Exposoma y Envases: disruptores endocrinos, en el Congreso SEMG 2025
La
disrupción endocrina es un problema de salud pública que puede tener graves consecuencias para el paciente. Muchos de los compuestos que provocan estos efectos están presentes no solo en el entorno, generando preocupación por su impacto ambiental, sino también en los alimentos. Es lo que han expresado los especialistas durante la celebración del
31º congreso nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quienes han alertado sobre la importancia de reducir la exposición a estos agentes para proteger nuestra salud y la de las generaciones futuras.
"Hay que concienciar sobre los químicos a los que estamos expuestos"
La mesa de debate titulada "
Exposoma y Envases: disruptores endocrinos, seguridad química y el valor del vidrio" ha contado con la participación de
Marciel Maffini, científica experta internacional en seguridad química y salud ambiental, especializada en cáncer y disrupción endocrina.
Marciel Maffini, científica experta internacional en seguridad química y salud ambiental, especializada en cáncer y disrupción endocrina.
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En declaraciones a
Redacción Médica, la experta ha explicado que,
con los microplásticos "hay demasiada confianza". "Hay que explicar a la gente cómo actúan, cómo entran al cuerpo humano, cómo el cuerpo los elimina…etc.". "Por lo pronto, lo mejor que podemos hacer como consumidores es eliminar o empezar a consumir menos productos hechos con plásticos".
Maffini afirma que
a la gente "hay que decirle la verdad", para que puedan entender la importancia que tiene la exposición a los químicos derivados de estos microplásticos y sus consecuencias en la salud. "Los responsables de la seguridad de los alimentos son las compañías que producen los alimentos y los gobiernos que las regulan", ha recalcado.
Seguridad en medicamentos
En este punto,
Jonatan Alonso, miembro de los Grupos de Trabajo de Endocrinología y Nutrición, Estilo de Vida y Salud Pública de SEMG, ha dictaminado que "hoy en día, no se puede hablar de una seguridad alimenticia sino existe seguridad de envasado, tanto en alimentos como en Medicina para los medicamentos".
A su vez, se ha expuesto cómo ciertos materiales de envasado (especialmente los plásticos o envases que hacen uso de polímeros, multicapa o funcionalizados) pueden liberar
compuestos que alteran el sistema hormonal humano.
"Todo tienen que cumplir una función técnica para ser seguros y sostenibles". Es aquí donde el vidrio se muestra como "e
l material más seguro y con menor impacto ambiental". Se trata del único material de envasado que cuenta con la etiqueta GRAS (Generally Recognized As Safe) otorgada por la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos.
Jonatan Alonso, miembro de los Grupos de Trabajo de Endocrinología y Nutrición, Estilo de Vida y Salud Pública de SEMG.
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Regulación europea
En Europa, el
reglamento REACH lo exime de registro por su inercia química y la ausencia de toxicidad durante todo su ciclo de vida. Además, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través de su Instituto de Cerámica y Vidrio, ha certificado que los envases de vidrio no contienen Bisfenol A (BPA) ni otras sustancias orgánicas potencialmente peligrosas (como ftalatos, ITX o acetil-aldehídos), y que no presentan migración química hacia los alimentos o medicamentos que contienen.
"En España
necesitamos regulación por parte del ministerio, aunque ya se empiezan a utilizar estos envases de vidrio y posiblemente en un futuro sea más habitual de lo que pensamos", aventura Alonso.
Karen Davis, secretaria general de Anfevi, la Asociación de Fabricantes de Envases de Vidrio ha señalado que la exposición a químicos "también puede venir a través de los envases y hay que elegir aquellos que den mayor garantía"."Es un envase 100 por cien reciclable y no contribuye a la contaminación por microplásticos que afecta al final a los ecosistemas pero también a la cadena trófica que llega al ser humano".
Por su parte,
Alicia Durán, profesora de investigación del CSIC ha hablado sobre las propiedades físico-químicas del vidrio y su aplicación farmacéutica y biomédica y ha recordado el protagonismo que tienen los productos de vidrio en los distintos objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
En definitiva, desde SEMG exponen que el vidrio
reduce la carga química del exposoma, convirtiéndose en una herramienta silenciosa de prevención que permite reducir riesgos químicos evitables y construir un entorno más seguro y sano.
Los expertos, en la rueda de prensa posterior a su ponencia en el Congreso SEMG 2025.
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