La hematóloga Anna Sureda recuerda el perfil bajo de toxicidad de este abordaje, que contará con su propio banco

La hematóloga Anna Sureda relata las ventajas de la terapia CAR-NK
Anna Sureda, jefa del Departamento de Hematología Clínica del Idibell y del ICO.


5 jun. 2023 8:00H
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España está dispuesta a iniciar su particular gran salto a la innovación con la confección en Catalunya de un banco productor de células CAR NK derivadas de células de sangre de cordón, una nueva generación de células inmunológicas, natural killer, (NK), modificadas con receptores quiméricos antigénicos (CAR) que vienen a sumarse a las ya existentes en el campo de las terapias avanzadas contra el cáncer. Uno de los principales argumentos esgrimidos por el Oncologial’Institut Català d’Oncologia (ICO), una de las instituciones embarcadas en este proyecto, a la hora de apostar por este tipo de tecnología es que las células NKs puede tener un uso alogénico, es decir, que las células NKs aisladas de un donante sano pueden modificarse y usarse para tratar diferentes pacientes. Esta característica permite que se pueda generar un banco de células NKs ya modificadas para en el momento que un paciente las necesite. Esta propiedad representa una gran diferencia respecto a de las CAR-T autólogas, donde el mismo paciente es el donante de los linfocitos T que se tienen que modificar y amplificar en el laboratorio antes de reinfundirlas, proceso que necesita de un tiempo que en muchas ocasiones el paciente no tiene. Finalmente, los primeros resultados clínicos también muestran un perfil de toxicidad menor para el paciente de la terapia CAR-NK frente a la terapia CAR-T alogénica.

El proyecto ha sido posible gracias al acuerdo alcanzado entre el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), el ICO el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Banc de Sang i Teixits (BST), que se encargará de aportar la plataforma necesaria para que se constituya el primer banco de células NK en EspañaAnna Sureda, jefa del Servicio de Hematología Clínica ICO-L’Hospitalet, afirma en Redacción Médica que la creación de este banco significará un antes y un después a la hora de abordar diferentes enfermedades hematológicas: “Las células CAR-T que se utilizan actualmente son autólogas, están producidas a partir de linfocitos T del propio paciente y este proceso de producción tarda semanas. Se apuesta ahora por una estrategia terapéutica alternativa, como son las CAR alogénicas, NK, con la diferencia de que los linfocitos que se usan para ser modificados genéticamente no son del enfermo, sino de un donante”.

Sureda confía en que el proyecto empieze a carburar a partir del año que viene y una vez que la estructura esté completada, el siguiente paso será “iniciar experimentos in vivo y plantearse ensayos clínicos para trasladar toda esta tecnología a los enfermos. Hasta llegar a la fase clínica se deberá esperar algún año”.


"Las células CAR-T están producidas por linfocitos T del propio paciente y este proceso de producción tarda semanas"



El principal cambio que comportará la creación de un granero de células madre obtenidas de sangre de cordón umbilical para producir células inmunitarias CAR-NK es, según Sureda, el uso inmediato de esta terapia: “Se ofrecerá el medicamento que le vaya bien al enfermo y se infundirá de manera directa. El proyecto plantea una clara ventaja, y es que estas células están a disposición de los enfermos con diferentes indicaciones”.

Las ventajas de CAR-NK respecto a CAR-T


Aunque por ahora no se ha demostrado que las CAR-NK sean más efectivas que las actuales CAR-T, la hematóloga sí confirma que las primeras cuentan con algunas ventajas, como “su inmediata disponibilidad, además de que su perfil de toxicidad y tolerancia es superior. Existe un porcentaje más bajo que las CAR-T en relación al síndrome de liberación de citocinas o a la toxicidad neurológica”.


"El perfil de CAR-NK tiene un perfil de toxicidad y tolerancia superior a las CAR-T"



Otro de los propósitos que tiene el acuerdo alcanzado entre las tres instituciones españolas es que las futuras CAR-NK sirvan para diferentes indicaciones. “La construcción de una célula NK o de un linfocito T se hace a través de un virus, que se puede modificar genéticamente para que exprese un antígeno quimérico. Este puede ir dirigido contra diferentes tipos de células tumorales como CD19, objetivo que en el momento actual se usa frecuentemente con las CAR-T”, afirma Sureda, que también abre la puerta a seguir investigando con CAR-NK “patologías minoritarias, como la leucemia aguda linfoblástica T”. El banco de células NK empieza a erigirse y, junto a él, el desarrollo de células capaces de hacer jaque mate a múltiples patologías onco-hematológicas.
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