Miguel Lázaro, candidato a presidir la confederación, exige que se la deje de "invisibilizar"

 Miguel Lázaro, presidente de Simebal, es candidato a presidir la CESM.
Miguel Lázaro, presidente de Simebal.


24 may. 2024 13:40H
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POR ADRIÁN MATEOS
Miguel Lázaro llega al congreso de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) “con las ideas claras” y un gran objetivo: “Que se deje de invisibilizar al colectivo de facultativos”. De hecho, este es uno de los principales asuntos que tiene previsto abordar con la ministra de Sanidad, Mónica García, en caso de salir designado presidente del sindicato en las elecciones de este sábado. “Estoy seguro de que lo entenderá, porque ella es médica y lo que queremos es beneficiar a los pacientes”, asegura a Redacción Médica el actual presidente de Simebal, el Sindicato Médico de Baleares.

Lázaro integra la candidatura liderada por Víctor Pedrera (secretario general de CESM en la Comunidad Valenciana), que este sábado aspira a vencer a Ángela Hernández, líder de Amyts (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid) y convertirse en el nuevo secretario general de la confederación.

¿Cómo está viviendo estas primeras horas del congreso?

Para mí ha sido un placer encontrarme con todos los colegas que formamos parte de este gran equipo que es la CESM. Es un congreso de gran nivel, hay muchísimos médicos y esperamos ponencias muy interesantes. Este reencuentro nos beneficia a todos.

La votación para designar la nueva comisión permanente es el sábado. Los indicios apuntan a una victoria de su candidatura. ¿Está todo zanjado o puede haber sorpresas?

Mire, yo soy seguidor de fútbol y hasta que el partido no acaba no canto victoria. Puede suceder cualquier cosa, aunque somos optimistas ante la idea de ser la candidatura elegida. En cualquier caso, el tema no es quién gana, sino el futuro de la CESM. Somos un sindicato profesional, apolítico y, evidentemente, incómodo para la Administración. Y a los médicos les interesa que esta confederación que representa a los 265.000 habitantes de la sanidad sea reivindicativa, que tenga claro cuál es la hoja de ruta a seguir después de las elecciones.

Espero que tras la votación, que, por cierto, es un ejercicio democrático en cualquier organización, todos arrimemos el hombro, porque es lo que nos piden los médicos de la sanidad española.

¿Cómo se produjo su integración en la candidatura de Víctor Pedrera?

Yo, además del psiquiatra más veterano del IB-Salut, soy presidente del sindicato médico de las Islas Baleares desde hace 11 años. Tengo bastante experiencia sindical, y ahí están nuestros logros en la comunidad. Hemos sido pioneros en España en cuanto a puestos de muy difícil cobertura, en la ecotasa sanitaria… Cuando me hizo la propuesta Víctor, al principio me sorprendió, porque supone un gran cambio para mi vida personal y laboral. Pero me decidí por dos motivos: el gran equipo que hemos formado, con un arco mediterráneo muy importante junto a extremeños y castellanos; y el proyecto en sí, que tiene unas ideas muy claras. Como decía Nietzche, el que tiene un ‘por qué’ es capaz de soportar casi cualquier ‘cómo’. Tengo 66 años, pero vengo con mucha ilusión y vocación sindicalista para luchar por los médicos.


"Somos un sindicato profesional, apolítico y, evidentemente, incómodo para la Administración"



Las elecciones vienen determinadas por las controversias con la otra candidatura, abanderada por Ángela Hernández. ¿Cómo afronta esa situación?

Bueno, yo creo que lo primero que hay que hacer es evitar que haya una ruptura de la CESM, que es algo que, no sé por qué, se está diciendo por algunos lados. ¿A quién le interesa una ruptura? A la Administración. Es del ‘divide y vencerás’. Después de las elecciones es esencial que nos pongamos a trabajar juntos y gastar todas las energías en un decálogo de propuestas.

A nivel interno, ¿qué cambios se deben llevar a cabo?

El primero y fundamental es ligar la financiación a la representatividad y a la afiliación en los estatutos de la CESM con algunos elementos variables.

Hay sindicatos emergentes, como los de Ceuta, Melilla y Simecat, que son pequeños y lo tienen muy difícil pero que hacen una labor sindical extraordinaria en este contexto precario y de muchísima presión. Por eso queremos un grupo de apoyo a nivel financiero, logístico y mediático.

