Mónica Rodríguez, presidenta de la Comisión de Medicina Interna, define su hoja de ruta para actualizar la especialidad

Mónica Rodríguez defiende impulsar nuevos tutores en Medicina Interna
Mónica Rodríguez, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Interna.


23 feb. 2024 16:00H
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Tras ser nombrada presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Interna, Mónica Rodríguez tiene muy claro que luchar por la aprobación del nuevo programa formativo de la especialidad es su principal cometido. En paralelo, la internista del Hospital Vall d'Hebron defiende la necesidad de ir preparando a las diferentes unidades docentes para que sean capaces de llevarlo a la práctica al día siguiente de que el Ministerio de Sanidad apruebe el programa: "No se busca un programa escrito en un papel, se busca ir cambiando la cultura de cómo se hace la formación de los residentes, por lo que la figura del tutor se convierte en fundamental". 

En este sentido, Rodríguez relata que uno de los proyectos que tiene entre manos el grupo de formación de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) es "empezar a trabajar en actividades formativas específicas para formar a formadores y hacer una red que capitalice todo este cambio de una forma harmónica e irla introduciendo". Finalmente, otro proyecto que irá de la mano con la formación de tutores es, en palabras de la internista, "actualizar los criterios que deben reunir los centros para formar a los futuros internista. La comisión aspira a poder presentar el programa al ministerio dentro de unos meses".

¿Qué significa para usted convertirse en la nueva presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Interna?

Es un gran honor y una gran responsabilidad. Llevo dos años formando parte del equipo de la comisión y he tenido la suerte de incorporarme al trabajo de un equipo que está teniendo una gran importancia. La Comisión Nacional se encuentra en un momento vital, ya que se ha elaborado un proyecto para el nuevo programa oficial de Medicina Interna para renovar el actual, con casi 20 años de antigüedad. Es una iniciativa moderna e innovadora que responde a las necesidades que se tienen actualmente en salud, incorporando también una pedagogía más moderna y eficiente. Tener el honor de luchar para que esto se llegue a aprobar y implantar de una forma tranquila, pero en todos los centros que forman a especialistas, es una responsabilidad importante. Este proyecto puede ser un motor que ayude al cambio de escenario en la docencia.

Aparte de ser internista, desde 2002 estoy en el ámbito de la docencia y creo que es importante ir adaptando no solo la trasmisión del conocimiento, también su generación a las necesidades reales de la Medicina en la salud de la población, incorporando lo que nos aportan las nuevas tecnologías. Todo esto nos abre camino para confeccionar nuevas metodologías docentes que deben incorporarse para contribuir al avance en la trasmisión de conocimiento. El papel que realizan las comisiones es adaptarse a las nuevas necesidades con las herramientas que ofrecen los tiempos actuales.

¿Considera que durante su presidencia conseguirá que el programa formativo de Medicina Interna vea la luz?

Este es el principal mandato, seguir la línea que dejo el anterior presidente, Juan Antonio Vargas, y es la principal ocupación que tendré. No tengo duda de la voluntad del Ministerio de Sanidad, que tiene sobre la mesa la actualización del programa y me consta que en los próximos meses verá la luz. En paralelo, es importante cómo vamos a implantar estos cambios que se promocionan en los centros, por lo que se necesitan herramientas que ayuden a implementar el conocimiento de forma tranquila y efectiva, sin que suponga una carga para los tutores, sino una oportunidad.


"Es capital incorporar metodologías nuevas para que nos permitan luchar por un profesionalismo más eficaz"



Por una parte, se debe luchar para que el ministerio apruebe el programa, mientras que en paralelo se debe ir preparando a las diferentes unidades docentes para que sean capaces de llevarlo a la práctica. No se busca un programa escrito en un papel, se busca ir cambiando la cultura de cómo se hace la formación de los residentes. Se debe hablar de competencias y no de rotaciones, por lo que es capital incorporar metodologías nuevas para que nos permitan luchar por un profesionalismo más eficaz.

¿Qué vías están explorando para que este conocimiento llegue a las unidades docentes de la mejor manera posible?

Se aprovecharán dos canales ya establecidos. Uno de ellos será la difusión de los contenidos a través de las sociedades científicas de Medicina Interna que hay en cada comunidad autónoma. Estas instituciones tienen el contacto con todos los centros que forman internistas y a través de ellas harán llegar el programa a todos los hospitales. Para la preparación de los profesionales docentes, existe otra vía fundamental que son los tutores. Se trata de la columna vertebral y tienen que velar por el cumplimiento de este programa. Desde la comisión se irá introduciendo este elemento novedoso del programa en la práctica clínica habitual.
 
