La vicepresidenta segunda de la SEMI, miembro del jurado de los Premios Sanitarias, concede una entrevista a RM

Juana Carretero: "La ambición en una mujer tiene una connotación negativa"
Juana Carretero.


9 feb. 2020 17:40H
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A Juana Carretero se le ilumina la cara al hablar de su hija Alba, para la que desea "un mundo igualitario en el que nadie tenga que demostrar cada día lo que es". La vicepresidenta segunda de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) reivindica la importancia de poner en valor el trabajo que las mujeres realizan a diario y que muchas veces "es desconocido".

“A todos nos resulta habitual ver a hombres al frente de las organizaciones, de los Ministerios, de las Direcciones Generales, de los Colegios Médicos, de las Sociedades Científicas o de las Jefaturas de Servicio. Pero no estamos acostumbrados a ver a mujeres en esos puestos”, señala Carretero, miembro del jurado de los Premios Sanitarias 2020.

En su familia directa no había ningún facultativo pero, desde que era joven, Carretero supo que quería dedicar su vida a la Medicina. “Yo siempre quería ser médico, tenía esa vocación”, recuerda la internista, que ya entonces rechazaba la idea de ser cirujana: “Yo decía que quería ser médico de corazón y pulmón, que era como antes se referían al internista”, relata la vicepresidenta segunda de la SEMI, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Extremadura.

Carretero reflexiona sobre el papel de la mujer en la sanidad.

“Hay gente de la carrera que trabaja en el mismo hospital que yo”, relata Carretero, que compagina su labor en la Sociedad con su trabajo en el Hospital Comarcal de Zafra (Badajoz), donde también trabaja su marido y al que llegó cuando todavía no había terminado la residencia. “Ahora, echando la vista atrás, pienso que si me hubiera quedado en el Hospital Universitario, quizá mi vida sería de otra manera, igual hubiera sido catedrática”, reflexiona la internista, que no se arrepiente de su decisión: “El trabajo en un hospital comarcal te da otra visión de la Medicina y del paciente”.

Rompiendo el techo de cristal


Cuando le plantearon ser secretaria general de la SEMI fue una "gran satisfacción" para ella. “Es un puesto con el que formas parte de la Junta Permanente, pero no estás a la cabeza. Todo el mundo lo valoró bien”, recuerda Carretero. Sin embargo, cuando le animaron a presentarse a vicepresidenta segunda, "supuso un cisma" para su entorno.

“Está bien que ocupes un puesto intermedio porque no tienes excesiva responsabilidad. Pero a la hora de asumir un cargo como el de presidenta de esta sociedad, que consume muchísimo tiempo; eso se ve diferente porque tienes que dejar muchas más cosas fuera”, relata Carretero, que narra una anécdota familiar: "Mi madre, que es ama de casa, lo primero que me dijo es que qué iba a pasar con mi hija".

Juana Carretero posa en la sede de la SEMI.

La médico está segura de que su madre no le hubiese preguntado a su marido qué iba a pasar con su hija "porque asume que hay alguien que organiza el resto de las cosas", ejemplifica Carretero, que insta a las mujeres a presentarse a estos cargos pensando en la formación y preparación que tienen. “Yo tengo la suficiente capacidad para hacer esto, trabajar, y todo lo demás. Además tengo una familia en la que somos tres y todo el trabajo se debe compartir”, reivindica la médico, que advierte que los cargos de confianza, como las Jefaturas de Servicio, siempre se los suelen ofrecer a hombres. “Parece que van a tener más tiempo libre o más disponibilidad. Cuando las mujeres tenemos mucha más capacidad de organización”, argumenta.

Cuando nació su hija, Juana Carretero redujo un poco su actividad profesional. "Estuve un tiempo dedicándome un poco más a su cuidado, durante un año y medio, aproximadamente", recuerda la médico, que añade: "Cuando alguien tiene una profesión vocacional, necesita hablar con otra gente y aprender cosas, yo necesitaba volver a incorporarme otra vez a eso y, afortunadamente, no tuve ningún problema". 