También queremos ampliar la CESM, porque hay sindicatos, por ejemplo en Euskadi y Andalucía, que están fuera. Tenemos que retomarlo.

¿Cuáles son sus reivindicaciones, a nivel laboral, para los médicos españoles?

Estoy trabajando en un decálogo de propuestas para, entre otros objetivos, conseguir que el Gobierno negocie con los sindicatos médicos de Ceuta y Melilla, que lo tienen muy difícil, para incentivar la captación de profesionales. También hay que priorizar la salud laboral de los facultativos, que tiene que ver con su sobrecarga de trabajo, con el ‘burnout’… Debemos exigir a la Administración el cumplimiento de la Ley de Prevención de Derechos Laborales. Otro de los puntos de nuestro proyecto es que se considere autoridad a los médicos, que se erradique la violencia intencional contra los sanitarios.

Otra cosa que tengo muy clara: pido al Gobierno que se dediquen 10.000 millones de euros de los fondos europeos a la sanidad pública para que sea el eje del Estado del Bienestar.

Y, a partir de ahí, seguir aportando a la negociación del Estatuto Marco. Queremos hablar de la recategorización del médico por sus competencias y su responsabilidad (el llamado grupo ‘A1 plus’), los recortes de la paga extra, la jubilación, la fiscalidad de las guardias, la dignificación del sueldo de los MIR… Son cosas que en la otra candidatura estarán de acuerdo al 100 por ciento, porque todos estamos de acuerdo en la defensa de los médicos en una CESM unida y fuerte. 

Y me dejo para el final, aunque es muy importante, pedir una cita a la ministra (Mónica García), porque ha habido por parte de la Administración una labor de minimizar o invisibilizar a la CESM.

¿Cuándo se haría esa llamada?

Al día siguiente de conformar la permanente. Esperamos que tenga sensibilidad con nosotros y que se deje de invisibilizar a una confederación que representa al colectivo médico. No se puede dar prevalencia a otras centrales. Y estoy seguro de que la ministra lo entenderá porque ella misma es médica, y lo que queremos es que se resuelvan ciertos asuntos para beneficiar a los pacientes.


"Esperamos sensibilidad de la ministra y se deje de invisibilizar a CESM"



¿Ha fallado la comunicación con el Ministerio de Sanidad?

En la vida hay que ser agradecido, y la comisión permanente de la CEMS ha hecho una labor extraordinaria en una etapa durísima como ha sido la de la pandemia. Es verdad que todo se puede optimizar, y estoy seguro que en esto vamos a estar de acuerdo con la ministra, porque esto no es una cuestión de sesgo político; nos estamos jugando la sanidad pública. Un médico que está bien tratado, que no está agraviado, que no tiene que ver a 50 pacientes en la consulta… juega en favor de todo el mundo. A la ministra le conviene escuchar a la CESM.

Antes ha hecho alusión a la necesidad de cambiar los estatutos de CESM para, entre otros asuntos, retocar los aspectos relativos a la representatividad y la financiación. La candidatura alternativa denuncia que hay centrales que tienen más votos pero menos afiliados. ¿Qué propone?

Hay que cambiar los estatutos, eso está claro. Pensábamos que iba a haber consenso con este asunto, pero no ha sido posible. Forma parte del juego democrático. Queremos una financiación ligada a la afiliación pero con variables. También es verdad que hay sindicatos que son muy potentes pero que tienen una afiliación muy baja, como Murcia o Baleares.

El problema parece que se localiza en Simecat porque su representatividad es desproporcionada. No hay que olvidar que esta central heredó la representatividad de Metges de Catalunya y que ha estado en un contexto más difícil que el de otras como Madrid o Baleares, pero ha hecho todo lo que ha podido.

Pero ahora mismo, las reglas son las que son. No vale que se empiece a jugar un partido y cambiar las reglas a mitad del juego. Los estatutos actuales son clarísimos, otra cosa es que la otra parte no los acepte.

Si gana el sábado tomará el testigo de Tomás Toranzo. ¿Qué lecciones aprende de su mandato y qué sería necesario potenciar?

A Tomás quiero agradecerle muchísimo todo lo que ha hecho en la comisión permanente durante estos años. Ha sido un gran presidente junto a Gabriel del Pozo, una persona conciliadora con talante negociador. El objetivo siempre es mejorar, pero Tomás ha sido un ejemplo a seguir y todavía puede aportar mucho a la CESM.
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