Gema Fernández Rivas, microbióloga del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol y portavoz de la SEIMC.
Galicia puede ser un ejemplo para el resto del
Sistema Nacional de Salud (SNS) en la prevención del
gonococo. Este jueves la
Consellería de Sanidade ha hecho oficial que
vacunará frente a la meningitis B (4CmenB) a aquellas personas que se consideren de mayor riesgo a padecer esta infección, "dada la protección cruzada frente al gonococo debido a su composición". Una información que recogió
Redacción Médica el pasado martes.
Así, la comunidad gallega se convertirá en la primera en inmunizar a la población de riesgo (diana) frente a la Neisseria meningitidis del serogrupo B (meningococo B). Por ello, el resto del territorio nacional
está muy pendiente de los resultados que pueda tener esta iniciativa, ya que podría provocar
un cambio de paradigma en los sistemas de vacunación del resto del SNS. "A lo mejor tenemos que replantear nuestras estrategias", afirma a este medio
Gema Fernández Rivas, microbióloga del Servicio de Microbiología del
Hospital Universitario Germans Trias i Pujol y portavoz de la
Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
Ejemplo de futuro en el SNS
Desde su punto de vista, "es una buena iniciativa, ya que aporta información y conocimiento". Según explica, dicha protección cruzada sí que
cuenta con cierto respaldo científico, tal y como confirmó el
Servizo Galego de Saúde (Sergas) a este periódico. "Varios estudios realizados en países como Nueva Zelanda, Australia o Estados Unidos afirmaron que su aplicación disminuyó el riesgo a contraer gonorrea en los individuos vacunados", profundiza Fernández.
"Por lo general, se estima que el efecto de la vacuna puede perderse a los dos o tres años de la inmunización"
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Eso sí, hay que tener en cuenta que la inmunización frente a la meningitis B protege, como máximo,
en un 40 por ciento contra el gonococo -menos de un 50 por ciento-, por lo que
no hay que bajar la guardia. Pero no solo se debe tener en el punto de mira este dato. Además, "se estima que el efecto de la vacuna puede perderse a los dos o tres años. Una situación que obligaría a la Consellería a plantearse
una segunda dosis de refuerzo para esa 'población diana'.
Esta pérdida de efecto tendría lugar por varios motivos. Primero, "porque la inmunidad de las personas puede disminuir, es decir, desciende con el paso de los años". Sumado a ello, puede haber cambios o
modificaciones en las propias cepas de la bacterias frente a las que quizás no protegerían esas vacunas -aunque esto es más común en infecciones como la
gripe o el
covid-.
Aun así, para la microbióloga, la mejor inmunización es
la propia infección: "Si el paciente se infecta tiene menos posibilidades de volver a ser infectado por esa bacteria". El problema es que en el caso del gonococo ocurre todo lo contrario. "Una persona con gonorrea puede volverse a infectar", anota.
Sí a reducir la tasa de infección por gonorrea
Por ello, la vacuna puede "reducir la tasa de infección" pero no llega a tener un 'efecto pleno'. "Existe el riesgo de que la gente se confíe, teniendo una falsa sensación de protección, y aumente las conductas o situaciones de mayor riesgo, lo que puede conllevar a que pueda haber una transmisión a otras personas por contacto sexual". Y es que en Galicia no habrá un "efecto rebaño", aunque al disminuir la incidencia de las incidencias por gonococos,
quizás esto implique una reducción de su prevalencia.
Por ahora, habrá que conformarse, ya que todavía no existe una vacuna específica contra la gonorrea. Algunas como la del meningococo B ya tardaron muchos años en ponerse en marcha, y eso que la meningitis "puede llegar a matar". Existen estudios que inician la creación de esa innovación, pero
ninguno llega al final. "Al ser una infección cuyos efectos no son de tanta gravedad, no urge tanto como otras", insiste la profesional sanitaria.
La OMS no se pronuncia ante el gonococo
De hecho, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía no se ha pronunciado al respecto. "No reconoce la necesidad de vacunar frente a la meningitis B como prevención a la gonorrea", añade. En Reino Unido, por ejemplo, sí que "se está avanzando hacia una aplicación o administración de la vacuna en los grupos de riesgo".
Dentro de ellos, por lo general, se encuentran mayoritariamente hombres que tienen sexo con otros hombres con edades comprendidas entre los 25 años y más de 30, personas que han tenido ya de forma recurrente en 2 o 3 años múltiples
enfermedades de transmisión sexual (ETS), personas con múltiples parejas sexuales o trabajadoras o trabajadores del sexo. Se trata de "los cuatro perfiles más expuestos a tener una infección por gonococo".
"La mayor prevención a las ETS es ponerse el preservativo"
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De todas formas, toda vacuna es buena. Sobre todo, actualmente, ya que hoy en día
los antimicrobianos están cada vez más presentes. Por ello, la inmunización es una prioridad frente a los antibióticos, que pueden no ser efectivos en ocasiones. Aunque la mayor prevención de ETS para Fernández, sin duda, es ponerse el preservativo. "Así, conseguiremos erradicarlas", reitera.
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