La Casa Blanca pide limitar el consumo, a la que vez que aprobará la leucovorina para el autismo

Paracetamol en el embarazo y la 'cura' del autismo en el discurso de Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.


SE LEE EN 5 minutos
Paracetamol y autismo están relacionados. Al menos, según el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha señalado que el consumo de este medicamento durante el embarazo está asociado con "un riesgo muy elevado" de diagnóstico de esta afección del neurodesarrollo. Una afirmación con escaso respaldo científico, pero que podría guiar las actuaciones sanitarias de la Casa Blanca respecto a este trastorno durante los próximos años. Por ejemplo, la aprobación de la leucovorina -empleada contra anemia y cáncer- para su tratamiento.

Ni Trump ni su secretario de Salud, Robert F. Kennedy, han dudado en apuntar a los efectos del acetaminofeno -principio activo del paracetamol- como origen del autismo en niños y niñas, por lo que aconsejan a las embarazadas restringir su toma. "Recomendamos firmemente que las mujeres limiten su uso durante el embarazo a menos que sea necesario desde el punto de vista médico, como una fiebre muy alta", ha comentado el presidente estadounidense en rueda de prensa. "Quizá se sienta un poco incómoda, quizá no sea fácil, pero no lo tome. Y tampoco se lo dé a un bebé recién nacido", ha continuado.

La 'cruzada' del actual equipo de Gobierno del país norteamericano contra dicho preparado proviene del ascenso del número de casos de autismo, que relacionan con "algo artificial, algo que se están tomando". Motivo por el que los Institutos Nacionales de Salud financiarán trece proyectos con más de 50 millones de dólares para indagar en las causas de este trastorno.


"Recomendamos firmemente que las mujeres limiten su uso durante el embarazo"



El autismo ocupa un lugar relevante en la agenda sanitaria de la Casa Blanca, interesada en aportar luz sobre esta afección. Es más, se trataría de una de las metas principales de Kennedy, quien llegó a relacionar este trastorno con algunas vacunas. Un vínculo basado en un estudio del pasado, ya desacreditado con el ámbito científico.


Tratamiento con leucovorina


A su vez, la Casa Blanca ha anunciado que aprobará el tratamiento con leucovorina para reducir los síntomas del autismo. Se trata de una variante del ácido fólico utilizada para anemia y cáncer. Según el director de la Administración para la Alimentación y los Medicamentos (FDA), Mark Makary, este trastorno del neurodesarrollo podría deberse a una reacción autoinmune a un receptor de folato, por lo que dicho preparado podría "beneficiar a miles de niños".

Este paso podría ir acompañado de otras medidas para prevenir este mal. Y es que Trump nos descarta espaciar la inoculación de vacunas en recién nacidos para evitar el autismo. Una propuesta que no cuenta con respaldo científico.


Opinión científica


Los comentarios vertidos por el presidente de Estados Unidos en rueda de prensa han hecho saltar las alarmas de las comunidades sanitarias y científicas en el país. Y es que no existe ningún vínculo causal entre el paracetamol y el autismo. Es más, todavía existen muchas lagunas sobre el desarrollo de este trastorno, que se intuye relacionado con la base genética de la persona y con múltiples orígenes, desde las condiciones medioambientales hasta el historial de salud de los progenitores.

Asimismo, distintas instituciones estadounidenses han insistido en la seguridad del paracetamol para embarazadas y fetos. También numerosos artículos científicos destacan que este puede ser tomado sin ningún tipo de problema, aunque en dosis bajas y durante el tiempo más corto posible. Tan solo uno indicó un posible vínculo entre el contacto prenatal con ese fármaco y el mayor riesgo de desembocar en distintos trastornos del neurodesarrollo. Sin embargo, sus autores puntualizaron que el mencionado fármaco no provocaba el desarrollo del autismo.


No existen vínculos causales entre el paracetamol y el autismo



En relación al uso de leucovorina, la comunidad científica ha destacado que todavía no existen pruebas suficientes para confirmar los beneficios de esta sustancia. Falta investigación en este asunto, por lo que basar una pauta terapéutica en los datos actuales podría resultar contraproducente.


Reacciones desde España


Las afirmaciones de Trump han cruzado las fronteras de Estados Unidos. Al otro lado del océano Atlántico, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha lamentado la "poca racionalidad" del líder de la Casa Blanca a la hora de lanzar este tipo de mensajes sin respaldo científico. "El negacionismo no solo destruye la confianza en la ciencia: pone vidas en riesgo", ha remarcado en redes sociales.

Por su parte, el secretario de Estado de Salud, Javier Padilla, ha criticado la falta de rigor científico de Washington. "Probablemente, esta rueda de prensa sea uno de los signos más claros de una característica de nuestro tiempo: el desprecio al conocimiento científico y la espectacularización del rídiculo", ha aseverado a través de su cuenta de X. "Anecdotario, pseudociencias, faltas de respeto a colectivos varios", ha sentenciado.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.