Stefan Oelrich, presidente de la Efpia, y Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
La
amenaza arancelaria ya se cierne sobre la industria farmacéutica. Como si de una diana se tratase, el presidente de los Estados Unidos ha colocado a los distintos productos -entre los que se encuentran los sanitarios, como
los medicamentos y las vacunas- como el objetivo de su nuevo dardo. Ha abierto una
batalla comercial a nivel global para que la que el sector, desde las propias empresas hasta las organizaciones y los organismos públicos, ya se prepara. El impacto de esta nueva política arancelaria, en el caso de convertirse en realidad, no afectará por igual a todas las farmacéuticas, como ya ha alertado la
patronal europea en conversación con
Redacción Médica.
“Cualquier impacto será diferente para cada empresa, dependiendo de su presencia y de sus productos”, destacan las fuentes consultadas de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia). Asimismo, también destacan que, al no haberse implementado aún esta política arancelaria, y al desconocer el porcentaje exacto que se aplicará a las
exportaciones farmacéuticas, por el momento no se puede concretar el daño total que ocasionarán los aranceles de Trump. No obstante, sí que explican que, de aplicarse,
las pharmas saldrían perjudicadas.
Las voces de la patronal se muestran contundentes.
“Los aranceles no beneficiarán ni a la industria ni a los pacientes”, detallan. Es en este marco donde insisten en que no lo harán “ni en Europa ni en Estados Unidos”. Por ello, y ante los efectos que van a tener en la economía a nivel mundial, y en
el sector farmacéutico en concreto, la Efpia insiste en que aboga por “eliminar los aranceles o contra-aranceles”.
Del éxodo farmacéutico al doble impacto en España
La Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia) fue una de las primeras entidades en alzarse contra la nueva medida de Trump. Los agentes del organismo, que actualmente preside
Stefan Oelrich, ya mostraron sus temores por las consecuencias de la implantación de esta política arancelaria. Tanto que,
como avanzó este periódico, exponían la posibilidad de
un éxodo farmacéutico a Estados Unidos. "A menos que Europa implemente un
cambio de política rápido y radical, es cada vez más probable que la investigación, el desarrollo y la fabricación farmacéutica se dirijan a Estados Unidos”, señalaron las fuentes consultadas.
Estos aranceles, que han revolucionado la economía mundial, ya
tienen fecha de entrada en vigor. Será el 1 de agosto. Además, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ya ha advertido de que en los próximos días
mandará una carta a la Unión Europea detallando en qué consistirán sus aranceles. Unas tasas sobre las que, por cierto, ha señalado que
no volverán a tener más prórrogas.
Esta amenaza de Trump
se ha duplicado en el caso de España. Después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, rechazase subir el gasto militar al 5 por ciento, el mandatario estadounidense
decidió aumentar los aranceles para el país. Aunque no detalló los porcentajes exacto, sí que dijo que los doblaría.
Sobre este asunto, la Efpia no ha querido aventurarse al daño que sufriría la industria farmacéutica española. Aún así, sí que ha vuelto a reiterar su postura:
“No beneficiará a nadie”.
El futuro de los aranceles
En este momento la guerra comercial entre Donald Trump y el resto de países sigue abierta.
Las próximas semanas serán claves para la industria farmacéutica, que lleva meses sumida en la incertidumbre por los efectos económicos que tendrán estos aranceles. Las consecuencias, por tanto, podrían conocerse en medio del verano.
El dardo del presidente de EEUU ya está preparado. Los medicamentos, las vacunas y las propias pharmas en la diana. El resultado del tiro ya es cuestión de días.
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