Desde hace horas, una de las palabras más buscadas es leucovorina, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara la futura aprobación del tramiento con esta molécula, utilizada para tratar la anemia y algunos tipos de cáncer como el colorrectal, para tratar los síntomas del autismo durante el embarazo. Una decisión que ha llevado a los profesionales de la Psiquiatría y la Neuropediatría a levantar en voz en contra de unas desafortunadas" declaraciones que "carecen de base científica" y que generan unas "falsas expectativas" que podrían llevar a "muchas de estas familias a recurrir a estos tratamientos durante meses", retrasando el uso "de terapias que realmente son útiles".
"Es un gravísimo problema para los pacientes, las familias y, por supuesto, para todos aquellos que nos dedicamos a atender a niños con ese trastorno" afirma, tajante, Alberto Fernández Jaén, neuropediatra experto en trastorno del espectro autista (TEA), alegando que "ni durante el embarazo, ni cuando el bebé ha nacido o cuando se diagnostica el trastorno, el empleo de complejos megavitamínicos, como ácido fólico o folínico ha demostrado que mejore o que prevenga la aparición de autismo en niños o que trate la sintomatología".
Evidencia científica insuficiente
De momento, se están investigando posibles beneficios "en algún aspecto del autismo, pero no se ha llegado a ninguna conclusión ni está avalado para el tratamiento", corrobora Mar Merinero Santos, psicóloga y técnica de investigación, formación y transferencia del conocimiento del Centro Español de Autismo. En esta línea, Laura Gisbert doctora en psiquiatría y coordinadora del programa de autismo del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d'Hebrón, asegura que a día de hoy solo hay "tres ensayos clínicos que estén reclutando", pero con una muestra bastante baja. Esto significa que los ensayos se encuentran todavía "en fases iniciales" y no hay "resultados definitivos" como para "saltarse todos los protocolos y todo lo que requiere la FDA", encargada de aprobar los fármacos para ciertos tratamientos.
El anuncio de Trump sobre tratar el autismo con leucovorina sería, dice Gisbert, "una afirmación muy prematura porque no está sustentada por la evidencia científica", aunque reconoce que esta molécula sí parece "ser bien tolerada", insiste en que prevalece que su relación con la mejoría de síntomas nucleares del autismo "no está clara y esos resultados prematuros son demasiado preliminares como para sacar una conclusión".
Todavía no hay tratamiento farmacológico
Dicho tratamiento, por tanto, ni siquiera debería llegar a comercializarse "sin tener ensayos clínicos, científicos, randomizados, controlados y doble ciego, que avalen el uso de este tipo de sustancias por muy inocuo que sea", advierte Merino. La seguridad, añade, es cardinal en estos casos, pero también lo es la eficacia. "No podemos volver al chamanismo o al curanderismo con sustancias que creo que pueden ser útiles por un rumor o por un 'yo creo'. No podemos volver a esa medicina que ni siquiera quiero llamar medicina porque eso es otra cosa".
Es más, a día de hoy, no existiría ningún tratamiento farmacológico recomendado para las características nucleares del autismo, sino solo para condiciones asociadas, recuerda Merinero. Los médicos recurren a este derivado del folato durante la gestación "cuando hay carencias de ácido fólico o en ciertas alteraciones genéticas muy concretas, para evitar trombosis o para tratar la falta de vitamina D en pacientes que han recibido quimioterapia, pero nada que ver con el autismo", especifica Fernández Jaén, jefe de Sección de Neurología Infantil y responsable de la Sección de Neurogenética en Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid.
Familias esperanzadas, pero perjudicadas
La leucovorina se utilizaría también para tratar una patología específica que afecta a un subgrupo de individuos en los que hay una deficiencia de folato cerebral, cuyos síntomas comunes suelen incluir problemas de comunicación y de lenguaje, alteraciones de la conducta, falta de atención y de concentración, retraso en el desarrollo motor y cognitivo; similares a los de los pacientes TEA.
Aunque no se asocian efectos colaterales significativos al consumo de complejos vitamínicos, "porque el organismo va a absorber aquello que necesita", el anuncio de Trump sí podría traer consigo efectos perdjudiciales en la "creencia de las familias" encargadas de cuidar a los pacientes con autismo y "aturdidas con informaciones de ese tipo desde hace ya 30 años", critica Fernández Jaén. Contradecir informaciones de este tipo, "con enorme peso divilgativo, se habría convertido, de hecho, según este experto, en "uno de los grandes problemas de los facultativos al atender a niños con TEA". Más aún, cuando el mensaje procede de una figura de poder como es Donald Trump.
"¿Qué dosis les damos y durante cuánto tiempo? Es que no se saben las dosis ni la duración", continúa Gisbert, que teme que las familias vayan a buscar leucovorina. "Estos aspectos deben establecerlo las sociedades científicas con los ensayos clínicos finalizados y posteriormente que los medicamentos sean aprobados por la FDA, no un presidente del gobierno sin todo el sustento científico que hay detrás", insiste la psiquiatra, que además recuerda el peligro de suplementar con fármacos a los niños autistas sin ser necesario, algo a lo que recurren algunos padres que no están bien informados: "Eso puede tener un efecto perjudicial, podríamos estar incurriendo en un empeoramiento con respecto a la salud de estos niños".
"El primer encantado en que estos tratamientos aportaran beneficio para estos pacientes, bien usados durante la gestación o bien usados ya con el niño y su trastorno soy yo. Pero no funcionan, desafortunadamente", insiste el neuropediatra. Dado que el autismo no está clasificado como enfermerdad sino como una condición de neurodesarrollo, el foco debe dirigirse, según Merinero, a aquellas "prácticas e intervenciones que tengan más que ver con el carácter psicoeducativo, y la mejora de la calidad de vida y la autodeterminación de la persona, es decir, otros aspectos que vayan a impactar en la vida del paciente".
REGÍSTRATE GRATIS
PARA SEGUIR LEYENDO
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.