Expertos analizan la seguridad del fármaco en mujeres embarazadas y su relación con el TEA

Expertos analizan la seguridad del fármaco en mujeres embarazadas y su relación con el TEA
Manuel Ángel Veiga Tuimil, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF).


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Las últimas declaraciones de Donald Trump han hecho saltar todas las alarmas. ¿De verdad las mujeres embarazadas no deben tomar paracetamol? ¿Su consumo puede afectar al neurodesarrollo de los bebés? ¿Está vinculado con el Trastorno de Espectro Autista (TEA)? En este contexto, Manuel Ángel Veiga Tuimil, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF) ha lamentado que haya "personas que no creen en la ciencia" y ha asegurado a Redacción Médica que el paracetamol es un médicamento seguro, matizando que las palabras del presidente de Estados Unidos no están respaldadas por evidencia científica.

Y es que esto viene después de que Trump y el secretario de Salud, Robert F. Kennedy, hayan señalado que el consumo de paracetamol durante el embarazo podría estar relacionado con un mayor riesgo de autismo y han recomendado limitar su uso en embarazadas y recién nacidos, salvo en casos médicos graves, como una fiebre alta. Esta postura forma parte de la estrategia del Gobierno estadounidense para explicar el aumento de diagnósticos de autismo, lo que ha llevado a los Institutos Nacionales de Salud a invertir más de 50 millones de dólares en trece proyectos de investigación sobre las posibles causas de este trastorno.

Una montaña de evidencias 


Veiga Tuimil es contundente y despeja las dudas sobre el consumo de paracetamol: "Hay estudios más que suficientes publicados que demuestran que es un fármaco seguro y que no esta asociado al TEA". Incluso, señala que también hay investigaciones que comparan esta enfermedad en "hijos de mujeres que tomaron paracetamol y en hijos de mujeres que no lo tomaron", sin ninguna relación aparente.

Existe, de igual forma, evidencia en cuanto a análisis de hermanos, uno de ellos con TEA, que demostraría "de forma aplastante" que, a día de hoy no hay un vínculo entre el paracetamol durante la gestación en mujeres embarazadas y el trastorno del espectro autista", añade Alberto Fernández Jaén, neuropediatra experto en este trastorno.  


Culpabilización "innecesaria" de las madres 


Cita, como ejemplo, un estudio sueco, publicado en el último año y medio, en el que se analizaron los datos de dos millones y medio de familias con menores, muchos de ellos hermanos, y que también vendría a  refutar una posible relación de causalidad entre la toma de paracetamol o  cualquier otro analgésico durante la gestación y el aumento de frecuencia de este tipo de trastorno. 

Es más. El incremento en la prevalencia del TEA en esta última década se debe, según los expertos, a una capacidad de detección mayor, tanto en casos severos como leves. "En los últimos años hay posibles factores de riesgo ya descritos que pueden contribuir al desarrollo del TEA como la prematuridad, el bajo peso al nacer, la exposición a tóxicos durante el embarazo, las infecciones congénitas, la edad avanzada de los padres, y la deprivación afectiva o una escasa estimulación en etapas claves del neurodesarrollo, entre otros", detallan desde la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (Senep).  

Por tanto, lanzar un mensaje de este tipo puede generar una alerta innecesaria tanto en mujeres embarazadas como una sensación de culpa en las familias. "Hay muchas madres que tienen hijos autistas, que son conocedoras que durante el embarazo utilizaron paracetamol y se genera una culpabilización absurda que no tiene nada que ver con el problema de su hijo", aclara Fernández Jaén. 
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