¿Qué papel tendrá el tutor en la trasmisión del conocimiento a los nuevos internistas?

No solamente se les deberá enseñar los nuevos contenidos, también se les deberá formar para que puedan aplicar a las nuevas metodologías de forma eficiente. Uno de los proyectos que tiene el grupo de formación de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) es empezar a trabajar en actividades formativas específicas para formar a formadores y hacer una red que capitalice todo este cambio de una forma harmónica e irla introduciendo. En el mundo de la docencia ligada a la ciencia se deben conseguir cambios de hábito y cultura sin que sea de forma drástica, ya que genera rechazo.

El nuevo programa formativo tampoco es un cambio drástico a lo anterior, es una evolución. Aunque tarde algo más de lo previsto en aprobarse o hubiera pequeños cambios, se debe ir formando a los tutores en paralelo en esta metodología. Se trata de un alimento enriquecedor que permitirá ponerlo en marcha al día siguiente de que se apruebe, por lo que ambos caminos deben ir unidos.

¿La Comisión Nacional debe tener más jerarquía y competencias en el Ministerio de Sanidad, además de ser un órgano consultivo?

Ya me gustaría que se nos utilizará como institución consultiva, estaría satisfecha que se nos escuchara más a menudo. La cuna del conocimiento reside en las comisiones nacionales de las especialidades, que son los que conocen la realidad al aplicarlo en la labor asistencial. También se conoce cómo se debe trasmitir el conocimiento y adaptarse. Aprovechar todo esto por parte del ministerio sería muy bueno a la hora de decidir estrategias de futuro.


"Salud padece que las políticas que se realizan tendrían que ser capaces de elaborar programas y planificar a largo plazo"



Salud padece que las políticas que se realizan tendrían que ser capaces de elaborar programas y planificar a largo plazo. Esto solamente se puede conseguir con un contacto muy fiable de la realidad. Las comisiones nacionales no son las únicas para proporcionar el termómetro de la realidad, pero son un elemento valioso. Se deben tener más en cuenta para al menos escuchar opiniones a la hora de decidir política en el ámbito de planificar las futuras necesidades de los especialistas.

¿Se pretende impulsar la recertificación médica en Medicina interna dentro de la comisión?

Hace unos años el ministerio me contactó para que formase parte de un grupo de profesionales y que se trabajase en la reacreditación. En principio se planteaba como algo independiente a las comisiones cuando creo que debe estar vinculado. La comisión debe subirse al trineo de la recertificación de forma activa. No sirve diseñar un circuito burocrático para recertificar a los profesionales. En Europa la recertificación ha sido implantada desde hace años y muchos modelos pueden servir a España de inspiración.

La reacreditación no solamente es importante para que el profesional tenga un camino en su futuro profesional con retos preestablecidos, también es una garantía para que la sociedad de que aquellas personas que un día lograron un título, mantienen las competencias necesarias para seguir ejerciendo. Se deben fomentar dos vertientes, estimular al profesional para que sigue formándose y crear una garantía para la sociedad que los especialistas mantienen las competencias que en su día adquirieron.  

¿Qué otras iniciativas aspira a fomentar a lo largo de su mandato?

Un plan muy ligado al programa oficial de la especialidad es el de actualizar qué criterio tienen los centros para formar especialistas. Está encima de la mesa la necesidad de que se aumenten las plazas para formar a nuevos internistas, pero hay que tener en cuenta que los centros donde se formen reúnan unos criterios que garanticen que realmente pueden formar a los especialistas en las competencias que marca el programa.  


"Hay que tener en cuenta que los centros donde se formen los internistas reúnan unos criterios que garanticen las competencias que marca el programa"



La siguiente fase tras la elaboración del programa oficial es actualizar los criterios que deben reunir los centros para formar a los futuros internistas. Llevamos tiempo trabajando en esto y en los próximos meses esperamos completar este complemento necesario del programa oficial para presentarlo al ministerio. Los criterios definirán qué condiciones deben reunir los centros para formar a los especialistas en este programa. La Comisión Nacional tiene el cometido de elaborar esta propuesta.
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