El nuevo perfil de paciente, analizado en una reunión celebrada por Gilead

VIH: Es prioritario incidir en hábitos de vida 'sanos' ante la cronicidad
Juanse Hernandez, Francisco Rodríguez, Susi Garcia, Jose Luis casado, Piedad Arazo, Pepa Muñoz, Pepa Crusells, Teresa Rubio y Vicente estrada.


28 mar. 2017 17:50H
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POR REDACCIÓN
Gilead Sciences ha celebrado en Bilbao la reunión VIH es: Ir más allá de la indetectabilidad, una sesión donde expertos en la materia han participado y debatido sobre las nuevas estrategias para mejorar la atención y la calidad de vida de los pacientes con VIH. Se abordaron otros aspectos como identificar y prevenir la infección de la enfermedad, las comorbilidades y las necesidades médicas no cubiertas en el abordaje actual de esta patología.
 
El encuentro contó con Josefa Muñoz Sánchez, del Hospital Universitario de Basurto, Bilbao; la Teresa Rubio Obanos, del Hospital Reina Sofía de Tudela; Francisco Javier rodríguez Arrondo, del Hospital Univ. Donostia; Vicente Estrada, del Hospital Univ. Clínico San Carlos de Madrid; Mª José Crusells, del Hospital Clínico Univ. Lozano Blesa de Zaragoza; José Luís Casado, del Hospital Univ. Ramón y Cajal de Madrid; Piedad Arazo, del Hospital Univ. Miguel Servet de Zaragoza; Mª Asunción García Gonzalo, del Hospital de Galdakao-Usansolo de Bilbao y Juanse Hernández, de GTT de Barcelona.
 
Se está asistiendo a un cambio claro en el perfil del paciente VIH y es importante reflexionar sobre cómo se puede ir más allá del control virológico y abarcar las diferentes situaciones a las que se enfrenta el paciente. Esto obliga a considerar la infección por VIH desde una nueva perspectiva, teniendo en cuenta que actualmente se ha convertido en una enfermedad con aspectos a destacar: su evolución crónica, con un aumento de la supervivencia y su carácter de enfermedad inflamatoria sistémica, que conlleva a la afectación multiorgánica con diferentes comorbilidades, la aparición de neoplasias no definitorias de SIDA y el envejecimiento prematuro de los pacientes.
 
En palabras de Muñoz, “con el tratamiento antirretroviral actual, la infección por el VIH está controlada, siempre y cuando se tome la medicación. Como en otras enfermedades crónicas, se mantiene un estado de inflamación crónica que favorece el desarrollo de comorbilidades, con mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, renales, alteración de la densidad mineral ósea, mayor incidencia de algunos tumores no definitorios de sida y un envejecimiento más precoz, entre otros. Todo ello asociado a los factores clásicos de estas complicaciones, que son más prevalentes en la población con VIH que en la población general. Es prioritario incidir en hábitos de vida saludable como abandono del tabaco, evitar la vida sedentaria, dieta adecuada, así como el control farmacológico de la hipertensión”.
 
“Siembre hemos tenido que contar con un paciente autónomo, activo que tiene consecuencia de la enfermedad y de la importancia de la adherencia, medidas de prevención, etc. Cuando el paciente es activo, conoce su enfermedad y sus complicaciones, los resultados en salud son significativos. El equipo multidisciplinar para el abordaje de las distintas patologías se ha hecho imprescindible y el médico de atención primaria adquiere un papel fundamental en la coordinación y control cercano”, concluyó Muñoz. 


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