El diagnóstico de la artrosis gasta un 0,5% del PIB

Redacción. Madrid
Las pruebas diagnósticas prescritas para detectar o descartar la artrosis exigen un gasto de 4.738 millones de euros a las arcas públicas cada año, lo que equivale a medio punto del producto interior bruto (PIB) nacional.

La dolencia supone el 50 por ciento de las consultas relacionadas con el aparato locomotor y, de éstas, se sabe que el 80 por ciento requieren de esta clase de pruebas antes de los seis meses tras acudir al médico. Además, la artrosis es una enfermedad crónica que representa el segundo motivo de consulta en Atención Primaria y el 15 por ciento de todas las asistencias en urgencias.

Rafael Sotoca, director general de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública; José Enrique Fernández, rector de la UEV, y José Luis Llisterri, director de la Cátedra de Cronicidad y presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

En efecto, un 15 por ciento de la población española padece algún tipo de artrosis. Esto son más de siete millones de personas mayores de 20 años, de las que 700.000 se encuentran en la Comunidad Valenciana. Su prevalencia es tres veces superior en mujeres que en hombres y su incidencia es extraordinariamente elevada entre los 60 y 70 años.

Por eso, se considera que incluso el problema irá en aumento, ya que “la mayor esperanza de vida y la tendencia al aumento del índice de masa corporal condicionarán un crecimiento muy significativo en la prevalencia de la artrosis en las próximas décadas”, según ha recalcado Rafael Micó, vicepresidente de Semergen, durante un foro monográfico llevado a cabo en Valencia y organizado por la Universidad Europea y la sociedad científica.

El paradigma de enfermedad crónica

Esta prevalencia hace que su impacto sociosanitario sea importante y, tal y como ha asegurado Rafael Micó, “debemos considerar la artrosis como un verdadero paradigma de enfermedad crónica”.

Así se ha puesto de relieve en esta jornada, articulada en torno a dos mesas redondas, una conferencia inaugural y un foro-debate, en el que se han abordado, entre otras cuestiones, el impacto real de la artrosis y la cronicidad en España, el papel de la formación, la innovación y la divulgación en esta materia y la artrosis como paradigma de cronicidad. A juicio de Sergio Calvo, director de la Escuela de Doctorado e Investigación de la Universidad Europea, “no cabe duda de que la artrosis es la enfermedad crónica por excelencia y exige que se adopten medidas urgentes frente a ella”.

Estudio Emartro

Uno de los estudios más ambiciosos que se están realizando en España en el ámbito de la artrosis es el estudio Emartro, que será presentado en el marco del 35º Congreso Nacional de Semergen. Como ha señalado Rafael Micó, vicepresidente de esta sociedad científica, “está basado en la captación aleatoria de 1.371 pacientes del Sistema Nacional de Salud español, con la intención de realizar un seguimiento de los mismos y evaluar cuál es su estado general de salud, su nivel de dolor, su calidad de vida y analizar qué otras enfermedades asociadas presentan”.

Falta de equidad en el acceso a los tratamientos

El encuentro ha reunido a un importante número de especialistas de toda España, como los decanos de los Colegios Oficiales de Enfermería y Fisioterapia de Valencia, catedráticos y representantes de los pacientes (como la presidenta de la Confederación Española de Pacientes Reumáticos) y el Comisionado para la Equidad de la Agencia General de Pacientes, el profesor Ángel Gil.
 “Tenemos que garantizar que el acceso a los tratamientos para la artrosis sea equitativo para todos los pacientes. No tiene sentido que en algunas comunidades, como la Valenciana, se esté restringiendo la prescripción de fármacos sysadoa, específicos para la artrosis y respaldados por numerosa evidencia”, denuncia el profesor Gil.

La inauguración ha contado también con la asistencia del director general de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad y Salud Pública, Rafael Sotoca, junto con el presidente de Semergen, José Luis LListerri, y el rector de la Universidad Europea de Valencia, José Enrique Fernández.