GSK y Liga F reúnen a oncólogos y pacientes para promover el ejercicio y visibilizar su papel en la enfermedad

GSK y Liga F organizan una jornada para resaltar el papel del deporte en el cáncer.
Cristina Henríquez de Luna, Beatriz Álvarez, César Rodríguez, Virginia Torrecilla, Javier Núñez y Marcelo Ruz.


3 abr. 2024 13:00H
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Durante 2024 se estima que se diagnosticarán más de 13.000 casos nuevos de cáncer de ovario, endometrio y cérvix en España. En estas patologías, el deporte se torna como un ‘partido fundamental’ para prevenir, acompañar durante el tratamiento y ayudar en la recuperación una vez superada la enfermedad. Esta es la principal conclusión extraída de la jornada en la que Liga F y GSK han reunido a pacientes y a oncólogos para promover el papel del ejercicio, en el contexto de su día internacional. El relato en primera persona ha estado a cargo de Virginia Torrecilla, exjugadora del Atlético de Madrid, que padeció un tumor cerebral. "El deporte siempre ha sido vida y más ahora. Para mí fue lo más importante que tuve porque es lo que me ha hecho estar hoy aquí", ha resumido.

Caminando hacia la Esperanza: Mujer, deporte y cáncer’ ha sido el nombre elegido para este punto de encuentro. El pistoletazo de la vida lo ha dado Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga F, quien ha asegurado que el deporte va más allá de una profesión. Puede ser un entretenimiento y es muy importante tanto para la salud física, como para la mental. "Para Torrecilla ha sido un instrumento para tener un hilo de esperanza en uno de los momentos más oscuros de su vida", ha incidido. Cristina Henríquez de Luna, presidenta y consejera delegada de GSK España, ha resumido que el ejercicio es "el mejor tratamiento", y que también incide en la recuperación y en "la vuelta al mundo".

César Rodríguez, presidente de la Sociedad española de Oncología Médica (SEOM), ha explicado que en cáncer se disciernen dos tipos de factores de riesgo: no evitables y evitables, relacionados especialmente con los hábitos de vida saludable. "Podríamos reducir hasta un 30 por ciento la mortalidad en cáncer y un 20 por ciento de la incidencia", ha detallado. Estos se resumen en, entre otras cuestiones, evitar el tabaquismo, llevar una dieta equilibrada y el ejercicio. "Respecto a lo último, los beneficios están identificados: ayudan a tolerar mejor los tratamientos y en algunos tumores mejoran los resultados", ha señalado.

El secretario de la Asociación de pacientes Mama y Ovario Hereditario (AMOH), Marcelo Ruz, ha asegurado que el ejercicio físico es un detonante del resto de hábitos saludables. Aun así, recuerda que no cura el cáncer, pero ayuda.

La exjugadora colchonera ha incidido en que el deporte le ha acompañado a lo largo de toda su vida, también durante la enfermedad, cuando no lo dejó apartado. "Me supuso mucho también en mi vida personal. Cuando entré en quirófano, lo primero que me dijo mi oncóloga es que gracias al deporte tengo un cuerpo muy bueno para superar quimios", ha comentado. Cuando llegaba de las sesiones se ponía a hacer deporte e incluso en los momentos más delicados en el hospital no lo dejaba de lado. "Los últimos dos meses fueron horribles, cuando me quedaban tres quimios. Me quedaba en cama, pero me levantaba y mi médica me decía ‘No hay quien te pare'", ha recordado.


El deporte como ‘empuje’ psicológico


El médico responsable del Atlético de Madrid, Javier Núñez, ha afirmado que el factor equipo, tan importante en el deporte, jugó un papel decisivo en la enfermedad de Torrecilla, pues las patologías oncológicas no solo merman la parte física, sino a veces también la psicológica. "En los momentos difíciles en los que no había ganas de entrenar, el contexto del equipo ayudó en la evolución del cáncer. El ‘partido a partido’”, ha comentado. La exdeportista de élite ha insistido en el arropamiento de sus compañeras: "Mi familia fue el Atleti, apostaron mucho por mí; el equipo fue fundamental en mi vida".

Pero también es importante una vez superada la enfermedad. Ruz lo tilda como "imprescindible" en el postratamiento, especialmente para el aspecto psicológico.

Todos los ponentes han coincidido en la necesidad de promover el papel de la actividad física, especialmente mientras se padece una enfermedad oncológica. "Lo tenemos que meter en la vida, no solo en los momentos malos", ha concluido la deportista. Durante el tratamiento se requiere de una formación adecuada de los profesionales. "Tiene que formar parte de los tratamientos transversales que ofrecemos a los pacientes", ha incidido Rodríguez. Es decir, no vale cualquier ejercicio físico; el oncólogo ha de prescribirlo para que después sean los profesionales adecuados los que se encarguen de ello.
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