Más de la mitad de los inhaladores que se usan en España calientan el planeta

Los inhaladores de polvo seco son clave para reducir la huella de carbono


3 oct. 2022 8:00H
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El uso de inhaladores que contienen cartucho presurizado se traduce, al año, en 400.000 toneladas de CO2 en España. Estos inhaladores, denominados pMDI, contienen propelentes hidrofluorocarbonados y suponen el 52 por ciento de los utilizados. De ellos se vende una media de 15 millones de unidades, que tienen un impacto directo sobre la huella de carbono.

Desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) aseguran que, en este momento "ya se están investigando nuevos propelentes menos contaminantes que podrían producir hasta un 90 por ciento menos de huella de carbono". Aun así, desde la propia Agencia apuntan que, aunque la reducción de la huella de carbono de los inhaladores "es necesaria", esta debe realizarse de manera pausada. "El cambio de inhalador por motivos no clínicos en pacientes bien controlados con inhaladores pMDI puede suponer un riesgo de deterioro o baja adhesión terapéutica", explican.


Uso de dispositivos de polvo seco


Así, la Aemps aboga por la transición progresiva a inhaladores menos contaminantes y velan porque exista esta posibilidad para los pacientes que los necesitan.

Por su parte, el conjunto de las sociedades científicas representadas en la guía española del manejo del asma (GEMA 5.2) recoge recomendaciones para evitar este impacto. Por ejemplo, hasta que los nuevos propelentes menos contaminantes estén disponibles (se tiene que previsión de que esto se consiga progrestivamente hasta 2035), se recomienda el uso de dispositivos de polvo seco o nebulización en nuevos pacientes de menos de seis años, o con flujo inspiratorio de menos de 30 l/min, siempre que el médico responsable considere que es el tipo de dispositivo para inhalación más adecuado para el paciente.

Transición progresiva para reducir la contaminación


La Alianza Médica contra el Cambio Climático, promovida por el Consejo General de Colegios Oficiales de España, entre otros objetivos, también aboga por la transición hacia inhaladores menos contaminantes. En su primer informe explican que, aunque los pMDI tienen un alto nivel de seguridad humana, "tienen un alto impacto en el calentamiento global". Ponen en relieve que se estima que el 3,5 por ciento de la huella de carbono del Sistema de Salud de Reino Unido se debe a los pMDI y que reemplazar un 10 por ciento de los pMDI por inhaladores menos contaminantes supondría un ahorro de 68,2 kt de CO2.

Dispositivos preferidos por los pacientes


En esta misma línea, en el documento 'Qué hacer y no hacer en salud planetaria', SEMFYC aboga por no prescribir este tipo de inhaladores presurizados siempre que exista una alternativa mejor, tanto para el paciente como para el medioambiente.

Con todo esto se busca iniciar que los médicos españoles añadan la sostenibilidad como factor de decisión una vez tienen el diagnóstico y tratamiento para el paciente. Según un estudio realizado por la Red Académica de Ciencias de la Salud (AHSN, por sus siglas en inglés), el 70 por ciento de los pacientes con EPOC prefiere dispotivos inhaladores en polvo seco. En el mismo informe, titulado 'Reduciendo el impacto ambiental de los inhaladores para asma' se señala que el 81 por ciento de los pacientes cambiarían su inhalador si tuvieran opción por motivos medioambientales.
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