Carretero es internista por vocación, pero por encima de su profesión, está su familia: "Soy médico, siempre he querido serlo, pero sobre todo, soy madre", reivindica la vicepresidenta segunda de la SEMI, que ha hecho oídos sordos a comentarios desagradables sobre su proyección profesional. "Yo me presenté a Presidenta de la Sociedad Extremeña de Medicina Interna -y por eso comencé a ir a la SEMI-, cuando todavía estaba en tratamiento de quimioterapia por un cáncer que tuve. Mucha gente podía pensar que ya tenía bastante con el cáncer como para meterme en esto. Quizá tenía de sobra y necesitaba esto", describe con crudeza la médico. 

Agradecida a la SEMI


La médico cuenta con un gran apoyo en su hija Alba.

Para Carretero, su hito profesional llegará "cuando sea presidenta de SEMI, sin duda", confiesa a Redacción Médica, argumentando que para un internista, ser presidente de esta sociedad es lo más grande: "Nunca estaré lo suficientemente agradecida a la Junta que me dio su apoyo". 

Desde su experiencia, cuando a un puesto no se accede por oposición, "la tendencia es proponer a un hombre antes que a una mujer". Además, añade, "cuando un hombre sobresale en su puesto de trabajo, se piensa que es porque es muy bueno. Cuando destaca una mujer, se considera que es muy ambiciosa. Es diferente, en la mujer tiene una connotación negativa", reflexiona.

En su opinión, durante los últimos años "se ha avanzado" frente a la brecha de género "porque la mujer ha dicho aquí estoy yo y puedo organizar el servicio exactamente igual que tú", reflexiona Carretero, que no está de acuerdo con el establecimiento de una paridad obligatoria en los cargos directivos. "Yo estoy aquí porque me lo merezco, no por una cuota", defiende la médico, que cree que se trataría de "una discriminación positiva hacia las mujeres y negativa para el hombre". 

Para poder asistir al Congreso Nacional de La Coruña en 2008, Carretero y su marido se llevaron a su hija.

Pese a la leve mejoría, Carretero sigue denunciando que "a las mujeres siempre se les está evaluando, tienen que estar demostrando que están en su puesto porque lo merecen, no porque alguien les haya puesto ahí". 

La médico no participa en las movilizaciones del 8 de marzo porque piensa que la igualdad entre un hombre y una mujer no es algo que deba reivindicarse un solo día: "Cuando asumamos que somos diferentes pero que, a nivel de trabajo, derechos y oportunidades, somos iguales; no tendremos que salir. La forma de conseguirlo es trabajando todos los días y que las mujeres demos un paso adelante y asumamos cargos de responsabilidad donde estemos", considera Carretero, que cree que el movimiento feminista se ha desvirtualizado. 

Pese a su pasión por la Medicina, a la directiva de la SEMI no le gustaría que su hija siguiera sus pasos en el mundo sanitario porque "se sufre mucho y cada vez está menos valorado".  "A ella, además, no le gusta, es más práctica", relata Carretero, a quien le encanta hacer senderismo junto a su familia. 

"Yo siempre le he transmitido que ella tiene que ser una mujer independiente, que no es una princesa", relata Carretero, que sonríe al describir cómo Alba presume de ella: "Por todas partes dice que su madre es la vicepresidenta segunda de la SEMI y que sale por la tele. Este año, que ha empezado el instituto, enseñaba por internet a todo el mundo quién era su madre. Ella está muy orgullosa de todo lo que hago", relata la médico, un referente para su hija y para una gran generación de mujeres que ha visto cómo ha roto cualquier techo de cristal que se ha encontrado en su carrera. 

Una de las mayores aficiones de Juana Carretero es hacer senderismo junto a su familia.


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