En el
Ministerio de Sanidad se respiraba un ambiente de alivio y esperanza durante la última jornada de adjudicación de plazas del
MIR 2025. Los últimos aspirantes en pasar por el sistema de elección, tras semanas de incertidumbre, sellaron su destino profesional
entre aplausos, abrazos y alguna que otra lágrima,
al igual que ocurrió en el primer día de asignación el pasado 5 de mayo. La gran mayoría de plazas asignadas durante esta última jornada correspondían a Medicina de Familia, una especialidad clave pero históricamente menos demandada.
“No somos números, somos el futuro del SNS”, comentaba con orgullo uno de los nuevos residentes, mientras mostraba sonriente el papel con su plaza recién adjudicada.
Con la elección completada, comienza ahora una contrarreloj personal y logística para quienes han conseguido su plaza: deben colegiarse, buscar alojamiento en sus nuevas ciudades y preparar su incorporación a las unidades docentes,
prevista para el próximo 6 de junio. Para muchos, hoy ha sido el final de una larga etapa de estudio y sacrificio, y el inicio de una carrera profesional que empieza, literalmente, con una mudanza y el
deseo de construir una sanidad pública mejor desde la primera línea.
Abrazos y lágrimas tras elegir la plaza MIR.
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Un aspirante posa con su plaza MIR.
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Las celebraciones tras elegir la plaza MIR no han faltado en los exteriores del Ministerio de Sanidad.
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Dos aspirantes salen del ministerio tras conseguir su plaza.
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Madre e hija se abrazan tras lograr una plaza MIR en Medicina Familiar y Comunitaria.
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Una médica posa tras elegir plaza MIR.
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Familiares y amigos esperando a los aspirantes en las puertas del Ministerio de Sanidad.
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