César Dilú, miembro del Grupo de Trabajo de Salud Digital de la SEMG.
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha presentado una hoja de ruta para incorporar la Inteligencia Artificial (IA) a la práctica clínica en Atención Primaria. Basada en una reciente encuesta con más de 600 profesionales, la estrategia responde al alto interés por formarse y al compromiso del colectivo con una implementación ética, útil y adaptada al primer nivel asistencial. De hecho, la sociedad tiene previsto impulsar un currículum estandarizado que permita a los profesionales aprender las funcionalidades de la IA en el uso clínico real.
La sociedad científica también fomentará la investigación propia en materia de IA para generar su propia evidencia. El plan pretende convertir a los médicos de Familia en creadores y validadores de conocimiento algorítmico, gracias a redes multicéntricas y proyectos pilotos que respondan a sus necesidades reales.
El 97% pide formación específica en Primaria
Una amplia mayoría de los profesionales sanitarios de Atención Primaria (73,7 por ciento) no ha recibido formación específica en IA en los últimos cinco años. A pesar de esto, existe una notable disposición a aprender, con un 97,4 por ciento de ellos dispuestos a participar en programas formativos continuos sobre IA, según los resultados preliminares del sondeo de la SEMG.
El sondeo tenía como objetivo analizar las necesidades formativas del personal sanitario en España con respecto a estas herramientas predictivas, con el objetivo de orientar el diseño de estrategias de implementación de IA en el ámbito de la Atención Primaria.
El análisis se basa en 625 respuestas de una encuesta online del Grupo de Trabajo de Salud Digital de SEMG, cuyos integrantes, César Dilú y Carlos Durán, presentaron en el marco del 31º Congreso Nacional de Médicos Generales y de Familia, acompañados de la presidenta de la SEMG, Pilar Rodríguez Ledo.
Entusiasmo vs. formación
Los datos reflejan una diferencia clara entre el entusiasmo por la IA y las oportunidades de formación recibidas hasta ahora. La principal barrera identificada para la implementación de la IA es la "falta de formación" (seleccionada por el 83 por ciento de los participantes), seguida por "infraestructura inadecuada" (36,6 por ciento) y “resistencia al cambio" (23,8 por ciento).
Aunque la mayoría, el 71,2 por ciento de los encuestados, cree que la IA puede mejorar la calidad de la Atención Primaria, la confianza en sus resultados es contextual, ya que el 65,8 por ciento depende del contexto y existe una preocupación en el 51,4 por ciento de los profesionales por el posible impacto en la privacidad de los datos del paciente. En este sentido, la necesidad de establecer normativas específicas para la IA en medicina es reconocida por un 91,8 por ciento.
El 63 por ciento de los encuestados por la SEMG eran médicos (87,8 por ciento) y el 9,1 por ciento profesionales de Enfermería, con una edad media de 50 años y que trabajan en el sector público. Las conclusiones principales obtenidas hasta el momento apuntan a una escasa formación previa en IA y el bajo nivel de familiaridad con las herramientas de todos ellos, en contraste con una alta disposición a formarse.
El 80% de proyectos, en el hospital
Al hilo de estos resultados, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) ha propuesto una hoja de ruta para la IA en Atención Primaria, donde el nivel de implementación está muy por debajo del segundo nivel asistencial.
“La Inteligencia Artificial avanza a un ritmo vertiginoso y, aunque su promesa es inmensa, su implementación actual presenta una peligrosa asimetría. Alrededor del 80 por ciento de los proyectos de IA se gestan en el ámbito hospitalario, mientras que la Atención Primaria, el verdadero eje de nuestro sistema, lidera apenas una minoría”, según ha advertido Dilú.
“No queremos ser meros espectadores de esta transformación”, por ello, desde la SEMG proponen un plan estratégico de IA diseñado “desde la Atención Primaria, para la Atención Primaria” como respuesta a ese desequilibrio, según han afirmado Rodríguez Ledo y Durán, encargados de enumerar las acciones a llevar a cabo “para corregir esa asimetría y a posicionar a la Medicina de Familia en la vanguardia de la innovación”.
La SEMG, a través de su Grupo de Salud Digital, asumirá el liderazgo en educación, para no conformarse con usar la IA, sino comprenderla. Para ello, desde la SEMG se promoverá un currículum estandarizado que permita a los profesionales pasar de la duda a la confianza, y del aprendizaje conceptual al uso clínico real de la IA.
Creadores de conocimiento algorítimico
La sociedad científica también fomentará la investigación propia en materia de IA para generar su propia evidencia. El plan pretende convertir a los médicos de Familia en creadores y validadores de conocimiento algorítmico, gracias a redes multicéntricas y proyectos pilotos que respondan a sus necesidades reales.
El Grupo de Salud Digital de SEMG velará porque la integración de la IA en Atención Primaria se oriente por criterios éticos y profesionales, trabajando para que toda herramienta que contemple el uso de la IA respete la autonomía del paciente, la confidencialidad y, sobre todo, que preserve la esencia de la relación médico-paciente. Para conseguir todo lo anterior, SEMG reclamará la financiación específica, las infraestructuras adecuadas en todos los centros de salud, especialmente en el ámbito rural.
Con esta apuesta decidida, la SEMG busca que la Atención Primaria no solo se adapte a los avances tecnológicos, sino que los lidere desde una perspectiva humanista, centrada en el paciente y con una sólida base ética. "La integración de la IA no debe suponer una amenaza, sino una herramienta para mejorar la calidad asistencial, la eficiencia del sistema y el empoderamiento de los profesionales. Para lograrlo, es imprescindible que la formación, la investigación y la regulación avancen al mismo ritmo que la innovación tecnológica",
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