Mónica García, ministra de Sanidad.
De la
Comisión de Salud Pública de este miércoles, 3 de diciembre, pende la aprobación de las recomendaciones para el control de las
infecciones respiratorias agudas para la temporada 2025/26, que incluye pequeñas modificaciones respecto al pasado (y malogrado) protocolo. En esencia, el Ministerio de Sanidad, con la colaboración de las comunidades autónomas, pone el foco sobre la
prevención institucional y personal (especialmente la higiene respiratoria y de manos), el estudio de los datos regionales para anticipar posibles escenarios de riesgo, el impulso de planes y procedimientos internos en centros sociosanitarios para
frenar la gripe y el covid y el control del stock de equipos de protección personal (EPI), medicamentos y pruebas diagnósticas.
El documento, al que ha tenido
Redacción Médica, clarifica y amplía la mayoría de los conceptos que aparecían en el protocolo de 2024, que fue
tumbado por las propias comunidades autónomas. La nueva estrategia pone más énfasis sobre la recopilación y distribución de datos e indicadores por parte de las regiones, aunque asume las diferencias que pueda haber en cuanto a la antigüedad de las
series históricas de cada una. Además, ofrece cierta flexibilidad para la adopción de medidas de choque.
De acuerdo con este documento, que ya advierte en su introducción de que las
epidemias estacionales de virus respiratorios “pueden generar situaciones de gran estrés e incluso saturación de los servicios asistenciales, tanto en atención primaria como en hospitales y servicios de urgencias”, destaca la necesidad de que cada autonomía vigile “con especial atención los indicadores de sus territorios” en entornos de especial vulnerabilidad “y fortalecer las capacidades de respuesta en la zona afectada, incluyendo protocolos de vigilancia y de atención”.
La principal fuente de información que permite obtener indicadores comunes y comparables en todo el territorio para la realización de la evaluación del riesgo es el Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias agudas en España (Sivira). Este ofrece información semanal que permite una vigilancia sindrómica de alta sensibilidad y, además, la caracterización de los componentes virológicos específicos causantes de las principales infecciones respiratorias en cada momento. “La comparabilidad entre territorios se consigue calculando valores umbrales específicos para cada comunidad autónoma según sus series históricas”.
“Las actuaciones propuestas en este documento pretenden facilitar la coordinación independientemente de que cada comunidad o ciudad autónoma implemente tantas medidas complementarias como considere adecuadas”.
De la mascarilla en hospitales a protocolos internos
Tal y como informó el pasado viernes este periódico, el plan
contempla cuatro escenarios de riesgo (del cero al tres) según los niveles de transmisión detectados por el Sivira y abarca desde las recomendaciones de vacunación para todos los grupos de población y la importancia de las medidas básicas de higiene (en el nuevo documento se hace hincapié en la higiene respiratoria y de manos) hasta la obligatoriedad de la mascarilla en hospitales y otros centros sanitarios y sociosanitairos, como residencias.
En las recomendaciones generales se insta también a la revisión y difusión de los planes de contingencia de los centros asistenciales para hacer frente a un incremento de infecciones y que se garantice la continuidad asistencial. A modo de novedad, el documento alude directamente no solo al control de los
equipos de protección individual (EPI) sino también a pruebas diagnósticas y medicamentos, “así como a la previsión de necesidades y adquisición de las mismas”.
Por otro lado, reitera, como ya hacía el documento de 2024, la
importancia de “capacitar” general y específicamente al personal sanitario y no sanitario, lo que pasa por conocer la información técnica sobre transmisión de infecciones respiratorias agudas, el uso correcto de mascarillas y EPIs y los protocolos de detección precoz. Respecto a este último punto, se insta a la “aplicación, según capacidad del centro, de los procedimientos internos de control de la transmisión de los virus respiratorios”.
El protocolo contra la gripe, a votación
La ministra de Sanidad, Mónica García, exteriorizó el pasado viernes su confianza sobre la posibilidad de que las comunidades apoyen este protocolo en la
Comisión de Salud Pública del miércoles. Unas expectativas que el PP, que ostenta el gobierno de la mayoría de las regiones, rebajó posteriormente:
“El protocolo contra la gripe del que habla la ministra es una cuestión técnica, que tendrán que ver los técnicos de Sanidad de las comunidades autónomas en la Comisión de Salud Pública y, en función de las evaluaciones que éstos hagan, se tomarán las decisiones oportunas. Hoy (por el viernes)
no se ha tomado ninguna decisión con respecto a dicho protocolo”, indicaron fuentes del partido.
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