismo modo, Sanidad contempla planes de “formación, entrenamiento y soporte del personal para atender los nuevos sistemas”.


Sanidad espera revertir "la deriva actual de los sistemas de vigilancia"


La idea del Ministerio es poner en marcha este plan, dentro de los órganos de salud pública, creando “estructuras específicas” y en un plazo de 3-4 años. Un plazo en el que se espera revertir “la deriva actual de los sistemas de vigilancia, en muchos casos anticuados y que no dan respuesta a las necesidades de información”, según el citado documento.

Asimismo, serán necesarios recursos económicos, los cuáles, además, desempeñan un “papel como elemento de cohesión”, por eso deben destinarse “de manera racional según las necesidades” de cada territorio.

Entre las cuestiones a resolver a través del plan, Sanidad es consciente de la “brecha progresiva” que existe entre las diferentes comunidades autónomas en esta materia. Aunque reconoce que esta situación también se reproduce en “los países más avanzados de nuestro entorno”. Ello justifica esta estrategia y la “adecuada provisión de medios a todos los niveles para su ejecución y elevan su nivel de prioridad”.


Una oportunidad


Esta nueva Estrategia es considerada como una “oportunidad” para solucionar problemas como “la accesibilidad a datos del INE o la conexión con datos ambientales”. De hecho, el Ministerio apunta que, en relación con la operabilidad de la información, “se han ido estableciendo y desarrollando sistemas de vigilancia de enfermedades crónicas, estilos de vida o riesgos”, por citar algunos ejemplos. No obstante, “conviven hoy sistemas aislados todavía basados en la notificación en papel con sistemas integrados e informatizados”.

Esto habría provocado una situación de “desarrollo desigual” entre las distintas autonomías y, además, el Sanidad apunta como “debilidades y amenazas” el hecho de que “la vigilancia epidemiológica se basa en el desarrollo de sistemas de información potentes y adecuados a la tecnología actual, estos sistemas en la actualidad están, en muchos casos, anticuados y son muy mejorables”.

Por otro lado, está el problema del relevo generacional de los profesionales, “en la actualidad formados y con experiencia”, pero perteneciente a una generación que se acerca a la jubilación “con el riesgo de la pérdida del conocimiento que esto implica” y que, además, “no está bien retribuido” en comparación con las labores asistenciales”. Una situación que, nuevamente, se acentúa entre los diferentes territorios.

Por todo ello, se considera a esta estrategia como “prioritaria y transversal”. A diferencia de otras estrategias del sistema que tienen “un componente asistencial marcado para enfermedades o grupos de enfermedades específicas”, y por tanto serían verticales, “esta propuesta tiene un carácter de salud pública predominante horizontal en este caso”.
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